Caster Semenya vuelve a la competici¨®n en el Mundial de Oreg¨®n con una eliminaci¨®n anunciada

Pasa la sudafricana Caster Semenya como un fantasma por el campus de Oreg¨®n, donde atletas y periodistas conviven sin casi barreras a unos metros del estadio donde se celebra el Mundial de Atletismo, y donde rechaza hablar zaf¨¢ndose de las m¨²ltiples peticiones de entrevista que le llegan. Su decisi¨®n de acudir al campeonato sorprendi¨® a todos: ?por qu¨¦ una atleta tan laureada acepta volar miles de kil¨®metros a sabiendas de que quedar¨¢ eliminada a las primeras de cambio en los 5.000m?

La distancia no es la suya, pero es de las pocas en las que tiene permitido participar sin medicarse con estr¨®genos para reducir su testosterona a unos niveles admitidos por los reglamentos del atletismo mundial, una terapia que rechaza por considerarla nociva para su salud.

La atleta, esquiva, evita dar respuestas sobre cu¨¢les son sus motivaciones para participar en una carrera de antemano perdida. Si es amor al atletismo, nostalgia del dorsal, una cuesti¨®n econ¨®mica o una forma de decirle a la ¨¦lite del atletismo mundial que ella no se rinde, y que si le ponen un obst¨¢culo, ella encontrar¨¢ la manera de sortearlo para seguir acudiendo a los estadios mientras quiera y pueda. O tal vez todas ellas a la vez.

Cinco a?os despu¨¦s de su ¨²ltima gran competici¨®n en Londres 2017, donde gan¨®, corre sola en Eugene Semenya, doble campeona ol¨ªmpica, tres victorias en mundiales en la mochila. El p¨²blico la aplaude cuando es presentada en la l¨ªnea de salida. Pero antes de pasar el ecuador queda relegada a la parte trasera, incapaz de seguir el ritmo del grupo de cabeza. No es una final, son eliminatorias, y resulta extra?o verla as¨ª, tan lejos de las primeras plazas a las que durante tantos a?os se abon¨® en los 800m.

La explicaci¨®n es sencilla: la prueba en la que participa, los 5.000 metros, no es la suya, ni se adapta tan bien a sus cualidades f¨ªsicas, id¨®neas para el 800m, un ejercicio de velocidad y potencia que se acaba en menos de dos minutos, y donde ha cosechado sus ¨¦xitos. En las doce vueltas y media a la pista que supone un 5.000m, en cambio, emplea m¨¢s de 15 minutos, y suda y sufre como otros mortales.

Sabe que es uno de los focos de atenci¨®n, pero no hace ning¨²n gesto reivindicativo antes, durante ni despu¨¦s de la carrera. Tampoco ataca a la dirigencia del atletismo que ha acabado sac¨¢ndola de los podios que tanto frecuentaba. En su lugar, se esfuerza como la que m¨¢s, pero sin resultado. En sus palabras al terminar el 5.000m, huye de controversias, y se limita a hacer un an¨¢lisis puramente deportivo de su actuaci¨®n. ¡°Creo que es genial poder correr aqu¨ª. Solo poder terminar los 5 kil¨®metros para m¨ª es una bendici¨®n. Estoy aprendiendo y estoy dispuesta a aprender a¨²n m¨¢s. Hac¨ªa calor, no pude seguir el ritmo, trat¨¦ de mantenerme lo m¨¢s que pude. Pero es parte del juego¡±.

En un campeonato que cuenta con una importante atenci¨®n medi¨¢tica, pudo Semenya, de 31 a?os, aprovechar para quejarse. Utilizar ese potente altavoz a su alcance para criticar una vez m¨¢s las reglas que han interrumpido su carrera debido a que la excluye la definici¨®n de feminidad impuesta por la federaci¨®n internacional de atletismo y apoyada por el COI . ¡°Mi responsabilidad es proteger la integridad del deporte femenino¡±, dijo en junio Sebastian Coe, presidente de World Athletics, que estudia endurecer a¨²n m¨¢s las reglas para las deportistas intersexuales que como ella pretenden competir en el deporte femenino.

Semenya, que mantiene un contencioso legal contra la decisi¨®n que la ha apartado del 800m, la prueba en la que destaca, ha sido m¨¢s expl¨ªcita en otras ocasiones. Meses atr¨¢s dijo a la cadena HBO que a los 18 a?os ofreci¨® ense?ar su vagina a los jueces de la federaci¨®n internacional de atletismo para disipar las dudas sobre su sexo, y en redes sociales no duda en reprobar abiertamente y a menudo a los altos estamentos del atletismo. El pasado marzo, por ejemplo, dijo esto: ¡°Entonces, seg¨²n World Athletics y sus miembros, ?soy un hombre cuando toca correr 400m, 800m, 1500m y 1.600m! Pero una mujer para los 100m, el 200m, y las competiciones de larga distancia¡±, escribi¨® en Twitter.

Entre sus colegas, hay quien ha salido a apoyarla tras competir. La estadounidense Karissa Schweizar, quinta en la serie de Semenya, considera ¡°inspirador¡± el esfuerzo que est¨¢ haciendo para adaptarse a una nueva distancia, y el hecho de que, a pesar de todas las dificultades, haya sido capaz de clasificarse para estar corriendo con la ¨¦lite, aunque ya no se quede sola por dejar atr¨¢s a sus rivales, sino por lo contrario.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.