Cameron Smith conquista el santo grial del golf: el 150? Open Brit¨¢nico en Saint Andrews

Saint Andrews tiene nuevo rey. El hist¨®rico 150? Open Brit¨¢nico, el grande entre los grandes, ha coronado este domingo como campe¨®n al australiano Cameron Smith con 20 golpes bajo par, uno de ventaja sobre Cameron Young y dos sobre Rory McIlroy. Para el jugador del bigote y la melena es su primera cima del Grand Slam a los 28 a?os, y no pod¨ªa haber otra m¨¢s alta, el majestuoso Open Brit¨¢nico en la casa del golf. Una vuelta de -8 en la ¨²ltima ronda le dispar¨® hacia la eternidad con el santo grial y hacia la enciclopedia con la estad¨ªstica: con -20 super¨® a Tiger Woods como el campe¨®n del Open con un resultado m¨¢s bajo en Saint Andrews (el Tigre venci¨® con -19 en el a?o 2000), e igual¨® el mejor marcador respecto al par en la historia de los grandes. Con ese mismo d¨ªgito vencieron Jason Day en el PGA de 2015, Henrik Stenson en el British de 2016 y Dustin Johnson en el Masters de 2020. Que los cuatro mejores registros tengan fecha de los ¨²ltimos siete a?os habla del camino que ha tomado un deporte revolucionado por la tecnolog¨ªa y las mejoras en la preparaci¨®n. Ni siquiera el viejo Saint Andrews pudo ofrecer resistencia. Sin el escudo de la lluvia y el viento, el templo escoc¨¦s dej¨® un perfil menos fiero. Un Open sin agua ni fr¨ªo no era el Open.

Smith vol¨® en los ¨²ltimos nueve hoyos, un tramo que recorri¨® en 30 golpes, r¨¦cord para un campe¨®n de grande. Su carga con cinco birdies seguidos entre el 10 y el 14 no tuvo r¨¦plica. Era la marca de una victoria escrita sobre piedra. Cuando en el 17 rescat¨® el par con un putt de tres metros despu¨¦s de un delicado tercer golpe desde fuera de green, el orfebre comenz¨® a tallar su nombre en la Jarra de Clarete. El nuevo n¨²mero dos del mundo se apuntaba su sexta victoria en el circuito americano, la tercera de un curso en el que ya triunf¨® ante Jon Rahm en el Sentry, el torneo de los campeones (con -34, r¨¦cord en una cita del PGA Tour) y en el Players (solo Jack Nicklaus y Smith han triunfado el mismo curso en Players y Open). A la hucha suma un cheque de 2,5 millones de d¨®lares, el mayor pellizco en la vida del Open, a¨²n lejos de los cuatro que entrega por cita la liga saud¨ª. Los petrod¨®lares, por cierto, han echado el ojo al australiano, y qui¨¦n sabe si tambi¨¦n el lazo.

El campe¨®n completa la revoluci¨®n de los veintea?eros. Por primera vez, los ganadores de los cuatro grandes en un curso no han cumplido la treintena. Scottie Scheffler se visti¨® de verde en el Masters con 25 a?os, Justin Thomas se doctor¨® en el PGA con 29, Fitzpatrick estren¨® su palmar¨¦s en los majors con 27 en el US Open, y el australiano se une al club a los 28. Otro signo de estos nuevos tiempos.

McIlroy era el rostro de la desolaci¨®n. La historia parec¨ªa escrita para ¨¦l en la cuna de Saint Andrews. El norirland¨¦s, el h¨¦roe de casa, part¨ªa con -16 igualado con el imberbe Hovland y con cuatro golpes de ventaja sobre los perseguidores, Smith y Young. Pero en el d¨ªa que deb¨ªa de ser el de su redenci¨®n, el motor no le dio m¨¢s que para subir dos pelda?os hasta el -18. Cuando la batalla es tan feroz, no atar un birdie desde el hoyo 10 fue demasiado peaje. A los 33 a?os, para McIlroy contin¨²a una sequ¨ªa de ocho campa?as sin probar un grande, una espera eterna de su quinto laurel, cierre a un Grand Slam en el que ha acariciado la gloria en cada esquina: segundo en el Masters, octavo en el PGA, quinto en el US Open y tercero en el Open Brit¨¢nico. Son 17 clasificaciones entre los 10 mejores desde su ¨²ltimo bingo, aquel lejano PGA de 2014. Su mejor golf ha vuelto. Cada gran trofeo se le ha escurrido.

La carrera a meta la vio desde la grada Jon Rahm. El n¨²mero cinco del mundo (baja desde el tercer piso del podio) descont¨® dos golpes para cerrar el torneo con -7, puesto 34. Es la primera vez desde 2017, su primer curso completo como profesional, en que el vasco no ha acabado entre los 10 mejores en al menos uno de los cuatro grandes de la temporada. Despu¨¦s de una campa?a pasada siempre en las alturas (quinto en el Masters, octavo en el PGA, primero en el US Open y tercero en el Open Brit¨¢nico), su vuelo en esta ha sido mucho m¨¢s terrenal: 27?, 48?, 12? y 34? en el Grand Slam. En este viaje a Saint Andrews en el que so?aba con ser Seve se vio a un jugador de dos caras: un iluminado desde el tee, un mortal en el green. Tiempo de desconexi¨®n ahora mientras espera el nacimiento de su segundo hijo.

Clasificaci¨®n final del Open Brit¨¢nico.

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