Keira Walsh: ¡°Mi padre me pon¨ªa v¨ªdeos de Guardiola¡±
La futbolista del Barcelona, que estuvo cerca de dejar el f¨²tbol, gan¨® el MVP de la final de la Euro
En la ¨²ltima Eurocopa, despu¨¦s de cada partido de la selecci¨®n inglesa, hab¨ªa un ritual. En los altavoces de los estadios por los que pasaban The Lionesses sonaba Sweet Caroline de Neil Diamond. La m¨²sica explotaba en la garganta de la afici¨®n que cop¨® todas las gradas que le pusieron por delante durante el torneo y se extend¨ªa al campo. Las jugadoras saltaban y cantaban. No fue el triunfo de una selecci¨®n. Fue el triunfo del f¨²tbol femenino. ¡°Fue muy especial para nosotras¡±, cuenta Keira Walsh (M¨¢nchester, 25 a?os), elegida mejor jugadora de la final que Inglaterra le gan¨® a Alemania en Wembley, hoy refuerzo estrella del Barcelona que busca estirar su idilio en la Champions: las azulgrana se estrenan esta noche frente al Benfica (21:00 horas, DAZN) en el Johan Cruyff. ¡°Comenzamos a escuchar las mismas canciones que normalmente se sent¨ªan en los partidos del f¨²tbol masculino. Era algo genuino. Hablamos de f¨²tbol, sabes. No hablamos de cuestiones de agenda, no hablamos de hombres o de mujeres. Simplemente, hablamos de lo que pasaba en el campo. Y a la gente le gustaba¡±.
Ya en la previa de la Euro, la federaci¨®n inglesa sab¨ªa que algo se estaba tejiendo entre la hinchada y el equipo. ¡°Nos hablaron de la cantidad de gente que iba a venir a los estadios (574.875 espectadores durante todo el torneo) y de la atenci¨®n que nos iban a dar los medios (365 millones de seguidores a trav¨¦s de la televisi¨®n)¡±, cuenta Walsh, durante la conversaci¨®n con EL PA?S. ¡°Pero¡±, a?ade; ¡°no creo que exista una manera apropiada para prepararse para todo eso. Cuando lo vives, cuando llegas al estadio en el autocar y hay miles de personas esperando, cuando cantas el himno nacional y se te pone la piel de gallina, todo es diferente. Est¨¢bamos excitadas. ?C¨®mo ¨ªbamos a estar?¡±. La emoci¨®n, en cualquier caso, era personal, introspectiva. Como si hubiese un pacto t¨¢cito en el que no quisieran develar sus sentimientos. ¡°Creo que intent¨¢bamos mantenernos profesionales en todo momento. Pero dentro nuestro sab¨ªamos lo que estaba pasando. Era todo muy bonito. Todo era muy loco¡±.
Y c¨®mo no lo iba a ser para Keira Walsh. Si cuando ten¨ªa 12 a?os no sab¨ªa si se ten¨ªa que olvidar de la pelota. ¡°Hab¨ªa una regla de la FA que prohib¨ªa a las ni?as jugar con los ni?os despu¨¦s de una determinada edad. Mis padres no sab¨ªan qu¨¦ hacer. Yo pensaba que iba a terminar jugando sola en el jard¨ªn de mi casa o con mi padre. Estaba realmente muy triste¡±, recuerda la azulgrana. Pero su entrenador de entonces, Chris Burnham, se esforz¨® para encontrarle un equipo femenino en el que Keira pudiera simplemente jugar. Nada m¨¢s. ¡°?Qu¨¦ m¨¢s puede pedir una ni?a de 12 a?os? Yo quer¨ªa jugar al f¨²tbol. No so?aba nada m¨¢s¡±, relata. A los 17 a?os firm¨® su primer contrato con el City.
En el club blue ten¨ªa cerca a dos de sus ¨ªdolos: a David Silva, primero; y a Pep Guardiola, despu¨¦s. ¡°Mi padre es un fan¨¢tico del f¨²tbol espa?ol. No tiene nada que ver con el ingl¨¦s, ?no? A ¨¦l le gusta. Me pon¨ªa los partidos del Bar?a y me dec¨ªa: ¡®Mira qu¨¦ f¨²tbol m¨¢s hermoso¡¯. Hasta me obligaba a que me fijara en los movimientos y controles de Silva¡±, explica Walsh. Nunca se anim¨® a hablarle al t¨¦cnico de Santpedor. ¡°?Es Pep Guardiola. Mi padre me pon¨ªa sus v¨ªdeos!¡±, exclama. ¡°Adem¨¢s, yo soy muy t¨ªmida¡±. La inglesa, sin embargo, tiene un consuelo. ¡°Tengo sus v¨ªdeos en YouTube. Me gusta ver c¨®mo jugaba Pep. Tambi¨¦n lo hago con Busquets¡±.
Dos d¨ªas despu¨¦s de que se colgara la medalla de oro en la Euro, a Walsh la llam¨® su representante: ¡°Te quiere el Barcelona¡±. Y ella sab¨ªa lo que ten¨ªa que hacer. Llam¨® a su padre. ¡°Tienes que ir al Bar?a. No importa lo que pase. Tienes que jugar all¨ª¡±, le respondi¨®. El problema era que el Manchester City se ten¨ªa que poner de acuerdo con el Barcelona. Seg¨²n la prensa inglesa, Walsh se ha convertido este verano en la futbolista m¨¢s cara de la historia: 400.000 euros, superando a los 350.000 que pag¨® el Chelsea por Pernille Harder. En el Bar?a, sin embargo, lo desmienten. ¡°No llegamos ni de cerca a esa cantidad¡±, replican. ¡°?Qu¨¦ pienso yo?¡±, dice la mediocentro; ¡°no pienso en eso. Yo solo quer¨ªa jugar aqu¨ª. Entrenar aqu¨ª¡±.
M¨¢s agresividad
La adaptaci¨®n al Barcelona no fue f¨¢cil. Y eso que llegaba desde el City. ¡°La estructura de juego es la misma y la t¨¢ctica tambi¨¦n. Pero no la inteligencia de las jugadoras. Aqu¨ª hacen todo natural. No necesitan pensar. Todo les fluye. Y son m¨¢s agresivas en el juego. ?Le sorprende? A m¨ª tambi¨¦n. No tienes tiempo de pensar¡±, expone.
Walsh est¨¢ en el lugar qu¨¦ quiere y en la b¨²squeda de lo que le falta: la Champions. ¡°Vine aqu¨ª para ganarla. No es f¨¢cil, lo s¨¦. Pero si seguimos as¨ª, compitiendo y entrenando de esta manera, no veo por qu¨¦ no podamos ganarla. No es un duelo entre nosotras y el Lyon. Hay equipos muy fuertes como el Wolfsburgo, el Bayern y el PSG¡±, remata la inglesa, sorpresa de la Euro, ahora uno de los emblemas del renovado Barcelona que espera por la recuperaci¨®n de Alexia Putellas.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.