La selecci¨®n espa?ola vuelve a la gente

Luis de la Fuente termin¨® el viernes pasado de comentar su primera lista para la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol y anunci¨® algo que son¨® revolucionario: el primer entrenamiento de la nueva era, este lunes a las 19.00, ser¨ªa a puerta abierta para el p¨²blico, algo que no suced¨ªa desde noviembre de 2019, con Robert Moreno en el banquillo: ¡°Es una nueva etapa. Queremos andar un camino, y eso pasa por que el aficionado se sienta muy cercano a nosotros¡±, explic¨®. Y este lunes, a las 10.00, nueve horas antes del comienzo de la pr¨¢ctica, peque?os grupos de j¨®venes ya merodeaban la Ciudad del F¨²tbol de Las Rozas, vigilando la llegada de los internacionales, citados antes de las 13.00.

Detr¨¢s de la verja de la federaci¨®n, en el edificio de la residencia, los esperaba Luis de la Fuente para el primer recibimiento, que en muchos casos era un reencuentro con futbolistas fundamentales para ¨¦l en sus anteriores etapas en la casa, como Dani Ceballos, Fabi¨¢n Ruiz, Mikel Merino y Mart¨ªn Zubimendi. Los 26 que llegaron a Las Rozas no fueron los 26 anunciados el viernes. Faltaban Pedri y Gerard Moreno, lesionados desde entonces, y aparecieron Borja Iglesias y Yeremy Pino, que el viernes sab¨ªa que deb¨ªa ir a Madrid el lunes, pero porque lo hab¨ªa llamado Santi Denia para la Sub-21.

Con todos ya en la residencia, De la Fuente se dirigi¨® a ellos como grupo antes de comer. Una charla conjunta de recibimiento antes de almorzar, el rato de siesta y otra peque?a charla ya m¨¢s deportiva antes del entrenamiento inaugural.

Despu¨¦s de Moreno, la pandemia y Luis Enrique enclaustraron a la selecci¨®n. As¨ª que casi cuatro a?os despu¨¦s de la ¨²ltima vez, y un par de horas antes de empezar la sesi¨®n de trabajo, una larga cola serpenteaba arriba y abajo a las puertas de la sede de la federaci¨®n bajo la mirada de la Guardia Civil y la Polic¨ªa local de Las Rozas. A las 18.00 segu¨ªa aumentando la concentraci¨®n y se abrieron las puertas. Entraron casi dos mil personas, que vieron el viejo andamio desde el que dirig¨ªa las sesiones Luis Enrique. Esta vez lo ocupaba una c¨¢mara que registr¨® la sesi¨®n y la grada repleta que ten¨ªa enfrente, con un par de cientos de personas asomadas a la balconada sin asientos de uno de los fondos.

La pr¨¢ctica, leve despu¨¦s de la reciente jornada de los campeonatos nacionales de los que lleg¨® la tropa, y en la que el cl¨¢sico decidi¨® la Liga, se desarroll¨® en un ambiente alegre, de ilusi¨®n puramente infantil. Se trataba de un lunes primaveral y festivo en Madrid, por el d¨ªa del padre del domingo previo.

Despu¨¦s de media hora, Dani Olmo, Morata, Ceballos, Nico Williams, Oyarzabal y Mikel Merino ensayaban ataques con aperturas a la banda, centros y remates en el ¨¢rea, mientras el resto realizaba ejercicios sobre esterillas en la banda. La grada celebraba cada gol, lamentaba cada fallo. El griter¨ªo ilusionado era formidable. Entonces Dani Carvajal comenz¨® a caminar hacia la tribuna, acompa?ado de Nacho y Joselu, tr¨ªo de canteranos del Real Madrid. El estallido entusiasmado super¨® al de los goles de fogueo mientras poco a poco los segu¨ªan los dem¨¢s futbolistas. Firmaron camisetas, bufandas, gorras; y se tomaron decenas de selfis mientras Luis de la Fuente caminaba hacia el otro fondo por donde termin¨® desapareciendo. Hab¨ªa dado un paso sencillo y revolucionario, pero le queda por delante el f¨²tbol: Espa?a se enfrenta el s¨¢bado a Noruega en M¨¢laga (20.45, La1) y el martes a Escocia en Glasgow (20.45, La1).

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