El Sella vuelve a vibrar
La prueba, una de las m¨¢s populares del mundo de pirag¨¹ismo, se reencuentra con la afici¨®n tras la pandemia
Tres a?os y tres d¨ªas despu¨¦s, el Sella volvi¨® a vibrar. En la competici¨®n y en la fiesta a su alrededor. Las dos parejas campeonas ¨Clos franceses Quentin Urban y Jeremy Candy en k2 masculino y las espa?olas Eva Barrios y Amaia Osaba en k2 femenino- cruzaron la l¨ªnea de meta en un emocionante final. En K1, las victorias fueron para Javier L¨®pez e Irene Gana. En las riberas, decenas de miles de personas festejaron el regreso del Descenso Internacional del Sella, cuya 84? edici¨®n se hizo esperar 1.098 d¨ªas por la pandemia.
La victoria de los campeones del mundo de marat¨®n Urban y Candy -la primera de unos palistas extranjeros en 25 a?os y de unos franceses en la historia de la prueba- se defini¨® en el ¨²ltimo kil¨®metro. Cuatro embarcaciones llegaron con opciones de triunfo. Al paso de la isla de La Boticaria, la piragua de Walter Bouz¨¢n y ?lvaro Fiuza -con ocho victorias en el palmar¨¦s y el ¨¢nimo de la afici¨®n local- comandaba la carrera. Con las fuerzas casi al l¨ªmite, no se percataron del tir¨®n que estaban dando los franceses. ¡°Hicimos lo m¨¢s dif¨ªcil, llegar al final con opciones y salir marcando de la isla, pero dejamos un hueco por dentro y se nos colaron¡±, explic¨® Bouz¨¢n con calma, apoyado sobre una valla y con unos ojos que transmit¨ªan su tristeza. ¡°La clave ha estado en la compenetraci¨®n con Jeremy. Ha dado la orden de ataque en el momento justo. Voy delante y dirijo, pero no veo a los adversarios¡±, sostuvo un exultante Urban. Preguntado sobre el momento m¨¢s especial de la prueba, el reciente campe¨®n da una respuesta que suena ir¨®nica: ¡°La salida, la salida. Con el himno de Asturias... Es impresionante. Quer¨ªamos quedarnos con todos los detalles, pero hab¨ªa que estar concretados en la carrera¡±, a?adi¨® riendo.
El Sella es una prueba peculiar. La salida congrega a la mayor parte del p¨²blico y es el momento m¨¢s intenso de la competici¨®n. Miles de personas se juntan en Arriondas para vivir unos minutos de alta carga emocional. Desde el preg¨®n -le¨ªdo este a?o por el exjugador de balonmano, Ra¨²l Entrerr¨ªos- hasta el himno de Asturias, cuya ¨²ltima nota marca el inicio a la carrera, se va generando un instante de ¨¦xtasis que culmina con la salida de 1079 deportistas de 15 pa¨ªses a bordo de 769 embarcaciones. Hay ruido. Hay tensi¨®n. Un instante inexplicable de silencio. Y, de repente, empieza un movimiento ca¨®tico, lleno de color, de palas que salen y entran del agua, de embarcaciones que avanzan, de piraguas que vuelcan. Por haber hay, incluso, sol. Un chascarrillo asturiano dice ¡°me encanta en verano en Asturias, es mi d¨ªa favorito del a?o¡±. En una especie de pacto no escrito, la ma?ana del descenso se libra hist¨®ricamente de la lluvia, aunque haya jarreado con pasi¨®n en los d¨ªas previos.
Era un Sella que val¨ªa por tres y eso se notaba en el ambiente. El personal ten¨ªa ganas de fiesta. En Arriondas, horas antes de la carrera, mucha gente se concentraba en la plaza del Ayuntamiento. Aqu¨ª hay personas que se reencuentran despu¨¦s de tres a?os, porque solo se ven en la fiesta de las Piraguas. Un grupo de habituales se juntaba frente al hostal El Espa?ol, donde se sirve un brebaje ¨C¡±la compuesta¡±- cuya composici¨®n da lugar a un intenso debate. Hay quien dice que mezcla hasta siete licores diferentes. El jefe del local, Fernando, prefiere no compartir la receta. Los paladares m¨¢s expertos aseguran que el l¨ªmite est¨¢ en dos.
¡°Se hizo muy largo¡ al ver que no se celebraba, perd¨ªamos el ritmo y hab¨ªa momentos que era complicado mantener a la gente enchufada¡±, record¨® Juan Manuel Feliz, presidente del Comit¨¦ Organizador. El equipo permanente -formado por una decena de personas que trabajan altruistamente- crece hasta las casi doscientas durante la semana previa entre voluntarios y personal temporal. Solo para controlar los cepos de la salida se requieren unas 30 personas.
El Comit¨¦ ha logrado, ya desde los ¨²ltimos a?os previos a la pandemia, devolver al Sella su parte m¨¢s folcl¨®rica y l¨²dica respetando su vertiente deportiva. Se han incrementado los actos previos, que ahora duran una semana. Y se han volcado en fomentar la participaci¨®n de autoridades y sociedad civil en todas las actividades. El ¨¦xito del esfuerzo se percibe en la indumentaria de los asistentes, que ha incorporado de forma masiva el chaleco, la montera picona (la tradicional asturiana) y el collar de papel, desplazando a las habitualmente predominantes camisetas de equipos de f¨²tbol. Tambi¨¦n en otro detalle: la vuelta de los pins, que han regresado al Sella como forma de autodefinici¨®n.
Existen muchas formas de vivir una carrera que no es f¨¢cil de seguir -20 kil¨®metros de r¨ªo-. Hay quienes van hasta Arriondas para ver la salida y se quedan all¨ª de fiesta todo el d¨ªa. Quienes siguen la carrera en paralelo a bordo de coches, motos o bicicletas desde la Nacional 634 (a la que cantaba Quique Gonz¨¢lez en su canci¨®n Charo). Los que esperan en el puente de Ribadesella la llegada. Los que consiguen uno de los 511 billetes para viajar en el tren de FEVE que acompa?a desde hace 75 a?os la carrera. Los que la ven por la tele. Y tambi¨¦n, claro, los que la siguen en sue?os tras la juerga del d¨ªa anterior.
En la meta de Ribadesella, el presidente del Principado de Asturias, Adri¨¢n Barb¨®n, acompa?ado de su hom¨®logo c¨¢ntabro, Miguel ?ngel Revilla, recalc¨® la importancia no solo ¡°de recuperar la fiesta de Asturias por excelencia y con ella la vida¡± sino tambi¨¦n ¡°del buen ambiente y la alegr¨ªa que se respira¡±. El exministro Salvador Illa destac¨® el ¡°simbolismo¡± que implic¨® la celebraci¨®n del descenso e insist¨ªa en lo mucho que le hab¨ªa impresionado el ambiente de la salida. Barrios y Osaba resum¨ªan el sentir general tras lograr su tercera victoria consecutiva: ¡°Ya tenemos ganas de volver¡±. No hab¨ªan pasado ni diez minutos desde que hab¨ªan cruzado la meta.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.