Por qu¨¦ el Barcelona mendiga y el Chelsea despilfarra

El f¨²tbol europeo est¨¢ escandalizado con la capacidad de gasto de la Premier en comparaci¨®n con el resto de ligas europeas. Como es bien sabido, la Premier ha invertido en este mercado de invierno casi 830 millones de euros, m¨¢s que las ligas espa?ola, alemana, italiana y francesa juntas. Por supuesto, el gran foco de atenci¨®n se ha situado en el Chelsea, que este invierno se ha gastado 330 millones de euros en fichajes, con el argentino Enzo Fern¨¢ndez a la cabeza del cartel, y lleva invertidos un total de 745 millones de euros desde el comienzo de la temporada. En el polo opuesto est¨¢ el Barcelona, un club rico que tiene que mendigar para inscribir a sus jugadores porque incumple las normas financieras de la Liga. Aunque no todo son desventajas para los competidores continentales porque han acaparado el grueso del gasto de la Premier: s¨®lo el 3% de ese gasto ha ido a clubes de las ligas inferiores inglesas.

Las razones de todo eso se sintetizan en cuatro. Uno, la Premier en general y el Chelsea en particular tienen dinero para gastar. La Liga en general, mucho menos, y el Bar?a en particular, casi nada. Dos, las reglas del fair play financiero son mucho m¨¢s estrictas en la Liga que en la Premier. Tres, y punto clave, las reglas de la Liga son proactivas (las restricciones se aplican teniendo en cuenta el futuro: si a un club no le salen las cuentas se encuentra encadenado de inmediato y no puede fichar o no puede fichar si no arregla antes las cuentas) mientras que las de la Premier son reactivas (al que se demuestra que ha incumplido la normas de contenci¨®n durante cierto periodo se le aplican sanciones a posteriori en forma de multas y, potencialmente, la retirada de puntos). Cuatro, las reglas de la Premier no son solo m¨¢s laxas que las de la Liga, son tambi¨¦n m¨¢s laxas que las de la UEFA (que afectan a todos los clubes que juegan competiciones europeas) mientras que las de la Liga son mucho m¨¢s exigentes que las de la UEFA, aunque eso est¨¢ cambiando sobre todo en un aspecto crucial: los topes salariales respecto al gasto total en las competiciones europeas van a ser pronto tan estrictos como los espa?oles.

Los clubes ingleses tienen m¨¢s dinero porque los derechos de televisi¨®n son mucho m¨¢s elevados que en las otras ligas y se reparten de forma m¨¢s equitativa, lo que favorece a los clubes medianos y peque?os y les permite entrar a saco en el mercado continental. La fuerza y atractivo de la Premier hace tambi¨¦n que haya muchos m¨¢s inversores dispuestos a gastar dinero en el f¨²tbol ingl¨¦s y les facilita la captaci¨®n de contratos de patrocinio y publicidad, lo que favorece en este caso a los clubes grandes. En estos momentos solo el Brentford, el Brighton, el Southampton, el Tottenham y el West Ham est¨¢n controlados por propietarios ingleses.

Hasta seis clubes est¨¢n dominados por capital estadounidense adem¨¢s del Aston Villa, controlado conjuntamente por el estadounidense Wes Edens y el egipcio Nasseff Sawiris, y el Fulham, del millonario paquistan¨ª-estadounidense Shahid Rafiq Khan. El Leeds United est¨¢ controlado por un inversor de Italia, el Leicester por una familia tailandesa, el City por Abu Dhabi, el Newcastle por Arabia Saudita, el Forest por Grecia, y el Wolverhampton por China, mientras que el due?o del Everton es Farhad Moshiri, un brit¨¢nico-iran¨ª residente en M¨®naco.

Hay inversores que buscan ganar dinero, como los Glazer con el Manchester United. Otros buscan influencia social o pol¨ªtica. Los petrod¨®lares convirtieron al Manchester City en potencia mundial, intentan ahora hacer lo mismo con el Newcastle United y colocaron al PSG franc¨¦s en el mapa del f¨²tbol europeo. El problema es que a los due?os de estos clubes les importa muy poco ganar o perder dinero: buscan sobre todo propaganda pol¨ªtica para sus pa¨ªses (los Emiratos ?rabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar). Existe la muy extendida sospecha de que buena parte de los contratos de publicidad y patrocinio de estos clubes proceden en ¨²ltima instancia de empresas conectadas con esos gobiernos, por lo que constituir¨ªan de hecho ayudas de Estado. El City fue investigado y sancionado por la UEFA en 2020, pero el Tribunal de Arbitraje del Deporte anul¨® la sanci¨®n por entender que las acusaciones no se hab¨ªan probado o hab¨ªa expirado el plazo para sancionarlas.

Sin embargo, la prensa inglesa asegur¨® en su d¨ªa que la justicia brit¨¢nica segu¨ªa investigando a partir de publicaciones en la prensa alemana y que el City hab¨ªa intentado ocultarlo. Precisamente, el lunes, la Premier League acus¨® al City de incumplir m¨¢s de 100 veces las regulaciones financieras entre 2009-10 y 2017-18 y remiti¨® el caso a una comisi¨®n independiente. El club corre el riesgo no solo de recibir una multa, sino de ver reducidos sus puntos o incluso relegado a una divisi¨®n inferior.

