El Atl¨¦tico de Madrid, de una celebraci¨®n esperp¨¦ntica a un traspi¨¦
El conjunto rojiblanco empata ante el Getafe tras adelantarse con un gol de Correa validado por el VAR tras la sustituci¨®n del argentino
El VAR puede dejar im¨¢genes ins¨®litas y esperp¨¦nticas como la que depar¨® el gol de Correa que daba una victoria al Atl¨¦tico que finalmente no se dio. Empat¨® el Getafe de penalti en los ¨²ltimos minutos y retrat¨® el mal partido de los rojiblancos. El traspi¨¦ le quit¨® foco al tanto local, celebrado con su autor ya cambiado y sentado en el banquillo. Hab¨ªa marcado Correa tras aprovechar un despeje muerto de David Soria a duro disparo lejano de Lemar. El asistente levant¨® la bandera y Simeone aprovech¨® para mandar al banquillo al franc¨¦s y al argentino. Todo normal hasta que Mateu Lahoz fue avisado por los encargados del videoarbitraje. La concesi¨®n final del tanto desemboc¨® en el surrealismo. Simeone y los jugadores del Atl¨¦tico salieron disparados a celebrar el gol con Correa, ya abrigado junto al resto de los reservas. Morata le hizo salir a saludar, ante el j¨²bilo de una hinchada que hab¨ªa asistido a un partido espeso.
El Atl¨¦tico se hab¨ªa desplegado de arranque bajo los prolongados y l¨²gubres silencios que se viven en el Metropolitano, solo rotos cuando cada parte recrimina a la otra sus apoyos (Simeone) o sus fobias (la dirigencia). Un ambiente que deja todo el peso de calentar al personal a los jugadores. Y estos hicieron muy poco por generar entusiasmo en el primer acto. Dio igual que el entrenador argentino pusiera el mismo once que le mir¨® a la cara al Madrid en la Copa. O que el visitante fuera el Getafe, en el que Quique S¨¢nchez Flores vive una contrarrejoj hacia su destituci¨®n. Tampoco pareci¨® prender la mecha entre los futbolistas rojiblancos que el Villarreal, competidor directo por los puestos en la Liga de Campeones, le concediera su primera victoria al colista Elche.
Los brotes verdes que emanan desde la alineaci¨®n, con la consolidaci¨®n de la apuesta por los tres delanteros (Correa, Morata y Griezmann), y desde un juego m¨¢s afinado en los ¨²ltimos partidos apenas emergieron. Entre la frialdad del grader¨ªo, el ritmo de di¨¦sel y la defensa de tres centrales del Getafe, al Atl¨¦tico se le hizo bola el duelo hasta el entretiempo. Tuvo coletazos de Correa y De Paul. Este dej¨® solo a Griezmann en el punto de penalti, pero el galo remat¨® manso y con poca intenci¨®n en el ajuste.
Un posible penalti de Djen¨¦ a Morata y un gol bien anulado a este fue todo lo que pudieron producir los rojiblancos. Ech¨® de menos el equipo de Simeone a un Griezmann m¨¢s da?ino e intervencionista. Depende mucho el Atl¨¦tico de que el franc¨¦s alumbre los ¨²ltimos metros. Y tambi¨¦n echa en falta que Lemar acabe por ser ese futbolista desequilibrante por el que el club desembols¨® 70 millones de euros por el 70% de su pase al M¨®naco. Se ha convertido en un jugador intrascendente que ha perdido lo mejor a lo que puede renunciar un futbolista de sus caracter¨ªsticas. No se atreve a encarar o a arriesgar con pases que rompan l¨ªneas.
Si poco hizo el Atl¨¦tico, menos hizo el Getafe en la primera mitad. Desalmados sus futbolistas, plasmaban un partido funcionarial. Muchos de sus jugadores parecen aguardar ya el punto y final a la etapa de Quique. Se desperezaron un par de veces: una llegada de Portu que Borja Mayoral finaliz¨® con un disparo alto y un segundo derechazo de Enes Unal tras recoger el rebote de la barrera en una falta directa lanzada tambi¨¦n por el turco.
El silencio castigador acompa?¨® a los jugadores del Atl¨¦tico a los vestuarios. De all¨ª salieron m¨¢s activados, urgidos por la necesidad de facturar tres puntos vitales tras el traspi¨¦ del Villarreal. Hubo m¨¢s empuje que juego. Segu¨ªan sin encontrar los rojiblancos v¨ªas para desmontar la defensa del Getafe. Hasta que pasada la hora de juego lleg¨® el estramb¨®tico lance del tanto de Correa y de la ins¨®lita celebraci¨®n. Ya hab¨ªa operado Simeone con los cambios, as¨ª que Carrasco y Marcos Llorente, que reaparec¨ªa tras dos semanas de baja, tomaron las posiciones del argentino y de Lemar.
No ve¨ªa Simeone claro el partido y pretendi¨® cerrarlo con la entrada de Sa¨²l por Morata. Un mensaje que el Getafe interpret¨® como el momento de apelar al menos al orgullo de resignarse a la derrota. Y se encontr¨® con unas manos de Sa¨²l en un salto en una disputa en el ¨¢rea. Enes Unal revent¨® el lanzamiento a la derecha de Oblak. Con apenas 10 minutos, solo una cabalgada de Carrasco y su posterior cruzado amenazaron de verdad a David Soria. La entrada final de Depay supuso una rectificaci¨®n de Simeone a su intento por guardar el resultado.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.