Kipchoge contra la raz¨®n
Batidos sus rivales, lo ¨²nico que le queda a un campe¨®n es la lucha definitiva, que es contra s¨ª mismo, contra el tiempo
Patrick Sang, su entrenador, dijo en una ocasi¨®n que conoc¨ªa a muchos atletas con m¨¢s talento que Eliud Kipchoge. Marc Roig, su fisioterapeuta, dijo en una ocasi¨®n que no hab¨ªa visto a nadie con el talento de Eliud Kipchoge. Sang quer¨ªa subrayar otras virtudes, adem¨¢s del talento, de Kipchoge, por ejemplo su fuerza mental. Roig, catal¨¢n emigrado a Kenia por amor y que ha terminado por cuidar all¨ª los m¨²sculos de varios atletas, cree que nadie de su talento puede ir m¨¢s r¨¢pido que ¨¦l.
Kipchoge corre r¨¢pido durante 42 kil¨®metros y 195 metros, la distancia del marat¨®n. Y ha dicho que no cree en los l¨ªmites: que no existen, una fe necesaria si uno se dedica a lo que se dedica ¨¦l: batidos sus rivales, lo ¨²nico que le queda a un campe¨®n es la lucha definitiva, que es contra s¨ª mismo, o sea contra el tiempo. La suya se trata de una declaraci¨®n interesante (¡°Mi ¨²nico objetivo es dejar el mensaje de que ning¨²n ser humano tiene l¨ªmites. Y la ¨²nica forma de hacerlo es corriendo el marat¨®n por debajo de las dos horas¡±). ?Hasta d¨®nde puede bajarse ese tiempo? ?Puede llegar un ser humano, dentro de 100, de 200, de 500 a?os, a correr el marat¨®n en una hora? ?Puede hacer 700 metros por minuto durante esa hora? ?Seguir¨ªa siendo un ser humano alguien capaz de correr los 100 metros lisos en cuatro segundos?
Retirado Usain Bolt, Kipchoge es la gran leyenda en activo del atletismo. Este domingo ha vuelto a batir el r¨¦cord del mundo de marat¨®n: 2h 1m 9s. Hace a?os, tras ver sus entrenamientos en Kenia, gente de Nike, su patrocinador, le pregunt¨® por qu¨¦ usaba para entrenar unas mallas y, sin embargo, compet¨ªa con pantal¨®n corto. ¡°Porque es lo que me envi¨¢is con la equipaci¨®n¡±, dijo. Hab¨ªa en la respuesta una franca resignaci¨®n que ten¨ªa ecos de aquella, m¨¢s desolada, que conten¨ªa la respuesta del padre de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez cuando le preguntaron por qu¨¦, cuando iba en tren, viajaba siempre en tercera clase: ¡°Porque no hay cuarta¡±.
A Kipchoge se le fabricaron mallas, y con ¨¦l se trabaj¨® en unas zapatillas deportivas que son, tambi¨¦n, responsables de ara?ar tiempo a una barrera que hace a?os se cre¨ªa imposible. La historia, que cont¨® Marc Roig en el portal Runedia de El Mundo Deportivo, forma parte de la m¨ªstica del atleta africano refugiado en la lectura (Arist¨®teles) y una devoci¨®n religiosa por el atletismo que cultiva con austeridad completa: necesita campo, tierras, carreteras para echar a correr cada d¨ªa. ¡°Desayuna, come y cena siempre lo mismo los 365 d¨ªas del a?o¡±, cont¨® Roig a Efe. ¡°Arroz con alubias por el almuerzo y ugali (masa de ma¨ªz muy habitual en Kenia) con carne o vegetales por la noche. Es monoton¨ªa pura y dura que a nosotros nos costar¨ªa mucho aguantar, pero que para ellos son condiciones similares a las que ten¨ªan en sus casas¡±.
El marat¨®n empez¨® como el periodismo: con una noticia. La que quiso dar Fid¨ªpedes, en el 490 antes de Cristo, corriendo desde Marat¨®n a Atenas para anunciar la victoria ateniense al grito de ¡°Nike¡±, que es la diosa griega de la victoria. De esa guerra y esa supuesta haza?a, sobre la que existen diversas versiones, nacen varios mitos, el primero de ellos la propia distancia del marat¨®n y sus sucesivos grandes campeones. De la diosa, la famosa marca de ropa deportiva (el logo es una de sus alas). Del famoso lema de Nike, Just do it (¡°s¨®lo hazlo¡± o ¡°simplemente hazlo¡±), cuenta Modesto Garc¨ªa su curioso origen en Brandemia: lo inspir¨® las ¨²ltimas palabras de Gary Gilmore, asesino condenado a muerte en 1976 por matar a dos personas que, cuando lo iban a ejecutar y fue preguntado si ten¨ªa algo que decir, dijo a su verdugo: ¡°Let¡¯s do it¡± (hazlo).
La palabra que Kipchoge, en circunstancias menos traum¨¢ticas, lleva repiti¨¦ndose con ¨¦xito 20 a?os.
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