¡®El caso Figo¡¯ mezcla ¡®Los Bingueros¡¯ con ¡®Casino¡¯
El portugu¨¦s signific¨® para Florentino lo que la pancarta del Paseo de La Habana a Laporta en las ¨²ltimas elecciones del Bar?a
El caso Figo, reci¨¦n estrenado en Netflix, recrea con sus principales actores un momento capital del f¨²tbol, que en el verano de 2000 abandon¨® definitivamente su tradici¨®n preindustrial, se instal¨® en un modelo gobernado por los tiburones del empresariado y atestado de espec¨ªmenes con intenciones parasitarias.
La trama es sencilla: un excelente jugador (Luis Figo), capit¨¢n de un prestigioso equipo (FC Barcelona), especula con su futuro y arregla un contrato bajo cuerda con uno de los candidatos (Florentino P¨¦rez) a la presidencia del club rival por definici¨®n (Real Madrid). Este candidato no es el favorito en los pron¨®sticos, pero la operaci¨®n le viene de perlas al futbolista, que est¨¢ mimoso y quiere m¨¢s cari?o del Bar?a. Quiere alg¨²n cero m¨¢s en su cuenta bancaria.
La trama de Netflix a?ade muy poco a lo conocido hasta ahora. Lo ¨²nico noticiable es la jugosa comisi¨®n que se llevaron Jos¨¦ Veiga, representante del jugador portugu¨¦s y Paulo Futre, festivo personaje que aparece en escena para servir de gancho en la operaci¨®n. En un momento del documental, no logra contenerse y relata c¨®mo pact¨® la comisi¨®n con Florentino P¨¦rez: ¡°Le dije que 10 millones, ¨¦l me contest¨® que cinco y quedamos en seis¡±. En esos mismos d¨ªas, Florentino P¨¦rez levantaba bandera electoral de su tajante oposici¨®n a los comisionistas.
El desenlace es conocido. Florentino P¨¦rez derrota en las elecciones a Lorenzo Sanz, que estaba convencido del r¨¦dito que le deparar¨ªa de la victoria del Madrid en la final de Par¨ªs 2000. Aunque la importancia de la red de captaci¨®n de votos por correo fue crucial en la victoria de Florentino P¨¦rez, la tesis m¨¢s repetida vincula su ¨¦xito al asunto Figo y a un acuerdo nunca desmentido y jam¨¢s confirmado, pirueta magistral en el arte de la comunicaci¨®n. Figo signific¨® para Florentino lo que la pancarta del Paseo de La Habana a Laporta en las ¨²ltimas elecciones del Bar?a.
El documental es solvente en su realizaci¨®n y cuenta con una amplia gama de personajes, la mayor¨ªa necesarios para un relato peculiar, insospechada mezcla de Mariano Ozores y Martin Scorsese, de Los Bingueros y Casino, de p¨ªcaros de playa ¡ªVeiga, Futre y Figo¡ª, v¨ªctimas del tocomocho ¡ªJoan Gaspart¡ª y dos personajes de magnitud hist¨®rica que no tardar¨ªan en definir el f¨²tbol del siglo XXI, cada uno en su parcela. Uno es Florentino P¨¦rez, el hombre que sac¨® al f¨²tbol de su espacio parroquial y lo ubic¨® en el rumboso escenario econ¨®mico que despert¨® el apetito de banqueros y empresarios estadounidenses, oligarcas rusos y jeques petroleros. Pep Guardiola, ¨ªntimo amigo de Figo, es el otro personaje sustancial, pero desaprovechado en el relato. Guardiola no oculta la admiraci¨®n que le produc¨ªa como jugador, pero no va m¨¢s all¨¢. Irradia una sensaci¨®n de incomodidad.
En una trama que coloca a Figo en una discutible posici¨®n moral, no hay referencia alguna a la profunda decepci¨®n que le produjo a Guardiola la presencia de su amigo en el banquillo, junto a Mourinho, en la c¨¦lebre semifinal Bar?a-Inter de Mil¨¢n que se disput¨® en el Camp Nou. Figo tambi¨¦n eligi¨® aquella noche.
Florentino P¨¦rez sale ganador por goleada en el caso. Se impone porque tiene un plan y lo ejecuta con precisi¨®n militar. Los dem¨¢s basculan entre el oportunismo avaricioso y los graves d¨¦ficits estrat¨¦gicos. Es el caso de Joan Gaspart, personaje de un mundo ya periclitado. Veiga y Futre reba?an el plato, pero son dos t¨ªteres al servicio de Florentino. Figo busca desesperadamente coartadas que le justifiquen, pero no se atreve a decir que le venci¨® la codicia. Tampoco ten¨ªa un plan. Especul¨® y acab¨® donde no pretend¨ªa. Solo Guardiola ten¨ªa un plan en el cartel de actores, pero de eso se enterar¨ªa Florentino P¨¦rez nueve a?os despu¨¦s.
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