El aprendizaje con fuego real de Camavinga
El Chelsea acosa al franc¨¦s, otra vez en el lateral izquierdo, hasta la aparici¨®n decisiva de nuevo en Europa de Rodrygo. Kroos afirma que su renovaci¨®n va ¡°por buen camino¡±
Al inicio de la velada, Carlo Ancelotti y Frank Lampard volvieron a fundirse en un abrazo, aunque esta vez con la seriedad que impuso la tensi¨®n del momento. Nada que ver con esa noche de mayo de 2011, cuando la vieja guardia del Chelsea de entonces se llev¨® a Carletto a cenar y a tomar unas copas por Londres para agradecerle los dos a?os que hab¨ªan pasado con ¨¦l tras el despido fulminante de Roman Abram¨®vich. Fue la primera vez que al t¨¦cnico italiano le ocurr¨ªa algo as¨ª en su carrera.
A Camavinga no le esper¨® en Stamford Bridge ning¨²n comit¨¦ amistoso de bienvenida. Purgados de inicio Sterling y Jo?o F¨¦lix, y reclutado Havertz, el plan de Lampard pasaba por hurgar en el flanco izquierdo del joven franc¨¦s, que empieza a acumular m¨¢s horas de vuelo este curso en el lateral que en el pivote -la posici¨®n a la que de verdad aspira-, aunque todav¨ªa sin los c¨®digos propios de un profesional de ese sector defensivo.
Por ah¨ª coloc¨® el t¨¦cnico ingl¨¦s a Reece James y le encomend¨® que percutiera como un p¨¢jaro carpintero. El plan blue era procurarse todos los centros posibles y, en esa intenci¨®n, lo que ocurr¨ªa en ese costado resultaba clave. No hubo que esperar nada para que los focos ajustaran la lupa en ese rinc¨®n, tambi¨¦n por el riesgo de Camavinga en algunas entregas en el arranque del duelo.
Esa fue durante muchos minutos la gran inquietud de los blancos, aunque, curiosamente, al final quien termin¨® hallando agua en el pozo de la banda derecha del ataque fue Rodrygo. El brasile?o encontr¨® a la vuelta de la pausa una autopista sin peaje, su centro no lo acert¨® a rematar Benzema (se retir¨® en el 71 con un golpe) y Vinicius le entreg¨® el 0-1. La temporada pasada, ante el Chelsea, Rodrygo activ¨®, en alianza de Modric, el segundo milagro de camino a la decimocuarta y este martes termin¨® de ahogar a los blue. Su estad¨ªstica sigue causando pasmo: en 100 encuentros de Liga suma 12 tantos, mientras que en 37 de la Champions ya se ha apuntado 15.
¡°No s¨¦ explicar lo que siento en esta competici¨®n, es muy especial para m¨ª¡±, acert¨® a decir tras el doblete. ¡°Su partido no fue tan bueno como otros que hizo, pero tuvo una efectividad extraordinaria¡±, se?al¨® Ancelotti. La asistencia del primero se la entreg¨® Vini, que ya ha participado de forma directa en 11 dianas en el torneo. As¨ª se plant¨® el Madrid en su und¨¦cima semifinal de las 13 ¨²ltimas ediciones, en la noche en la que Toni Kroos afirm¨® en una televisi¨®n alemana que su renovaci¨®n va por buen camino. ¡°Tambi¨¦n respeto lo que quiere el club, c¨®mo y cu¨¢ndo se comunica¡±, a?adi¨® el germano, que como Benzema, Modric, Asensio, Ceballos y Nacho acaban contrato el pr¨®ximo junio.
Sobre el c¨¦sped, la jornada transcurri¨® en gran parte en las bandas derechas de los dos ataques. Ah¨ª se coci¨® casi todo. El acoso a Camavinga y la irrupci¨®n de Rodrygo. Ya reconoci¨® Ancelotti hace una semana que el franc¨¦s se encontraba en un momento de aprendizaje en el flanco zurdo de la zaga que le servir¨ªa para mejorar el conocimiento t¨¢ctico y defensivo para el futuro, pero que ahora sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas le permit¨ªan ponerlo donde quisiera. Lo de Stamford Bridge fue todo un aprendizaje con fuego real. O, como m¨ªnimo, una exposici¨®n.
La primera amenaza del Chelsea naci¨® en ese sector, de un centro de James que le cay¨® a N¡¯Golo Kant¨¦ en una posici¨®n tan franca que la guarida inglesa ya se relam¨ªa. Hasta que el medio galo dispar¨® con el tobillo. La insistencia local fue continua para explotar las posibles debilidades defensivas de Camavinga, bien con James o con Kant¨¦. Al madridista lo ayudaban entre todos, o entre casi todos, porque Vini se manten¨ªa m¨¢s adelantado a la espera de una contra.
Y tanto insisti¨® por esa orilla el Chelsea que, con el descanso en puertas, el Madrid requiri¨® del cl¨¢sico parad¨®n de Courtois. ¡°La llave¡±, para Ancelotti. Un centro desde la izquierda acab¨® en los pies de Cucurella, que a bocajarro no pudo con el belga. Tercera intervenci¨®n determinante del tallo blanco en un cruce que, en el c¨®mputo global, el Madrid controlaba. Porque si el equipo londinense apretaba la zurda de Camavinga, lo mismo hac¨ªa el conjunto merengue al otro lado. Desde ah¨ª, Rodrygo la mand¨® al palo, Valverde (MVP del choque) solt¨® los caballos en un contragolpe, Vini remat¨® con la espinillera un centro de Modric y el croata se hizo sitio en el ¨¢rea para amenazar a Kepa.
En la reanudaci¨®n, ya sin Alaba (sustituido por R¨¹diger por un problema en el isquio), el paisaje tard¨® un cuarto de hora en alterarse. Hasta entonces, Camavinga se llev¨® un estacazo tremendo de James y, al minuto, otro centro desde la izquierda dej¨® de nuevo a Kant¨¦ a las puertas del gol.
La ayuda de Valverde en la segunda mitad permiti¨® al franc¨¦s ir ajustando poco a poco los reglajes y la irrupci¨®n de Rodrygo, la derecha buena en ¨²ltimo t¨¦rmino en Londres, aup¨® definitivamente al cuadro espa?ol. Resisti¨® Camavinga, remat¨® el brasile?o y, con las luces ya casi apagadas, Kroos desliz¨® que seguir¨¢ en activo y de blanco.
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