Laia Sanz charla con Cristina Guti¨¦rrez: ¡°Ahora vas a una carrera de chavales y est¨¢ lleno de ni?as¡±

Laia Sanz i Pla-Giribert (Barcelona, 1985) y Cristina Guti¨¦rrez Herrero (Burgos, 1991) se saludan y abrazan efusivamente al verse por primera vez desde que aterrizaron en Arabia Saud¨ª. Llevan ya tres d¨ªas en el campamento XXL que la organizaci¨®n del Dakar ha montado a orillas del Mar Rojo, donde las m¨¢s de 3.000 personas que forman el convoy de la prueba ultiman los detalles de la 45? edici¨®n. El rally arranca hoy con una etapa pr¨®logo de 12,5 km cerca de la poblaci¨®n costera de Yanbu, al oeste del pa¨ªs. Tanto la catalana, en su segunda participaci¨®n en coches, como la castellanoleonesa, en la categor¨ªa T3 de prototipos ligeros, buscan resultados ambiciosos: la primera quiere llegar entre los 15 mejores veh¨ªculos a Dammam el pr¨®ximo 15 de enero; la segunda parte como candidata a la victoria en su clase. De por medio, a los 820 participantes les esperan 8.549 kil¨®metros de aventura, 4.709 de ellos cronometrados, divididos en 15 etapas que buscan dotar de m¨¢s dureza a la prueba. En conversaci¨®n con EL PA?S, ambas competidoras reflexionan sobre su buen momento personal, los avances de la mujer en el mundo del motor y el reto que supone la cuarta incursi¨®n en el desierto saud¨ª.

Pregunta. ?Hay una relaci¨®n especial entre las mujeres participantes?

Laia Sanz. A m¨ª me es indiferente, me relaciono igual con todos.

Cristina Guti¨¦rrez. Yo tambi¨¦n. Somos uno m¨¢s. S¨ª que hace ilusi¨®n ver a m¨¢s mujeres, porque cuando Laia empez¨® no habr¨ªa ni¡­

L.S. ?ramos seis o siete en total, y ahora hay m¨¢s de 50.

C.G. Un mont¨®n. Est¨¢ bien, porque te hace ver que el tema est¨¢ evolucionando.

P. ?Se puede mantener amistad y rivalidad?

L.S. S¨ª. Yo, que vengo del mundo de la moto, pienso que all¨ª hay todav¨ªa m¨¢s compa?erismo. Est¨¢s solo, te juegas la vida y puede ser que tu rival te salve la vida. Cuando hay un accidente, el primero que llega es tu oponente. Especialmente en el Dakar hay muy buen rollo. Por ejemplo, uno con el que me peleaba mucho es ahora mi copiloto [Maurizio Gerini].

C.G. ?Anda! En coches es algo distinto, pero dentro del equipo se comparten piezas si hace falta. Esto solo pasa en el Dakar, y el ambientillo es una de las cosas que m¨¢s engancha.

P. ?C¨®mo viven los d¨ªas previos al inicio?

C.G. Con muchas ganas de empezar.

L.S. A m¨ª se me hace muy largo. Soy nerviosa y me cuesta estar parada. Me aburro y encima hay colas para todo, es pesado. Tengo ganas de dar gas.

C.G. Yo necesito arrancar, coger ritmo. No me gusta la etapa de descanso, a la que paras¡­

L.S. ?Te cuesta arrancar!

P. ?Qu¨¦ esperan de esta edici¨®n?

L.S. Siempre nos asustan. Siempre se dice que ser¨¢ el m¨¢s duro, pero este a?o creo que es verdad. Hay m¨¢s kil¨®metros, hay m¨¢s d¨ªas. Los coches no podremos parar durante el repostaje, y es inc¨®modo. No puedes ir al ba?o, comer bien durante la etapa, y eso endurecer¨¢ la carrera.

C.G. El Empty Quarter [el cuadrante vac¨ªo del desierto saud¨ª], cuando ves el perfil de etapa, muy corta, te hace pensar.

L.S. Eso es trampa. En el Dakar, cuando hay una etapa tan corta es que es jodida.

P. ?Se fijan mucho en lo que hacen los dem¨¢s competidores?

L.S. Hay poco tiempo. Es llegar, comer, fisio. Hay gente a la que no ves durante todo el Dakar. Seguramente no nos veremos en toda la prueba, pero al final terminas cont¨¢ndote las batallas.

C.G. Igual cenando, de pasada, un ¡®?qu¨¦ tal?¡¯ Cada uno tiene su rutina, pero es interesante hablar con otra gente de tu categor¨ªa.

P. ?C¨®mo va el tema de la inclusi¨®n en el deporte de motor?

L.S. Miro atr¨¢s y, por suerte, el tema ha cambiado mucho.