Las reglas inglesas del fair play financiero impiden a los clubes tener unas p¨¦rdidas anuales de m¨¢s de 35 millones de libras (39 millones de euros) anuales durante tres a?os consecutivos (117 millones de euros en el conjunto del periodo), pero los clubes siempre han sido capaces de maquillar sus cuentas teniendo en cuenta las diferentes partidas de gasto que quedan excluidas de esta regla, desde las p¨¦rdidas ocasionadas por la covid hasta las inversiones en f¨²tbol femenino, en renovaci¨®n de estadios o en gastos comunitarios.

El Brexit apenas ha afectado a la Premier: los jugadores extranjeros han de sumar una serie de requisitos muy f¨¢ciles de cumplir para obtener un permiso de trabajo, pero ahora no pueden fichar a jugadores extranjeros menores de 18 a?os. Los clubes de la Uni¨®n Europea pueden fichar a jugadores mayores de 16 a?os.

Un aspecto clave en las finanzas del f¨²tbol es que la Premier no ha incorporado nunca un l¨ªmite salarial; a diferencia de la Liga, que proh¨ªbe que la masa salarial supere el 70% del gasto total. El f¨²tbol ingl¨¦s se plantea introducir alg¨²n tipo de l¨ªmite, pero la cifra sugerida es del 90% con el argumento de que, si no, los clubes peque?os se ver¨ªan muy perjudicados.

Como ya ha quedado dicho, los equipos espa?oles se encuentran con el inconveniente a?adido de que en cuanto incumplen ese l¨ªmite se aplican los mecanismos correctores pertinentes, lo que les impide fichar o dar de alta a nuevos jugadores, incluidos los procedentes del filial que quieren ocupar plaza en la primera plantilla. Adem¨¢s, la Liga limita a tres la presencia de jugadores no comunitarios, otro obst¨¢culo que no existe en la Premier, aunque en esta existe la obligaci¨®n de que al menos ocho jugadores sean ingleses.

Las normas europeas del fair play financiero establecidas hace m¨¢s de 10 a?os, que no han conseguido frenar el despilfarro ni evitar las ventajas de los llamados clubes-Estado, han cambiado ahora para imponer de forma gradual un sistema de l¨ªmites salariales: el 90% a partir de la temporada 2023-24, el 80% desde 2024-25 y el 70% desde 2025-26. Pero ha elevado de 30 millones de euros a 60 millones las p¨¦rdidas permitidas en un periodo de tres a?os. Seg¨²n el informe de la consultora Deloitte, el PSG se gast¨® en salarios el equivalente al 111% de sus ingresos en la temporada 2021-22, por delante de Everton (96%), Newcastle (95%), Leicester City (85%), Juventus (84%), Inter (82%) y Barcelona y Real Madrid (73%). El Manchester City, l¨ªder en ingresos (619 millones de euros), es tan solo sexto en el gasto total en salarios. El Madrid es segundo en ambos factores, mientras que el Bar?a es s¨¦ptimo en ingresos pero tercero en salarios.

El gasto estratosf¨¦rico del Chelsea se debe a la llegada de un grupo de inversores liderados por el estadounidense Todd Boehly tras la forzada marcha de Roman Abramovich, expulsado por el Gobierno brit¨¢nico por sus v¨ªnculos con el presidente ruso Vlad¨ªmir Putin. ?Cu¨¢l es su secreto? Ofrecer contratos de largu¨ªsima duraci¨®n a los nuevos jugadores, hasta de ocho a?os, y repartir su amortizaci¨®n en funci¨®n de los a?os de contrato. Es decir, si han gastado 745 millones de euros en jugadores con una media de ocho a?os de contrato, la cantidad a amortizar cada a?o es de 93 millones y eso les permite, aparentemente, cumplir las normas de contabilidad vigentes.

El problema del Chelsea es que dentro de unos a?os se puede convertir en el nuevo Barcelona (sobre todo cuando la UEFA aplique los l¨ªmites salariales), aunque en parte depender¨¢ del rendimiento de los nuevos fichajes. El Barcelona tambi¨¦n reparte la amortizaci¨®n de sus fichajes en varios a?os, pero se ha encontrado con un n¨²mero inusitado de jugadores que han costado una fortuna, han tenido contratos muy largos muy bien pagados, no han rendido lo que se esperaba, pero han puesto muchos obst¨¢culos para marcharse y/o cuando lo han hecho el Barcelona ha seguido pagando una gran parte de su salario. La lista es extensa: Coutinho, Griezmann, Umtiti, Pjanic, Andr¨¦ Gomes, Arda Turan, Lenglet, Mingueza, Junior Firpo, Trincao, Adama, Luuk de Jong, Riqui Puig¡­ Adem¨¢s de la traum¨¢tica marcha de Messi o la negativa a irse (o renovar para poder ser vendidos a buen precio) de jugadores que un d¨ªa parecen imprescindibles para el equipo y al otro un alivio para los problemas financieros del club, como Dembel¨¦ y Frenkie de Jong.

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