Ara¨²jo, un adulto entra en la oficina
Su supremac¨ªa f¨ªsica se corresponde con una velocidad y una potencia infrecuentes, el dominio infranqueable en el juego a¨¦reo y un sentido inmaculado del tempo defensivo
Como casi todas las buenas noticias del Bar?a, la consagraci¨®n de Ara¨²jo se debe en gran medida a las p¨¦simas noticias en el club. Su caso no es diferente al de Pedri, Gavi y Balde, jugadores que entraron en el equipo porque no hab¨ªa m¨¢s remedio. Por las mismas razones y con diversa fortuna, aparecieron Nico Gonz¨¢lez, Mingueza, Moriba, Abde y Jutgl¨¢, todos procedentes de la cantera y ninguno de ellos enrolado esta temporada en la plantilla de Xavi Hern¨¢ndez, pero con el futuro profesional m¨¢s que asegurado.
Durante a?os el mensaje del Bar?a fue rotundo: aqu¨ª no hay nada. Fueron los a?os del dispendio. El Bar?a se solt¨® la faja y emprendi¨® la carrera hacia el desastre. No hab¨ªa jugador que no le apeteciera. Si le sal¨ªa muy caro, mucho mejor. Ninguno de los jugadores que fich¨® entre 2016 y esta temporada sirvi¨® para mejorar visiblemente al equipo. En general, lo empeoraron, con un costo econ¨®mico desorbitado: 1.100 millones de euros. A estas alturas, Frenkie de Jong, en su quinta temporada, todav¨ªa es objeto de debate. Para unos es un crack incomprendido. Para otros, un jugador de alto valor econ¨®mico y perfectamente prescindible.
Adem¨¢s de retirar el saludo a la cantera, el Bar?a se empe?¨® en fichar centrocampistas y delanteros de toda clase. Lo mismo serv¨ªan Paulinho y Andr¨¦ Gomes que Artur y Frenkie de Jong. Hasta Coutinho, un jugador de corto aliento, se contrat¨® con la etiqueta de centrocampista. A Griezmann, que emit¨ªa se?ales para apuntarse al medio campo, se le conden¨® a competir con Messi, batalla perdida de antemano que estall¨® con un reguero de v¨ªctimas: el jugador franc¨¦s, el presidente Bartomeu, Messi, el equipo y el club.
Ara¨²jo lleg¨® al Bar?a B con 19 a?os, sin el menor ruido, procedente del Boston River, peque?o club uruguayo, que recibi¨® 1,5 millones de euros por el traspaso, m¨¢s tres en variables, si el central alcanzaba unas cotas, m¨¢s que superadas desde entonces. Su etapa en Segunda B, entre 2018 y 2020, se caracteriz¨® por la perplejidad que provocaba su estampa, un juvenil gigantesco, tanto por su altura como por su corpulencia.
Su corpach¨®n resultaba m¨¢s notorio a¨²n por el contraste con el resto del equipo, en el que predominaban jugadores peque?os y livianos. Era el Bar?a B de Riqui Puig, Collado y compa?¨ªa. Aunque Ara¨²jo era m¨¢s joven que algunos de ellos, su presencia le proporcionaba tal superioridad f¨ªsica que invitaba a la duda. Le ocurr¨ªa como a los juveniles que dominan en su categor¨ªa porque les sale la barba mucho antes que a los dem¨¢s. La barba es el techo de su progresi¨®n.
Es probable que su chasis le perjudicara en un club que adora los jugadores suaves y delicados. Apenas despert¨® expectativas. Han pasado tres a?os desde que comenz¨® a aparecer con regularidad en el Bar?a y en la Primera Divisi¨®n transmite el mismo efecto. Con Ara¨²jo, 23 a?os, ha llegado un adulto a la oficina del Bar?a, pero con varios factores a?adidos. Su supremac¨ªa f¨ªsica se corresponde con una velocidad y una potencia infrecuentes, el dominio infranqueable en el juego a¨¦reo -en las dos ¨¢reas- y, m¨¢s que nada, un sentido inmaculado del tempo defensivo.
Ara¨²jo remite a Puyol con 10 cent¨ªmetros y unos cuantos kilos m¨¢s, un defensa al que siempre apetece ver en situaciones de m¨¢xima dificultad, porque invita a pensar en soluciones tajantes, de primera calidad, como sucedi¨® contra al Villarreal. Lo m¨¢s asombroso es que su despliegue de autoridad, intimidante para los delanteros, se produjo cuando el equipo comenz¨® a flaquear y la victoria estaba en el alero. En esos momentos, Ara¨²jo fue una frontera en s¨ª mismo, el mejor defensa que el f¨²tbol pueda encontrar.
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