Contra la tentaci¨®n de prohibir el alpinismo
Alpinistas, profesionales y pol¨ªticos firman una tribuna en contra del alcalde de Saint Gervais, empe?ado en cobrar 15.000 euros en concepto de ¡°rescate y sepultura¡± a los aspirantes al Mont Blanc
Desde los valles hasta las cimas de m¨¢s de cuatro mil metros de los Alpes, la can¨ªcula de este verano hace estragos en las monta?as causando un sinf¨ªn de derrumbes de roca, de hielo y la agon¨ªa sin precedentes de los principales glaciares que se derriten como un helado desatendido en una acera. Solo por citar un par de ejemplos, el glaciar de Argenti¨¨re ha perdido siete metros de espesor en un a?o, y desde 2001, el de la Mer de Glace ha entregado 70 metros. Al desastre ecol¨®gico se suma cierta inquietud econ¨®mica: el turismo de monta?a tiene que adaptarse a la nueva realidad manteniendo su atractivo y esquivando de la mejor manera posible los peligros objetivos de un terreno de juego en mutaci¨®n. Adelant¨¢ndose a estos debates y atajando de forma abrupta, el alcalde de la localidad de Saint Gervais (Alta Saboya francesa), Jean Marc Peillex, anunci¨® el pasado 5 de agosto su intenci¨®n de pedir una fianza de 15.000 euros a ¡°los candidatos a matarse¡± en el Mont Blanc, cuya ruta cl¨¢sica depende administrativamente de su alcald¨ªa. La ruta observa un tramo cr¨ªtico entre el refugio de T¨ºte Rousse y el de Go?ter: los alpinistas han de cruzar un corredor muy expuesto a la ca¨ªda de rocas antes de alcanzar un espol¨®n de roca protegido. A este tramo se le conoce como ¡®la bolera¡¯, y en condiciones de calor la ca¨ªda de enormes proyectiles de roca es tan frecuente como mortal, aunque apenas se tarde medio minuto en cruzar el peligro.
La compa?¨ªa de gu¨ªas de Chamonix dej¨® de ofrecer esta ascensi¨®n a sus clientes a mediados de julio, pero como los refugios segu¨ªan abiertos, numerosos alpinistas accedieron a la ruta, sacando de sus casillas a un alcalde que ya prohibi¨® en su d¨ªa acceder al Mont Blanc sin reserva en alguno de sus refugios y que envi¨® a la polic¨ªa a controlar su decreto. Ahora, lo que pretende el alcalde es ¡°anticiparse a los gastos del rescate y de la sepultura de esos pseudo alpinistas que no hacen caso de las recomendaciones de las autoridades¡±, una declaraci¨®n de principios que no ha llegado a materializarse, pero que ha soliviantado a un amplio sector del mundo del alpinismo franc¨¦s. El pasado 22 de agosto, el diario Le Monde public¨® una carta firmada por el alcalde de Chamonix, ?ric Fournier, as¨ª como por Christian Trommsdorf, presidente del Grupo Militar de Alta Monta?a o por el presidente de la Federaci¨®n Francesa de refugios de Monta?a, B¨¦nedicte Cazenave, afeando p¨²blicamente la conducta del alcalde de Saint Gervais y reclamando la monta?a como un espacio de libertad frente a la ¡°tentaci¨®n de un mundo absolutamente seguro. Profesionales del mundo de la monta?a, pol¨ªticos, alpinistas profesionales y aficionados pedimos el derecho de poder elegir cuando acudimos a las monta?as de forma responsable, humilde y libre, tal y como se recoge en el escrito que en 2019, permiti¨® a la UNESCO distinguir el alpinismo con el t¨ªtulo de ¡®patrimonio inmaterial de la humanidad¡±. La misiva rechaza absolutamente ideas coercitivas como las anunciadas por el alcalde de Saint Gervais y que observa ¡®permisos de cima¡¯ y ¡®fianzas¡¯ para poder acceder a los servicios p¨²blicos de rescate.
Los firmantes recuerdan que los profesionales del mundo de la monta?a tienen ahora m¨¢s que nunca el reto de ayudar a prevenir accidentes en monta?a empleando herramientas cl¨¢sicas como la formaci¨®n, la informaci¨®n, la orientaci¨®n o la divulgaci¨®n de los peligros derivados del cambio clim¨¢tico. Muchas rutas cl¨¢sicas alpinas son ahora una trampa mortal, pero, asegura la misiva, la soluci¨®n no es prohibir el alpinismo en verano, sino ¡°buscar nuevos horizontes y adaptarse de forma responsable¡±. Los gu¨ªas adelantan las fechas de sus salidas y buscan nuevos itinerarios atractivos, educando de paso a sus clientes para que barajen otros destinos que los muy trillados Mont Blanc, Cervino o Eiger. Existe un sinf¨ªn de objetivos de monta?a tan sugerentes como desconocidos para el p¨²blico no iniciado. El comunicado defiende la idea de conservar la monta?a ¡°como un espacio de libertad frente a la tentaci¨®n de un mundo as¨¦ptico y absolutamente seguro. La pr¨¢ctica del alpinismo no deber¨ªa someterse a la obtenci¨®n de permisos en los Alpes franceses, cuna de una disciplina que ha visto desde hace siglos a sus actores moldear y transmitir un verdadero patrimonio cultural, el arte de vivir de forma fugaz en una naturaleza hostil, labr¨¢ndose un camino para firmar conquistas in¨²tiles en libertad y responsabilidad¡±. En Francia, recuerda la carta, el socorro en monta?a es gratuito y ha de ¡°seguir siendo as¨ª, para que todos puedan beneficiarse de ¨¦l tanto en la vida corriente como en tiempo de ocio: ni fianza, ni sanci¨®n, ni autorizaci¨®n, sino prevenci¨®n y responsabilidad¡±. La tribuna recuerda, para acabar, que ¡°la grandeza del ser humano y del alpinista pasa por ser capaz de aceptar el riesgo, comprometi¨¦ndose para enfrentarse a ¨¦l, tratando de minimizarlo sin dominarlo jam¨¢s¡±.
Ciertamente, el alpinismo que hemos conocido se encuentra en plena mutaci¨®n porque, al menos en los Alpes, el escenario ha dejado de ser lo que fue. Aficionados y profesionales (como los gu¨ªas de monta?a y las instancias encargadas de la seguridad en las cimas) se adaptan y diversifican sus planteamientos tratando de educar y concienciar a los reci¨¦n llegados explicando la naturaleza de los nuevos peligros. Ponerle puertas a la monta?a parece un atajo tan simplista como arbitrario.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.