Sabalenka alcanza en el Open de Australia, por fin, una gran final

Es 26 de enero, D¨ªa Nacional de Australia, y los ca?ones suenan a primera hora del d¨ªa y los aviones sobrevuelan Melbourne mientras la historia preside las semifinales femeninas de este Open de Australia. Desde el palco de celebridades, The Original Nine, siete de las nueve hero¨ªnas que desafiaron a un mundo de hombres y cambiaron para siempre su deporte, disfrutan, comentan y asienten: efectivamente, bonita final. Aryna Sabalenka contra Elena Rybakina, de mazo a mazo. Dos jugadoras sin median¨ªas que cotizan al alza; seguramente, las dos mejores del torneo y merecedoras de la plaza.

La primera, de 23 a?os y superior este jueves a la veterana Victoria Azarenka (7-6(4) y 6-3), ya conquist¨® Wimbledon el ¨²ltimo verano con una sangre fr¨ªa a prueba de bombas, mientras que la segunda, un volc¨¢n en erupci¨®n, busca la receta definitiva contra su propia naturaleza: en la calma est¨¢ el secreto, qui¨¦n sabe si el ¨¦xito. No hay quien le frene en este 2023, resumido en un pleno: 10 partidos y otras tantas victorias; 20 sets disputados y otros tantos al bolsillo; t¨ªtulo en Adelaida y ahora, por primera vez y despu¨¦s de chocar tres veces con la barrera de la pen¨²ltima ronda, en la gran final de uno de los cuatro santuarios.

Despu¨¦s de 20 participaciones en los majors, Sabalenka encuentra por fin la recompensa, a falta de ponerle el lazo en la cita del s¨¢bado (9.30, Eurosport). Llegar¨¢ despu¨¦s de un trazado inmaculado ¨CSherif, Kontaveit, Alexandrova, Garc¨ªa y Pliskova antes de abatir a Magda Linette (7-6(1) y 6-1)¨C y con una notable evoluci¨®n. Devorada por la presi¨®n y las dobles faltas, ha corregido la biomec¨¢nica en el saque y desde el punto de vista mental ha dado un salto importante. Con el mismo apetito y la misma de siempre, va templ¨¢ndose y acerc¨¢ndose adonde se intu¨ªa que pod¨ªa llegar. Tiene hechuras de campeona.

¡°Creo que es normal y est¨¢ bien sentirse un poco nerviosa. Es un gran torneo, una gran final. Pero a¨²n me queda un partido m¨¢s; est¨¢ bien saber que he superado la barrera de las semifinales, pero todav¨ªa me queda un partido m¨¢s. Solo quiero mantenerme centrada¡±, afirm¨® ante los periodistas, a la vez que reconoci¨® que ha dejado de trabajar con su psic¨®logo y que ahora es ella misma la que ¡°acepta y lidia¡± con su ¡°propia responsabilidad¡±.

Con 11 trofeos en el expediente, la bielorrusa (24 a?os y virtual dos del mundo) acelera y encara con decisi¨®n a Rybakina, un iceberg que rara vez pierde la br¨²jula, ya vengan mejor o peor dadas. No era sencillo el cruce con Azarenka, campeona del torneo en 2012 y 2013, otra vida ya, pero lo supo encauzar y sin hacer ruido afrontar¨¢ su segunda final de un Grand Slam. Los precedentes dicen que el viento sopla en su contra: tres duelos, tres derrotas; Wuhan (2019), Wimbledon y Abu Dabi (2021). Sin embargo, conoce las curvas de una gran final y amenaza. De poder a poder, el ep¨ªlogo garantiza una tarde de v¨¦rtigo.

¡°Va a ser duro, eso seguro¡±, indic¨® Rybakina, que por el camino hacia el duelo del s¨¢bado ha apeado a tres ganadoras de majors (Swiatek, Ostapenko y Azarenka), lo que la convierte en la primera que consigue algo as¨ª desde que lo hiciera Jennifer Capriati (Hingis, Davenport y Seles) en la edici¨®n de 2001; ¡°todas ellas tienen una gran experiencia y ha sido un gran desaf¨ªo para m¨ª, pero dir¨ªa que todo ha sido m¨¢s f¨¢cil que en Wimbledon [en julio], porque entonces jugu¨¦ por primera vez unos cuartos, unas semifinales y la final¡±.

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