La marcha atl¨¦tica busca la luz con una prueba de 10 kil¨®metros en la Gran V¨ªa de Madrid
Un gran premio con campeones ol¨ªmpicos aspira a demostrar el atractivo de una especialidad en el punto de mira del COI, que elimin¨® de Par¨ªs 2024 las pruebas de 50 y 35 km
Como una flor en el desierto, un brote de incienso, y la misma esperanza. Gracias al entusiasmo de Diego Garc¨ªa, medallista en dos Europeos, que moviliza empresas, autoridades y patrocinios, LaLiga, la Comunidad, el ayuntamiento y redes telef¨®nicas, la marcha respirar¨¢ el domingo en la Gran V¨ªa de Madrid, cerrada al tr¨¢fico entre la Red de San Luis y Callao, ida y vuelta, 10 vueltas a un circuito de 1.000 metros. Ser¨¢ a las 10.30. Agotada la ola de calor, se espera tiempo nuboso, entre 18 y 20 grados. Poco m¨¢s de media hora de marcha para los mejores del mundo, y tres cuartos de hora para las mujeres, el campe¨®n ol¨ªmpico Massimo Stano, la campeona ol¨ªmpica Antonella Palmisano, Diego Garc¨ªa, Perseus K?rlstrom, la subcampeona europea Raquel Gonz¨¢lez, Marc Tur o Laura Garc¨ªa Caro. Un chispazo fugaz de la especialidad que m¨¢s medallas, ol¨ªmpicas, mundiales, europeas, ha dado al atletismo espa?ol. La Gran V¨ªa, cortada al tr¨¢fico para ellos.
La marcha se muere. Como dinosaurios al borde de la extinci¨®n, los marchadores se resignan. Apenas si se quejan de su sino. Les proponen convertir la prueba madrile?a en una manifestaci¨®n, en un p¨²lpito de protesta y de recordatorio, y bajan los hombros. Aceptan como se aceptar¨ªan las leyes divinas que todo tiene un principio y un final. Solo aspiran a vivir sin sobresaltos un mundo inexplicable, a respirar sin m¨¢s. Solos. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) ha borrado del programa ol¨ªmpico de Par¨ªs 2024, giros sin fin alrededor de la torre Eiffel, la distancia de 50 kil¨®metros, tan larga, casi cuatro horas, y tambi¨¦n la propuesta de una menor, de 35 kil¨®metros. Se disputar¨¢n la prueba de 20, 80 minutos m¨¢s o menos los hombres, 90 las mujeres, y se a?ade, como compensaci¨®n y brillo de modernidad, una competici¨®n de relevo mixto sobre la distancia del marat¨®n, 42,195 kil¨®metros. Una atleta y un atleta por pa¨ªs que se relevan cada 10.049 metros, dos tramos alternos para cada uno.
Se buscan velocistas. Los 10 kil¨®metros de la Gran V¨ªa del domingo, Madrid Marcha, tendr¨¢n ya el inter¨¦s de comprobar qu¨¦ marchadores se adaptan mejor a la nueva distancia ol¨ªmpica. La pareja italiana de campeones ol¨ªmpicos en Tokio, Palmisano, que regresa a la competici¨®n 21 meses despu¨¦s de su oro en Sapporo, una vez superada una lesi¨®n insidiosa, y Stano, as¨ª lo entienden, y pretenden convertir Madrid en un ensayo de lo que ser¨¢ Par¨ªs dentro de 15 meses.
Los marchadores de fondo, representados hasta hace nada por la figura perpetua de Chuso Garc¨ªa Bragado, que se retir¨® a los 52 a?os tras participar en ocho Juegos Ol¨ªmpicos en la distancia de 50 kil¨®metros, se sienten ya condenados por una sentencia que el COI pronuncia justamente un a?o antes de los Juegos. Y llevan dos prepar¨¢ndose, y cobrando beca, para una prueba que no se celebrar¨¢. El ibicenco Marc Tur, cuarto en los 50 kil¨®metros de Tokio 2020, vuelve a sopesar presentarse al MIR al que renunci¨® tras graduarse en Medicina, porque eligi¨® dedicarse plenamente al atletismo. El campe¨®n mundial de 20 kil¨®metros Miguel ?ngel L¨®pez, que hab¨ªa pasado a la distancia larga, deber¨¢ pelear por una plaza con los r¨¢pidos de ahora. Garc¨ªa Bragado cita Invictus, y a Frans Pienaar, capit¨¢n blanco del rugby sudafricano, invitando a sus compa?eros a aceptar que se tiene que ir a los guetos del apartheid: ¡°Los tiempos est¨¢n cambiando y tenemos que cambiar con ellos¡±.
Los deportistas han bajado los brazos. La federaci¨®n internacional de atletismo (World Athletics, WA), tambi¨¦n. Sus directivos dicen que era esto o nada, que era una lucha imposible de ganar porque el COI le ha puesto la cruz a la marcha. Y no tanto porque a la disciplina siempre se le ha reprochado que ning¨²n practicante respeta las normas de no doblar la rodilla y mantener siempre un pie en el suelo, las se?ales de que no se anda, se corre. Pensando que era ese el problema, los t¨¦cnicos y la gente de la marcha buscan y no encuentran soluciones tecnol¨®gicas, chips en las zapatillas, plantillas acusadoras.
Pero no es eso, dicen en la WA, no es el problema de la credibilidad del culpable. Al COI no le gusta la marcha porque creen que sus pruebas son muy largas y muy aburridas, contrarias a los gustos de los m¨¢s j¨®venes a los que busca enganchar con break dance, escalada, surf o skateboard. Y WA tiene que aceptar sin rechistar lo que diga el COI porque financieramente est¨¢ en manos del organismo ol¨ªmpico presidido por Thomas Bach, que le ha inyectado 45 millones de d¨®lares despu¨¦s de los Juegos de Tokio. Y tambi¨¦n porque para la actual direcci¨®n anglosajona de la WA de Sebastian Coe, la marcha, una especialidad con mucho peso en pa¨ªses con poco poder en la dirigencia del atletismo actual, Espa?a, Italia, Rusia, Jap¨®n, China, no es la especialidad m¨¢s querida.
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