Nadal ante la quimera del Masters. Pero, ?y por qu¨¦ no so?ar?

Alza la vista Rafael Nadal en el interior del Pala Alpitur y lo que observa, le gusta. Es la primera vez que lo pisa, ya que el curso pasado no pudo competir por la lesi¨®n cr¨®nica que sufre en el pie izquierdo, y est¨¢ encantado en Tur¨ªn; no tanto por el escenario, que tambi¨¦n, como por el hecho de regresar a un torneo que hist¨®ricamente le ha vuelto la espalda y que se le niega a?o tras a?o. En concreto, el espa?ol ha logrado el billete para la cita maestra en 17 ocasiones consecutivas, pero por una raz¨®n u otra no ha conseguido conquistarlo. Una espina personal, puesto que el Masters es el ¨²nico laurel de prestigio que se le resiste y a ¨¦l, tan ganador como cabezota, le gustar¨ªa cerrar el gran c¨ªrculo, como ya hiciera el estadounidense Andre Agassi: los cuatro grandes, la Copa Davis, el oro ol¨ªmpico individual y el trofeo que distingue al mejor de los mejores del a?o.

¡°Buenos d¨ªas, ?qu¨¦ tal estamos?¡±, dice el tenista con semblante feliz, mientras disfruta de un entrenamiento al que adem¨¢s de su cuerpo t¨¦cnico ¨CCarlos Moy¨¤, Francis Roig y Marc L¨®pez¨C, asiste durante un rato su t¨ªo Toni, que mientras analiza los pelotazos de su sobrino le da indicaciones t¨¦cnicas a su jugador, Felix-Augger Aliassime: ¡°As¨ª, as¨ª¡±. Al otro lado de la red, el ruso Andrei Rublev las pasa canutas, porque resulta que el mallorqu¨ªn ha venido a las faldas de los Alpes con ganas, muchas ganas de hacerlo bien. Acompa?ado por primera vez de su hijo, Rafael j¨²nior, exprime y saborea cada golpe en este ¨²ltimo abordaje de una temporada extrema, a todo o nada. Nadal revienta la bola, ensaya con el servicio y las sensaciones son buenas; han desaparecido algunos agobios y est¨¢ sano, as¨ª que, ?por qu¨¦ no so?ar?

Los antecedentes dicen que est¨¢ casi todo en contra. De sus 17 clasificaciones para la Copa de Maestros, en siete tuvo que bajarse del tren por alg¨²n contratiempo f¨ªsico; en otra (2017, contra David Goffin) tuvo que retirarse despu¨¦s de jugar el primer partido, dolorido de la rodilla derecha; y para rematar el infortunio, en otras tres no logr¨® franquear la fase de grupos, adem¨¢s de haber perdido las dos finales que disput¨®: una contra Roger Federer (2010) y la segunda frente a Novak Djokovic (2013). Es decir, lejos, muy lejos quedan ya ambas oportunidades y su DNI dice que tiene ya 36 a?os, y que los cartuchos van agot¨¢ndose. A eso le suma que solo uno de sus 92 trofeos ¨Cel Masters 1000 de Madrid, en 2005¨C corresponde al formato de pista dura y bajo techo, solo cuatro de ellos obtenidos entre octubre y noviembre.

Es decir, pr¨¢cticamente una quimera. Pero¡­

¡°Nunca se sabe. En el deporte, a veces, las cosas cambian radicalmente. Estoy jugando m¨¢s o menos bien, contento; he podido entrenarme y estoy aqu¨ª, que me hac¨ªa ilusi¨®n, con lo cual vengo con la esperanza de hacerlo bien. No nos vamos a enga?ar: si no pensara que tengo opciones de luchar, estar¨ªa en otra parte. Al final creo que tengo mis posibilidades¡±, transmit¨ªa a un par de enviados especiales el viernes, tres d¨ªas antes del estreno de este domingo (21.00, Movistar) contra el estadounidense Taylor Fritz (9? del mundo). Esto es, si el cuerpo le respeta y no hay percance de por medio, Nadal no renuncia absolutamente a nada, pese a toda la estad¨ªstica negativa y a que en el ¨²nico torneo en el que ha podido probarse, Par¨ªs-Bercy hace dos semanas, pinchase a las primeras de cambio y acabara entre n¨¢useas.

Un servicio sin cors¨¦

No olvida el de Manacor ¨Cencuadrado en la fase inicial de grupos con Casper Ruud (4?) y Aliassime (6?), adem¨¢s de Fritz¨C que en este territorio no ha llegado a dar la talla. ¡°Me ha faltado ser mejor jugador en pista cubierta, es una realidad. Me he clasificado 17 veces para el Masters, pero no he estado las 17 competitivo; no s¨¦ cu¨¢ntas he podido jugarlo con opciones reales¡±, remarca. Todav¨ªa le escuece la derrota sufrida hace un par de a?os contra Daniil Medvedev, en las semifinales, cuando de verdad se ve¨ªa capaz de alzar el t¨ªtulo. ¡°Es una de las que m¨¢s me han dolido, fue la oportunidad m¨¢s clara de mi carrera¡±, precisa. Pero, a la vez, siente que tiene poco que perder y s¨ª mucho que ganar, dichoso adem¨¢s de poder cerrar el ejercicio jugando despu¨¦s de que terminara 2021 postrado en la enfermer¨ªa otra vez.

¡°Creo que estoy preparado¡±, anticipa. ¡°Y creo que en estos ¨²ltimos a?os he mejorado de una manera importante en este tipo de superficie¡±, valora el campe¨®n de 22 grandes, que durante el verano sufri¨® una doble rotura abdominal: una primera en Wimbledon (julio) y otra antes de viajar al US Open (agosto). El percance le oblig¨® a renunciar a seguir compitiendo en Londres y luego condicion¨® su servicio. Ahora, sin embargo, lo ejecuta sin cors¨¦s, con toda normalidad. ¡°Necesito continuidad, como la que tuve hasta Indian Wells [donde se fisur¨® una costilla]. A ver si el a?o que viene lo consigo. Quiero pasar m¨¢s d¨ªas en el circuito, compitiendo y entrenando. A estas alturas de mi carrera, uno se retroalimenta de la ilusi¨®n¡±, concluye.

Mientras tanto, en el otro grupo Djokovic marca el paso en la antesala de la competici¨®n. El serbio, pentacampe¨®n, se afila para intentar cazar a Federer (6) y revalidar un logro que se le resiste desde 2015, cuando super¨® al suizo en el O2 de Londres. Reciente finalista en Par¨ªs-Bercy ¨Csorprendido all¨ª por el joven dan¨¦s Holger Rune¨C, asegura llegar a punto a la reuni¨®n de los ocho maestros. ¡°Ser¨ªa un final perfecto, pero la semana es larga. Aqu¨ª, desde el primer partido hay una intensidad extra, pero estoy en forma, motivado y deseando que llegue el reto¡±, afirma el balc¨¢nico, que se batir¨¢ a partir del lunes con Medvedev, Rublev y el griego Stefanos Tsitsipas, su primer adversario. A su sobresaliente ejercer en la cita, le une los cuatro premios obtenidos en este 2022 que, ahora s¨ª, enfila la recta final. Nole amenaza, Nadal presenta candidatura y Tur¨ªn se prepara para un vibrante desenlace.

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