Jon Rahm, una mente de acero para dominar a todos
El n¨²mero uno mundial, como Tiger Woods y Rafa Nadal, exhibe una fortaleza psicol¨®gica que marca la diferencia


Jon Rahm solo dej¨® volar su mente hacia la chaqueta verde cuando conect¨® el tercer golpe en el hoyo 18 y apenas le restaba un putt para conquistar el Masters. Hasta entonces hab¨ªa retenido las emociones que se agolpaban en su interior con una frialdad asombrosa. El vasco se hab¨ªa prohibido a s¨ª mismo pensar en el momento que estaba esperando toda su vida, desde que de ni?o le prometi¨® a su entrenador Eduardo Celles que ser¨ªa el n¨²mero uno del mundo, tambi¨¦n el vaticinio que hizo en 2013 cuando abri¨® una galleta de la suerte: ¡°Tu talento ser¨¢ recompensado¡±, dec¨ªa el mensaje. ¡°?Voy a ganar el Masters!¡±, tuite¨® entonces el joven Rahm.
En esos peque?os instantes de debilidad, cuando no quer¨ªa creerse a¨²n lo que estaba a punto de lograr, Jon Rahm pens¨® en Rafa Nadal. ¡°Me acord¨¦ cuando cont¨® que en la final de Wimbledon de 2008 contra Federer se permiti¨® pensar en la victoria y acab¨® perdiendo dos sets. Y yo no quer¨ªa que eso me pasara¡±, explic¨® el vasco ya con la chaqueta verde sobre sus hombros. El n¨²mero uno mundial complet¨® con esa ¨²ltima lecci¨®n de temple un Masters de una alta dureza psicol¨®gica por las interrupciones debido a la lluvia el viernes y el s¨¢bado. El aplazamiento oblig¨® a jugar el domingo un marat¨®n de 30 hoyos entre el final de la tercera jornada y la cuarta, una larga caminata que para Rahm comenzaba adem¨¢s con un putt para birdie que se qued¨® pendiente el d¨ªa anterior. Rahm lo convirti¨®, Koepka fall¨® el suyo para par y la renta del l¨ªder estadounidense se redujo a dos golpes. Una guerra psicol¨®gica se libraba en Augusta.
¡°Estuve tranquilo, nunca me frustr¨¦, nunca me sent¨ª como si algo estuviera fuera de control. Es verdad que lo de fuera no siempre es reflejo de lo que va por dentro. Estaba calmado, como con mi juego y con fe¡±, coment¨® Rahm sobre ese dominio mental de la escena mientras otros rivales se ahogaban en la presi¨®n de los hoyos decisivos; ¡°solo cuando he dado el tercer golpe en el hoyo 18 he dejado que mi mente se fuera. No quer¨ªa cre¨¦rmelo hasta que fuera algo fijo. Luego con la reacci¨®n del p¨²blico me invadi¨® una oleada de emoci¨®n por tantas cosas. Nunca pens¨¦ que iba a llorar ganando un torneo de golf, pero estuve muy cerca en ese hoyo¡±.
Esa mente de acero ha convertido a Jon Rahm en un competidor voraz. Como sucede con Nadal, el factor diferencial est¨¢ en su cabeza. El vasco trabaj¨® en los primeros a?os de su carrera profesional con un preparador mental, Joseba del Carmen, que le ayud¨® a canalizar y utilizar en su provecho toda esa energ¨ªa que desbordaba. Hoy Rahm escribe un diario que le ayuda a plasmar sus sentimientos y emplea la meditaci¨®n para controlar el torbellino de emociones que puede sentirse en un campo de golf, sobre todo en jornadas taquic¨¢rdicas como la que cerr¨® este Masters.
I am gonna win the masters! @goodwalkspoiled pic.twitter.com/c7oT46dMGG
— Jon Rahm Rodriguez (@JonRahmOfficial) November 9, 2013
El dominio de las pasiones le emparenta con Tiger Woods, que en su ¨¦poca de apogeo se mov¨ªa como un robot, impasible a cualquier bullicio a su alrededor. En la vuelta final en Augusta, Rahm fue un t¨¦mpano de hielo aunque por dentro latiera un volc¨¢n. Con el Tigre hab¨ªa compartido la cuarta ronda del Masters del a?o pasado, cuando ambos ya no ten¨ªan opciones de victoria e intercambiaron experiencias en temas m¨¢s personales como la paternidad. Una ronda en Augusta con el cinco veces ganador de la chaqueta verde siempre es un m¨¢ster.
Rahm ya ech¨® mano del manual de psicolog¨ªa cuando arranc¨® el torneo con un doble bogey el jueves. Apenas tard¨® en limpiar la mente y encadenar dos birdies seguidos para volver al punto de partida. La frustraci¨®n desapareci¨® para lanzarse a por su gran reto. Como aquella ocasi¨®n en 2021 en la que tuvo que abandonar el Memorial Tournament, el torneo de Jack Nicklaus, al dar positivo por covid cuando era l¨ªder y ten¨ªa el triunfo en la mano. O cuando se perdi¨® los Juegos de Tokio por el mismo motivo. Frente a cada obst¨¢culo, una mente blindada.
Gran actuaci¨®n de LIV Golf
Otro Masters se jugó en Augusta además del que dictó la clasificación. En disputa estaba también conocer si el primer grande de la temporada caía del bando de un jugador de las filas del circuito americano o por el contrario un representante de la Liga saudí, LIV Golf, cazaba para la nueva competición el primer gran título del Grand Slam.
Rahm dejó a salvo la corona para el poder tradicional, pero por detrás de él brillaron en la última ronda tres gallos de la Liga saudí entre los 18 participantes que se presentaron en la casilla de salida: Phil Mickelson y Brooks Koepka compartieron la segunda posición a cuatro golpes del líder, y otro por detrás Patrick Reed escaló hasta el cuarto puesto junto a Jordan Spieth y Russell Henley. No hubo una chaqueta verde saudí, pero sí una gran actuación de los rebeldes.
“Pensé que era emocionante que este torneo se elevara por encima de todo para tener a los mejores jugadores del mundo aquí y se perdieron todas las mezquindades; eso fue genial”, explicó Mickelson, que a los 52 años, y después de ganar tres veces el Masters (2004, 2006 y 2010), se convirtió en el golfista de más edad en terminar entre los cinco primeros en la historia del torneo. “Estoy contento de estar donde estoy”, aseguró Mickelson sobre su traspaso a la Liga saudí. “Quería algo diferente por muchas razones, y estoy sacando mucho provecho de ello porque el ambiente de equipo me aporta una gran energía y entusiasmo. Hay jugadores de todas partes, de todo el mundo en muchos circuitos, y los mejores juegan unos contra otros en los grandes. Eso es lo que debería ser el golf. Siempre habrá lugar para un torneo histórico como el Masters, pero está bien tener más variedad”.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
