El Manchester City tropieza y el Arsenal es un ca?¨®n que le distancia en siete puntos
El cuadro londinense refuerza su liderato en la Premier con un triunfo en Brighton justo despu¨¦s de que el equipo de Guardiola empatase en casa contra el Everton
No son los Invencibles de 2004, pero este Arsenal va camino de escribir una gloriosa p¨¢gina del club londinense. Pocos se atreven a gritarlo bien alto, el equipo lleva tres a?os levantando cimientos, pero tambi¨¦n es tan biso?o que entre los 20 onces con media de edad m¨¢s joven que iniciaron partidos esta campa?a en la Premier, hay 12 alineaciones de Arteta. Parece a¨²n en construcci¨®n, pero ni as¨ª deja de sumar puntos y semeja inmune a la presi¨®n que cada vez es mayor. El Arsenal, en una prueba de car¨¢cter, salt¨® en la tarde de fin de a?o al Amex Stadium de Brighton tras saber que sus perseguidores, Manchester City y Newcastle, apenas hab¨ªan sumado un punto en sus citas como locales ante Everton y Leeds. Y sacaron el ca?¨®n los gunners: marcaron en el primer minuto Saka y completaron el triunfo (2-4) Odegaard, que gobern¨® el partido con la seda de su zurda, Nketiah y Martinelli. Ahora el Arsenal lidera la tabla con siete puntos de ventaja sobre el Manchester City y nueve sobre el Newcastle.
Los dos futbolistas m¨¢s decisivos de la Premier no jugaron el pasado Mundial. Son noruegos y se les aguarda contra Espa?a en el estreno de Luis de la Fuente al frente de la selecci¨®n en la primera cita para sacarse el billete a la Eurocopa. Haaland manda por exceso en una mezcla de exuberancia y precisi¨®n. Ante el Everton marc¨® su vig¨¦simo primer gol en la Premier, en la que promedia un tanto cada 59 minutos. En Champions rebaja nueve minutos esa media. Odegaard ya es el m¨¢ximo goleador del Arsenal, con siete dianas, pero sobre todo es el delicioso armador del juego del equipo, revestido adem¨¢s con los galones de la capitan¨ªa cuando acaba de cumplir 24 a?os.
En esta jornada la pareja vikinga, sin dejar de estar bajo los focos, tuvo un cara y cruz. A los quince segundos de su partido Haaland se fue al suelo tras un salto con Ben Godfrey, central del Everton. La bota de su pie izquierdo sali¨® despedida y su tobillo renque¨®, Guardiola envi¨® a ejercitarse a Foden y Juli¨¢n ?lvarez mientras se defin¨ªa si el gigante noruego pod¨ªa seguir sobre el c¨¦sped. Lo hizo, pero presa de una sobreexcitaci¨®n que deriv¨® en desquiciamiento. Apunt¨® al gol en un remate casi sin ¨¢ngulo que se le fue al lateral de la red y lo festej¨® tras un centro raso de Mahrez en el que se hizo espacio entre la mara?a defensiva del Everton. Pero Haaland acab¨® difuminado en un partido que enloqueci¨®, en el que el rival del City consigui¨® por momentos rebajar el ritmo y ampararse en las interrupciones para mantenerse con vida y aguardar a que el f¨²tbol, siempre indescifrable, le diese un premio. Jug¨® su loter¨ªa el Everton, compr¨® participaciones junto a su porter¨ªa y cant¨® el gordo (1-1) en la otra, en su ¨²nica excursi¨®n ofensiva, culminada con un disparo de Demarai Gray que enfil¨® la escuadra desde el pico del ¨¢rea.
El empate lleg¨® con casi toda la segunda parte por jugar y el City se aviv¨® para mostrar su habitual producci¨®n ofensiva, avasalladora en los instantes finales del partido. Pero el Everton se atrincher¨® en torno a Pickford, el felino meta de la selecci¨®n jnglesa, una garant¨ªa cuando se abr¨ªa alg¨²n resquicio en la muralla. Stones hab¨ªa rematado al palo, Grealish se cans¨® de lanzar disparos que bloque¨® la zaga, Haaland se pele¨® contra el mundo sin tocar bola, Guardiola se revolvi¨® en el banquillo y encontr¨®, quiz¨¢s muy tarde, a Juli¨¢n ?lvarez, G¨¹ndogan y, sobre todo, a Foden. Rodri tuvo, en fin, la ¨²ltima, en el minuto 112. Pero el City, que ya hab¨ªa perdido en su anterior partido en el Etihad, volvi¨® a tropezar como local. Ahora el calendario le se?ala dos salidas consecutivas a Stamford Bridge y Old Trafford. A Guardiola s¨®lo le dej¨® insatisfecho el marcador: ¡°Jugamos muy bien. Hicimos todo para ganar¡±.
En Brighton, donde nada le result¨® sencillo al Arsenal, Odegaard fue capit¨¢n general en una prueba de madurez del l¨ªder de la Premier, que pareci¨® resolver el partido con un 0-3 al inicio de la segunda parte, pero se vio en apuros con un gol del indomable nip¨®n Mitoma y media hora por jugar. Los locales se volcaron, tuvieron la pelota y generaron opciones de recortar a¨²n m¨¢s distancias en el marcador, pero tras una de ellas, el Arsenal teji¨® una contra en la que Odegaard se sac¨® un pase monumental al espacio para que Martinellli definiese ante Robert S¨¢nchez. Nada se acab¨®. El Brighton recort¨® distancias de nuevo y celebr¨® incluso un tercer gol en el que el VAR encontr¨® un fuera de juego inveros¨ªmil. Le apretaron al Arsenal, que se mantuvo en pie.
Tambi¨¦n luce lustroso el Manchester United, que construye su propia solidez. En Wolverhampton gan¨® (0-1) su segundo partido consecutivo tras la despedida de Cristiano Ronaldo, que ya no hab¨ªa contado en la victoria previa al par¨®n en casa del Fulham. En todo lo que va de temporada el equipo no hab¨ªa estado entre los cuatro primeros, pero 2023 lo comienza en posici¨®n de Champions, a la espera de lo que haga el Tottenham en el partido que le enfrenta en Londres al Aston Villa.
El t¨¦cnico Erik Ten Hag parece sostener las riendas. En el feudo de los Wolves prescindi¨® al inicio de Rashford entre la sorpresa generalizada. ¡°Motivos disciplinarios internos¡±, advirti¨®. Luego el delantero explic¨® que hab¨ªa llegado tarde a un entrenamiento porque se le pegaron las s¨¢banas. Ten Hag le dio el palo y acab¨® por sacar la zanahoria. Rashford salt¨® al campo tras el descanso y marc¨® el tanto de la victoria. Luego el entrenador recalc¨® el car¨¢cter colectivo de su idea de f¨²tbol, en la que no entraba Cristiano Ronaldo. ¡°Si somos dif¨ªciles de ganar es porque atacamos once y defendemos once¡±. S¨®lo han perdido en una de las ¨²ltimas nueve jornadas. Pero el Arsenal est¨¢ a once puntos y Ten Hag no espera muchos errores del cuadro londinense. ¡°Si queremos llegar arriba tendremos que ganarlo todo¡±, apunta. En realidad, a d¨ªa de hoy, pocos pueden imaginar c¨®mo podr¨ªa empezar a quebrarse un equipo que parece indestructible.
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