Vinicius, el rey de la anormalidad del Real Madrid
El brasile?o, puntual como siempre ante el Liverpool, levanta a un equipo blanco que se ca¨ªa a pedazos. ¡°Es el m¨¢s determinante del mundo¡±, asegura Ancelotti
A 200 metros de Anfield, los parroquianos de un pub que en tiempos fue una modesta iglesia despachaban con alegr¨ªa brit¨¢nica litros de una cerveza cuyo s¨ªmbolo era un chulapo madrile?o. El gent¨ªo se tom¨® con calma la entrada en Anfield, aunque luego explot¨® como siempre con el You¡¯ll never walk alone y pit¨® el himno de la Champions, mientras Klopp inflamaba a la grada sin llegar al minuto dos. Lo esperado. Para el minuto 15, el Madrid ya se ca¨ªa a pedazos: 2-0, y gracias. Lo normal en una eliminatoria de los blancos. Tambi¨¦n hab¨ªa un portero (Courtois) li¨¢ndola bajo palos, al que luego imit¨® Alisson en la otra costa. Lo t¨ªpico cuando se cruzan Madrid y Liverpool, que los metas cometan calamidades, aunque esta vez multiplicado por dos. Y despu¨¦s se produjo la cl¨¢sica resurrecci¨®n blanca desde m¨¢s absoluto de los vac¨ªos. M¨¢s normalidad si se tiene que cuenta que lo rutinario para el Madrid es lo anormal para el resto de la humanidad. As¨ª lleva un a?o, y ahora tambi¨¦n remonta fuera.
El Vinicius de Anfield tambi¨¦n fue normal. El jefe de este Madrid, el salvavidas de una pel¨ªcula que el Madrid lleva repitiendo desde la temporada pasada. Ahora mete los goles que busca y tambi¨¦n cuando huye de las jugadas, como en el 2-2. ¡°El m¨¢s determinante del f¨²tbol mundial. No hay otro con esta continuidad¡±, valor¨® Carlo Ancelotti.
Lo primero que hizo Milit?o fue lanzar dos balones largos a su compatriota. El equipo respira por Vini y no lo disimula. Hasta que en uno de esos intentos por sacar la cabeza en mitad del aguacero, el extremo cant¨® bingo con un golpeo sensacional con la derecha, combado, fuerte, abajo: 2-1. El inicio del remonte.
Un encuentro frente al Liverpool, casualmente, marc¨® el inicio de su crecida en la ¨¦lite. Ocurri¨® en la primavera de 2020, con un Zidane que lo miraba con sospecha y lleg¨® a pedir su venta. Sin embargo, en el p¨¢ramo de Valdebebas, en la ida de los cuartos, el franc¨¦s dio vuelo esa noche a dos extremos, a ¨¦l y a Asensio, para escarbar en los agujeros del conjunto de Klopp, y el joven, al fin, sac¨® pecho con un doblete cuando las mofas sobre su pericia ante el marco rival ya eran muchas. No tuvo m¨¢s gloria en el desenlace de esa campa?a, pero fue su primera llamada de atenci¨®n en Europa. La explosi¨®n definitiva lleg¨® meses despu¨¦s, ya bajo el manto de Ancelotti, con quien anot¨® el gol de Par¨ªs al Liverpool.
A los iluminados como ¨¦l los goles tambi¨¦n les caen del cielo. Fue el caso del 2-2. Le filtr¨® un pase Valverde al que no lleg¨® y la pelota termin¨® en los pies de Alisson que, delante del extremo, trat¨® de iniciar jugada con un pase tan blando que rebot¨® en un Vinicius que ya se hab¨ªa dado la vuelta para protegerse del golpeo, como instinto natural: 2-2 sin querer. La confirmaci¨®n de otro cap¨ªtulo de escapismo blanco. ?l tambi¨¦n provoc¨® la falta que dio origen al 2-3 de Milit?o -la sentencia de muerte red, seg¨²n confes¨® J¨¹rgen Klopp-, y enlaz¨® para que Benzema cocinara el 2-5. De sus 10 goles fuera de casa en toda la temporada, siete han sido en el extranjero.
La noche tambi¨¦n dej¨® una cuesti¨®n ya casi existencial: ?Qu¨¦ diablos sucede con los porteros en cada Madrid-Liverpool? Sus dos ¨²ltimas finales de Champions las decidieron ellos: con dos errores de Karius en 2018 que no se explican ni en un partido de alevines, y el a?o pasado con una actuaci¨®n colosal de Courtois. Esta vez, a falta de uno, dos. Ambos pifi¨¢ndola.
Sacaba pecho, y con raz¨®n, el belga en la previa de la ¨²ltima final sobre su gran mejor¨ªa con los pies. Pon¨ªa el ejemplo de la jugada que dio lugar al penalti del 3-1 contra el City, en la remontada del Bernab¨¦u. Hizo notar c¨®mo, siendo zurdo, inici¨® desde atr¨¢s con la pierna derecha, reflejo de la confianza que hab¨ªa adquirido. Y as¨ª era. Sin embargo, este martes se hizo un nudo como no se recuerda. Le encim¨® Salah, la pelota le rebot¨® en una rodilla y perdi¨® el paso ante el egipcio. ¡°Es un poco mala suerte. No pasa mucho. Un bal¨®n un poco dif¨ªcil de Carva, pero lo controlo bien. Veo a Salah que va a la izquierda, intento ir a la derecha¡¡±, trat¨® de explicar despu¨¦s el belga. A las desgracias bajo palos se uni¨® poco despu¨¦s Alisson, que colabor¨® en un d¨ªa de gloria de Vinicius, el resucitador de Anfield.
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