El ¡®fen¨®meno Alcaraz¡¯ sacude el God¨®

Sucedi¨® hace un a?o y la escena se repite: lleg¨® Alcaraz, lleg¨® el estruendo. A sus 19 a?os y al m¨¢s puro estilo Beatle, el murciano sacude y agita el barrio de Pedralbes, donde los aficionados asisten entusiasmados al desfile del ¨²ltimo fen¨®meno, que defiende el t¨ªtulo ganado el curso pasado y sigue a lo suyo; de entrada, 6-3 y 6-1 al portugu¨¦s Nuno Borges, superado en 63 minutos. Deslumbrante una vez m¨¢s, el n¨²mero dos del mundo no dio opci¨®n al 79?. Resolvi¨® por la v¨ªa directa su estreno y dispondr¨¢ de una jornada de transici¨®n para afrontar los octavos del jueves, en los que se medir¨¢ con Roberto Bautista (doble 6-2 a Bernab¨¦ Zapata). Mientras tanto, ruido y emociones, m¨¢s y m¨¢s aut¨®grafos.

¡°Jugar aqu¨ª, con toda la gente anim¨¢ndome, es diferente. Tengo la suerte de que all¨¢ por donde voy hay mucha gente detr¨¢s de m¨ª, pero aqu¨ª el sentimiento es especial¡±, afirma a pie de pista, que abandona entre aplausos, reclamos y ¡°buenas sensaciones¡± despu¨¦s de haber jugado ¡°a un gran nivel¡±.

Es martes laborable y hay un lleno hasta la bandera. Y en los d¨ªas previos, en las pistas de entrenamiento del Reial Club de Tenis Barcelona (RCTB), mientras se ejercitan a la misma hora Tsitsipas, Sinner o Kachanov predominan los gritos de Alcaraz al golpear, igual de intensos que cuando compite. El sonido llama la atenci¨®n de los aficionados, que se agolpan en el acceso a la zona de jugadores, a escasos metros de las canchas de entrenamiento. ¡°Llevamos una hora esperando a que salga, pero vamos a esperar lo que haga falta¡±, asegura una chica que aguarda a la aparici¨®n del tenista. La posibilidad de verle de cerca aumenta en un club tan cercano como el de Pedralbes.

Cuando Alcaraz se acerca a la muchedumbre empiezan los gritos, empujones e incluso los lloros. Todos quieren una imagen para el recuerdo con el presente y futuro del tenis espa?ol. Cada vez que asoma se forma una nube de m¨®viles, pelotas gigantes de tenis, libretas y gorras. Durante el alboroto y las s¨²plicas aparece en escena su amigo y rival, Jannik Sinner. Ambos se dan la mano, hablan y sonr¨ªen. El italiano, no tan cercano como el murciano, firma un par de gorras y desaparece, mientras que el espa?ol se queda hasta que todos los presentes consiguen su preciado regalo. La mayor¨ªa de ellos son j¨®venes, ni?os y ni?as, que ven en ¨¦l un espejo en el que reflejarse.

El actual campe¨®n del God¨® lleva ya cuatro d¨ªas en las instalaciones del torneo y desde que puso un pie en el club la expectaci¨®n en torno a ¨¦l ha sido similar a la de una estrella. Al de un icono que traspasa las fronteras del deporte. ¡°Lo que estamos viviendo este a?o con Alcaraz, de tener a ni?as llorando, nunca lo hemos vivido ni con Rafa [Nadal] ni con nadie¡±, confirman desde el propio club barcelon¨¦s.

¡°Es muy bonito ver a tanta gente emocionada con mi presencia, que est¨¦n ah¨ª tanto tiempo para que yo les pueda firmar o hacerse una foto conmigo. Me lo tomo con much¨ªsima naturalidad, pero es algo m¨¢gico; a la vez me siento supercontento¡±, afirma el de El Palmar, campe¨®n este a?o en Buenos Aires e Indian Wells, y aspirante ahora a reeditar el doblete logrado el curso pasado, Barcelona-Madrid. ¡°Me he sentido c¨®modo¡±, corrobora, dejando atr¨¢s las molestias que le impidieron jugar la semana previa en Montecarlo. ¡°Conozco mi cuerpo y mis capacidades. La temporada es muy larga y hay que saber controlarlas, porque van saliendo, pero juego cada partido a tope; no puedo salir a la pista con el freno de mano¡±, agrega.

?l es el gran foco de atenci¨®n en el God¨®, donde este martes desfil¨® por ¨²ltima vez Feliciano L¨®pez. El toledano, de 41 a?os y con 22 participaciones a las espaldas, cifra r¨¦cord, cedi¨® contra David Goffin por 7-6(3), 6-7(4) y 6-0; el mismo rumbo sigui¨® Fernando Verdasco (doble 6-1 para Francesco Passaro) y en sentido inverso maniobr¨® Alejandro Davidovich, superior a Tom¨¢s Etcheverry (doble 6-3), En la jornada del mi¨¦rcoles intervendr¨¢n figuras como Tsitsipas o Sinner.

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