El ascenso ¡®interruptus¡¯ del se?or Courtois
El meta belga, desatado ante el Liverpool en la final de Par¨ªs, no se perd¨ªa tantos partidos por lesi¨®n desde hac¨ªa siete temporadas. Fue el primero en despertar tras el Mundial y el ¨²ltimo percance le cort¨® la crecida
En el ¨²ltimo mensaje navide?o de J¨¹rgen Klopp, un cl¨¢sico de la liturgia red cada 25 de diciembre, solo se escuch¨® un nombre propio: ¡°El se?or Courtois tuvo un muy buen d¨ªa¡±, lament¨® el t¨¦cnico alem¨¢n cuando le toc¨® recordar la final de la Champions contra el Madrid. Un minuto antes se hab¨ªa ablandado al confesar que nunca termina las fiestas sin ver Love Actually, pero el repaso a lo que ocurri¨® el pasado mayo en Par¨ªs ensombreci¨® el discurso. Para ¨¦l, como para casi todos, no hubo m¨¢s motivo de la derrota del Liverpool que el belga. ¡°La m¨¢s f¨¢cil de explicar¡±, sentenci¨® aquella noche.
Desde entonces, las vidas de ambos, entrenador y portero, han trazado m¨¢s de una curva. Muy especialmente en el caso del teut¨®n y su maltrecho equipo, pero la del tallo blanco tampoco ha discurrido en l¨ªnea recta tras el subid¨®n de Saint-Denis. Hac¨ªa siete temporadas, desde su segunda campa?a en el Chelsea, que no se perd¨ªa tantos partidos (10) por problemas f¨ªsicos. En octubre sufri¨® lo que el club inform¨® como una ciatalgia ¨C¡±m¨¢s un problema de espalda que de nervio¡±, precisan en el entorno de Courtois-, una dolencia muy inc¨®moda que no fue f¨¢cil de detectar y que le oblig¨® a un programa de infiltraciones que a¨²n contin¨²a. Y hace dos semanas le atac¨® una sobrecarga en el aductor de la pierna derecha de la que se ha recuperado justo a tiempo para la ida de los octavos en Anfield (21.00, Movistar Liga de Campeones). Un percance que fren¨® su gran crecida post Qatar.
Mientras casi todos sus compa?eros mundialistas se han ido despertando muy poco a poco -algunos todav¨ªa no lo han hecho del todo-, el regreso real del guardameta result¨® inmediato. Hasta Doha, su despliegue hab¨ªa sido discreto, pero el retorno a la rutina dispar¨® su contribuci¨®n, interrumpida hace 15 d¨ªas por la lesi¨®n de Mallorca con la que no ha querido correr riesgos en los plazos de recuperaci¨®n.
Si antes del Mundial hab¨ªa evitado 1,4 goles en 15 partidos, seg¨²n las m¨¦tricas de Opta, despu¨¦s ha salvado 3,8 tantos en solo 10 encuentros. En Liga, su porcentaje de paradas se ha multiplicado: del 68,4% hasta noviembre (19? en el ranking) al 89,5% (l¨ªder) desde Navidades. In¨¦dito en Pamplona, el torbellino de Anfield volver¨¢ a medir su capacidad de retorno tras otro par¨®n. All¨ª volver¨¢ a cruzarse con Mohamed Salah, al que m¨¢s amarg¨® en Par¨ªs. Ambos, compa?eros en el Chelsea en 2014, compartieron fotos y alguna broma en compa?¨ªa de Eden Hazard en el ¨²ltimo amistoso de B¨¦lgica antes del Mundial, ante Egipto en Kuwait.
Mo Salah finally got his revenge on Courtois as Egypt beat Belgium 2:1 in an International Friendly ??
— Sports Brief (@sportsbriefcom) November 18, 2022
Look how happy he is ?
?: VIRGINIE LEFOUR (Getty Images) pic.twitter.com/QSLe0aTgWn
La cita de Anfield tambi¨¦n supone el retorno de Courtois a Inglaterra, con la que ajust¨® cuentas nada m¨¢s levantar la Orejona. En los meses previos, no hab¨ªa desperdiciado la ocasi¨®n para protestar por no haber sido incluido entre los 10 mejores guardametas por una revista brit¨¢nica (FourFourTwo), lo que consider¨® una falta de respeto e, incluso, una cuesti¨®n personal. ¡°Ayer vi cosas graciosas provenientes de Inglaterra¡±, se arranc¨® despu¨¦s de ganar la Champions. ¡°Supongo que tiene que ver con la forma en que sal¨ª del Chelsea, pero gan¨¦ dos Premier y no creo que haya sido reconocido. Tras mi primer a?o en Madrid, que no fue muy bueno, mucha gente se rio de m¨ª, y ahora estoy aqu¨ª como un ganador¡±, se desquit¨® el belga, que ya en la previa hab¨ªa soltado la frase de la pol¨¦mica: ¡°Ahora estoy en el lado bueno de la historia [el Madrid]¡±.
Preocupaci¨®n por su familia antes de la final
Al f¨²tbol ingl¨¦s hab¨ªa llegado en 2014, tras encajar en Lisboa el gol de Ramos, y durante el primer mes que vivi¨® en un hotel londinense, al salir a la calle siempre se encontraba con un enorme cartel de la televisi¨®n Sky Sports con la imagen del cabezazo del sevillano. Lo suyo en Par¨ªs frente al Liverpool era, adem¨¢s, un asunto personal.
Antes de su despliegue sin igual (sus nueve paradas fueron r¨¦cord en una final de Champions desde, al menos, la 2003-04), tuvo que negociar con la preocupaci¨®n personal por todo lo que estaba ocurriendo en los exteriores del estadio. Solo diez minutos antes de que el partido comenzara tras el retraso, cogi¨® el m¨®vil y escribi¨® a un miembro de su equipo para asegurarse de que todos estaban bien. Sus hijos y la madre deb¨ªan entrar por una puerta diferente a la de sus padres, su pareja y otros integrantes de su grupo m¨¢s pr¨®ximo, entre los que se encontraba su cocinero. La confirmaci¨®n de que la seguridad de sus familiares estaba garantizada lo termin¨® de enfocar en una actuaci¨®n para el recuerdo, pese a la pubalgia que llevaba tiempo d¨¢ndole guerra. ¡°Es muy anal¨ªtico y lo mejor es que lo naturaliza todo. Las horas antes no hizo nada especial¡±, aseguran desde su entorno.
Klopp no volvi¨® a ver la final de Par¨ªs hasta esta semana. Lo hizo solo y sin sonido. ¡°Fue como una tortura. Ahora s¨¦ por qu¨¦ no la vi antes¡±, confes¨® este lunes, consciente de que, m¨¢s all¨¢ del instinto de supervivencia infinito del Madrid, su derrota tuvo un nombre: Courtois.
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