Sinner saca de la pista a Alcaraz en Umag
El italiano desfigura el tenis del murciano, que ya perdió la final de Hamburgo la semana pasada, y se lleva el torneo en Croacia
A Alcaraz se le atragantó su tierra prometida, esa en la que hace justo un a?o le descubrió como un tenista para grandes empresas. Entonces, Umag (Croacia) fue el torneo 250 ATP que le coronó por primera vez en el circuito tras una sonora paliza a Richard Gasquet (6-2 y 6-2). Carlos era en esa época el 73 del mundo y sacó la patita por la puerta para, sin permiso y a bocados, derribarla en un santiamén, pues en este curso ya ha disputado cinco finales más y conquistado cuatro (Río, Miami, Barcelona y Madrid; solo con la tara de Hamburgo la semana pasada ante Lorenzo Musetti). Hasta este domingo, donde volvió a jugar la final de Umag frente a Jannik Sinner, que acabó por desfigurarle y llevarse el laurel por 6-7 (5), 6-1 y 6-1, para evidenciar que el tenis que viene es un juego de ni?os: el italiano (20 a?os) es el número 10 del ranking, al tiempo que Alcaraz (19) ya es cuarto.
El duelo comenzó a pelotazo limpio, saques que eran martillazos y derechazos que rozaban la red y limpiaban las líneas por parte de Sinner; con drives planos que abrían ángulos, dejadas marca de la casa y también servicios que sacaban moratones a la pelota por parte de Alcaraz. Romper al resto sería el reto mastodóntico que definiría, al menos, el primer set. Como si no fuera un partido sobre tierra batida. De poco servía que Alcaraz pusiera en pista los bombazos que le llegaban desde el campo contrario; insuficiente era que Sinner tirara de restos agresivos ante los segundos servicios rivales. Ni uno cedía un milímetro en sus pretensiones ni en su tenis. Por lo que se llegó al tie-break. Y ahí, Alcaraz impuso su ley, por más que desaprovechara una bola de set con el saque, pues corrió y devolvió una pelota imposible que se le atragantó a Sinner, confundido al intentar acabar el punto cerca de la red, al enviar la bola a la cinta y el set a la basura.
No daba se?ales de padecer dolor el murciano, que en las semifinales ante el italiano Zeppieri se torció el tobillo derecho. Igual que le pasó en el Open de Madrid, contratiempo que no le privó de vencer a Nadal, Djokovic y finalmente a Zverev. Pero el entuerto le llegó por parte de Sinner, que le dio la vuelta al calcetín en la segunda manga. Resulta que Alcaraz, con 1-1, disfrutó de seis bolas seguidas de ruptura y no convirtió ninguna. Empoderamiento para el italiano, que en el siguiente juego sí logró el break en la segunda ocasión que tuvo y ya no hubo quién le parara. Tenis al abordaje basado en el drive cruzado que cogía en su punto alto para resquebrajar la fe y el juego de Alcaraz, que entró en bucle de errores no forzados, impotente ante un rival en combustión. Tanto fue así que Sinner volvió a romper el saque y cerró el set con seis juegos seguidos para festejar un expresivo 6-1.
Hasta la fecha, ambos tenistas se habían medido en dos ocasiones —una la ganó el espa?ol en el Másters 1000 de París en 2021; y la otra el italiano en los pasados octavos de Wimbledon—, ninguna en una final. Eso ocurrió en Umag y, en el set decisivo, fue un guion calcado del segundo set. Alcaraz desaprovechó una ocasión de ruptura con el 1-1 —la novena del partido— y Sinner elevó su tenis hasta ponerle el lacito al partido, otros seis juegos de carrerilla. Bofetada para Alcaraz que, sin embargo, alcanza el número cuatro del mundo, puesto que también celebraron Nadal, Moyà y Ferrero (llegaron a ser los números uno); Corretja y Orantes (se quedaron segundos); y Ferrer y Bruguera (lograron el bronce).
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