C.G. Solo con ver el n¨²mero de mujeres ya no sientes tanto respeto. Cuando empec¨¦, la ¨²nica referencia que ten¨ªa era Laia. Ten¨ªa ese miedo de ver si pod¨ªa entrar en este mundo sin m¨¢s. Lo que m¨¢s me ha costado es hacerme valer, a veces cuando yo digo algo no se creen del todo que pueda tener esa experiencia, y eso todav¨ªa me cuesta ahora. Hoy, por lo general, ya no es lo normal.

L.S. Y no son solo las pilotos. En un equipo antes eran todo t¨ªos, y ahora hay una ingeniera y una mec¨¢nica en el m¨ªo, en trabajos que se consideraban de hombres.

P. Aun as¨ª, en el campamento hay una clara mayor¨ªa son hombres.

L.S. Hubieras alucinado hace 10 a?os.

C.G. Los ba?os de chicas vac¨ªos¡­ (r¨ªe)

L.S. ?No hab¨ªa nadie!

P. Son pilotos consolidadas, ?notan si les dan m¨¢s proyectos interesantes?

L.S. No nos dan, no, nos lo curramos. En la moto s¨ª hab¨ªa demostrado mucho, pero en coches estoy empezando de cero. Sales de tu zona de confort, y lo que hice antes no sirve de demasiado, aunque algo ayuda.

C.G. Tengo menos experiencia que Laia, pero si es cierto que, aunque estos a?os parece que todo va bien, es verdad que tienes batallas mentales, dudas de ti misma. Es un trabajo donde no desconectas nunca, y a m¨ª al menos me cuesta. Siempre estamos trabajando, buscando patrocinios.

P. ?Creen que hay todav¨ªa diferencia de trato respecto a los hombres?

L.S. Con los Mundiales que he ganado en moto, si fuese un t¨ªo podr¨ªa retirarme y trabajar poco. No ser¨¢ as¨ª, pero tampoco hay que enga?arse. El hecho de ser mujer en un ¨¢mbito donde no era lo normal tambi¨¦n me ha ayudado. En las motos me cost¨® muchos a?os demostrar mi val¨ªa, entrar en el equipo oficial. Siempre hab¨ªa que demostrar m¨¢s.

C.G. Al final, la que entra tiene la lupa encima. Si haces algo mal, parece que es tres veces peor que el error de un hombre. Si cometes un error, parece que te est¨¢n mirando mal. S¨ª estoy de acuerdo con Laia sobre el tema de la atenci¨®n y los patrocinios, hay dos caras de la misma moneda.

L.S. Hay que recordar que este es un mundo muy dif¨ªcil para cualquiera. Tambi¨¦n hay pocos hombres que no deban trabajar mucho y poner de su bolsillo para llegar al Dakar. En ciertas cosas nosotras lo tenemos peor, pero soy optimista y vamos por el buen camino.

P. Por vuestro trabajo, como es el caso, viajan a sitios donde los derechos de la mujer dejan mucho que desear, ?les incomoda?

L.S. En el Dakar vivimos en una burbuja. Vas de la etapa al vivac, y es como estar en casa.

C.G. No vivimos la realidad de aqu¨ª.

L.S. No estamos integrados, es un mundo paralelo.

P. ?C¨®mo ha sido competir como compa?eras de Carlos Sainz y S¨¦bastien Loeb en la Extreme E?

L.S. Ha sido genial, creo que para las dos.

C.G. Aprendes todo el rato.

L.S. Imag¨ªnate empezar en el mundo de los coches con Carlos. Seguro que ha acelerado mi proceso de aprendizaje. No hubiera podido aprender tan r¨¢pido y tan bien sin alguien como ¨¦l acompa?¨¢ndome.

C.G. S¨¦bastien es muy natural. Es como un padre deportivo, un amigo. Es tan sincero con todo. Hay muy buen rollo, me ayuda con todo y nos lo pasamos muy bien. ?Es una leyenda! Todav¨ªa no me lo creo.

P. ?Qu¨¦ significar¨ªa que una de vosotras, o cualquier otra mujer, volviera a ganar el Dakar?

L.S. Ya lo hizo Jutta [Kleinschmidt], y hay que repetir. Hay que ir a por ello.

C.G. Para m¨ª es cuesti¨®n de estad¨ªstica. Cuantas m¨¢s mujeres haya ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que alguna gane. Hay que empujar, y Laia ha demostrado que puede conseguirlo. Yo en mi categor¨ªa estoy pele¨¢ndome como puedo. Hay que darlo todo y luego tener algo de suerte.

P. ?Ser¨ªa posible un Dakar paritario en el futuro?

L.S. No soy partidaria de forzarlo. Es un tema de educaci¨®n. Yo cuando empec¨¦ de peque?a era la ¨²nica, un bicho raro. Me dec¨ªan marimacho y de todo. Ahora t¨² vas a una carrera de chavales y est¨¢ lleno de ni?as. No hay que repartir los n¨²meros como los ministros. Yo creo en la gente que es v¨¢lida y competitiva.

C.G. Pienso lo mismo. Con tener la libertad de hacer y decidir, eso ya ser¨ªa un gran logro.

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