Portugal toma el mando
La selecci¨®n lusa golea en su visita a la Rep¨²blica Checa a pesar de las pifias ante el gol de Cristiano Ronaldo, que incluso cometi¨® un penalti
Sin necesidad del mejor Cristiano Ronaldo, que esta temporada no acaba de llegar, se hizo valer Portugal en lo que semejaba una prueba de nivel en campo checo y acab¨® en paseo. Dieron un paso adelante los lusos, que andaban con problemas para imponerse a domicilio y se hicieron valer para casi sentenciar el duelo en la primera parte, golear en la suma final (0-4) y, visto el tropiezo espa?ol ante Suiza, tomar el mando en el grupo y ganar ventaja de cara a repetir presencia en la fase final de la tercera Liga de las Naciones, torneo que ganaron en su primera edici¨®n.
Portugal golpe¨® por ambici¨®n y f¨²tbol, a rebufo de una segunda l¨ªnea de ataque en la que Bernardo Silva, y sobre todo, Bruno Fernandes resultaron indetectables para el rival, que s¨®lo les caus¨® problemas por su empuje en la disputa de los centros al ¨¢rea. Cuando la pelota estuvo en el piso el d¨²o de fantasistas lusos impuso su pericia en el manejo. Y todo el equipo portugu¨¦s tuvo en la mirilla la porter¨ªa checa, hasta el punto de que el lateral Dalot anot¨® dos dianas.
Quien no lleva la lente adecuada es Cristiano Ronaldo, que por incre¨ªble que parezca tiene el gol desenfocado. Tras una pretemporada marcada por el absentismo y los rumores, salt¨® al campo desde el banquillo en cinco de los nueve partidos que suma. Apenas ha marcado un tanto en 468 minutos de juego. En Praga el astro luso empez¨® el partido con renglones torcidos, con un sopapo del meta Vaclik en un bal¨®n dividido que le dej¨® la nariz magullada. Tras el episodio, CR pas¨® por el partido entre doliente, mustio e insatisfecho, pifi¨® varios remates impropios de su curr¨ªculum y hasta cometi¨® un penalti en la ¨²ltima acci¨®n de la primera parte al despejar el bal¨®n con la mano. Portugal ya iba entonces dos arriba y a la Rep¨²blica Checa se le present¨® la oportunidad de regresar al partido. Pero Patrik Schick envi¨® la pelota por encima del larguero.
Entre los borrones de Cristiano emergi¨® Diego Dalot, su compa?ero en el United, un invitado inesperado al fest¨ªn de su equipo que ejerci¨® de delantero bis para adelantar a su equipo a la media hora tras un centro raso de Rafael Le?o, confinado en la banda izquierda. Sin capacidad para la r¨¦plica los checos permitieron un segundo golpe pocos minutos despu¨¦s en una acci¨®n similar que cincel¨® el lateral M¨¢rio Rui y rubric¨® Bruno como llegador.
El error de Schick, en ese tiempo que los cl¨¢sicos del balompi¨¦ bautizaron como psicol¨®gico, acab¨® de derrumbar la precariedad checa. El regreso tras el descanso fue un festival luso, que toc¨® la pelota y con ella movi¨® al rival, guard¨® a sus pilares de mediocampo Bernardo, Carvalho y Bruno para el duelo del martes contra Espa?a, festej¨® un nuevo gol de Dalot, esta vez con un inopinado zurdazo, firm¨® la goleada con el oportunista Diego Jota y aguard¨® en vano un b¨¢lsamo para el voraz Cristiano, que llegar¨¢ ante la selecci¨®n que dirige Luis Enrique m¨¢s que hambriento de gol, fam¨¦lico.
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