Tiger Woods: el clon no registrado de Michael Jordan
Los rumores sobre su retirada definitiva se acumulaban en los plat¨®s de televisi¨®n y las redacciones de los peri¨®dicos mientras el golfista, en silencio, intentaba lo imposible: volver a ser el jugador que fue
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Michael Jordan conoce el lugar hacia el que se dirige mi vida, ya ha estado all¨ª¡±, declar¨® Tiger Woods en el programa de Oprah a los pocos d¨ªas de enfundarse su primera chaqueta verde. La amistad entre el nuevo prodigio del deporte americano y aquel dios disfrazado de jugador de baloncesto estaba en boca de todos a mediados de 1997, a?o que vio el alumbramiento del primer mam¨ªfero clonado a partir de una c¨¦lula adulta. ¡°Supongo que podr¨ªa ser una especie de Michael Jordan en el golf, o algo as¨ª¡±, hab¨ªa pronosticado un jovenc¨ªsimo Tiger ante las c¨¢maras de Trans World Sport siete a?os antes. Los chistes que suplantaban a la oveja Dolly por un felino se encontraban, de repente, a la orden del d¨ªa.
Nadie conoce, al menos no con certeza, el tipo de combustible que impulsa el fuego competitivo en uno de los deportistas m¨¢s ic¨®nicos de la historia tras su terrible accidente en 2021, ni siquiera un Michael Jordan que logr¨® regresar entero del viaje a los infiernos. Su salida de v¨ªa en Ranchos Palos Verdes, California, a m¨¢s de 140 kil¨®metros por hora, no solo estuvo a punto de costarle la vida, sino que adelant¨® en varios lustros las peores limitaciones de la vejez, con el dolor cr¨®nico y la movilidad reducida elevados a categor¨ªa de inseparables compa?eros de viaje. Esas son las cartas con las que se presenta el Tigre en Tea Olive, el hoyo 1 de Augusta, que ha comenzado a contar los d¨ªas para auparlo al olimpo definitivo de las leyendas y convocar su presencia en las salidas honor¨ªficas del primer d¨ªa. All¨ª le esperar¨¢n, al menos hipot¨¦ticamente, Jack Nicklaus y algunos r¨¦cords imposibles que todav¨ªa osan interponerse entre Woods y las verdades absolutas.
¡°Creo que est¨¢ cansado y que desea poder retirarse, pero todav¨ªa no sabe c¨®mo hacerlo¡±, especul¨® Jordan en una entrevista para la ESPN concedida all¨¢ por 2016, unas palabras que no gustaron del todo al primer deportista en alcanzar los mil millones de d¨®lares en ganancias de carrera. Los rumores sobre su retirada definitiva se acumulaban en los plat¨®s de televisi¨®n y las redacciones de los peri¨®dicos mientras Woods, en silencio, intentaba lo imposible: volver a ser el jugador que fue mientras hu¨ªa del hombre que era, de aquel novio oficial de Am¨¦rica que lo tuvo todo a cambio de esconder su propia alma. Tres a?os despu¨¦s, el rugido del Tigre volver¨ªa a resonar en el jard¨ªn de Georgia, confirmando una resurrecci¨®n tan improbable, tan perfecta, que ¨¦l mismo se encargar¨ªa de arruinarla por exceso de velocidad: los dioses metidos a tareas de hombres no entienden el concepto de humanidad.
Pese a los constantes cuchicheos, no hay motivos para sospechar que la relaci¨®n entre Michael Jordan y Tiger Woods haya quedado sepultada entre egos, malentendidos, esc¨¢ndalos y obligaciones propias de superestrellas. Tampoco los hab¨ªa para sospechar que el entonces n¨²mero uno del mundo se presentara en Galicia sin avisar, pero eso no impidi¨® que algunos medios locales titulasen con el ya famoso ¡°Tiger Woods domina en Pontevedra¡± tras la primera jornada del The Players, que se celebra en Ponte Vedra Beach, Florida: as¨ª funciona el realismo m¨¢gico, supongo. A fin de cuentas, el clon no registrado de Jordan domin¨® donde quiso con apenas propon¨¦rselo, sobre todo en un Augusta National que aliment¨® la codicia de un dios y le cur¨® las heridas de hombre.Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
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