Ibrahimovic, el gigante que llora en su retirada
El astro sueco que reconoc¨ªa que para jugar bien deb¨ªa estar enfadado cuelga las botas con un gran homenaje popular en Mil¨¢n

No lo hab¨ªa dicho ni en su casa, pero en San Siro despu¨¦s del partido de la ¨²ltima jornada de su equipo, el Milan, tom¨® un micr¨®fono y le explic¨® al mundo: ¡°Ha llegado el momento de decir adi¨®s al f¨²tbol¡±. Dijo despu¨¦s que lo hab¨ªa decidido en las dos ¨²ltimas semanas, pero tampoco parec¨ªa complicado imaginarlo. Zlatan Ibrahimovic (Malm?e, Suecia, 1981) cuelga las botas a punto de cumplir los 42 a?os y tras una temporada en la que apenas se aline¨® cuatro veces con su equipo y un cuarto de hora con su selecci¨®n de la que iba y ven¨ªa en funci¨®n de sus cuitas. ¡°Mi mentalidad ganadora tiene una desventaja: me vuelvo loco¡±, explic¨® en su celebrada biograf¨ªa, una hoja de vida en la que defin¨ªa su libreto futbol¨ªstico y existencial: ¡°Siempre estoy planeando una venganza. Lo llevo dentro. Es lo que me motiva¡±.
Ibrahimovic siempre jug¨® a la contra. Profesional del f¨²tbol durante tres d¨¦cadas diferentes, su inicio en 1999 con el Malm?e le rescat¨® de un entorno complicado por m¨¢s que ¨¦l siempre se sintiese en Rosengard, la barriada atestada de inmigrantes en la que se cri¨®. ¡°Puedes sacar a un ni?o del gueto, pero nunca sacar¨¢s al gueto de ¨¦l¡±. Indomable siempre se sinti¨® m¨¢s preparado para la lucha que para el consenso y su f¨²tbol era un retrato, exuberante, aplic¨® t¨¦cnicas de artes marciales a sus remates. El taekwondo le otorg¨® una coordinaci¨®n extraordinaria para su tama?o. ¡°Solo existe un jugador en el mundo que mida 1,96 cm, que tenga la t¨¦cnica de Messi, el car¨¢cter de Muhammad Ali y la fuerza de Mike Tyson¡±, dec¨ªa de ¨¦l su representante, el fallecido Mino Raiola. Juntos formaron un imperio.
¡°Ahora somos libres¡±, sonaban los acordes de Gladiator mientras todo el Milan, Paolo Maldini incluido, le hac¨ªan pasillo en la despedida. Ibrahimovic explic¨® despu¨¦s que, al fin ahora, necesita buscar un equilibrio para encaminar su vida tras vestir de corto: ¡°Si no tengo serenidad y estabilidad soy una bomba. Y las bombas explotan¡±. Con todo, se confes¨® preparado para afrontar una nueva vida. No descarta ni reciclarse en t¨¦cnico ni dedicarse a la direcci¨®n deportiva, pero asume que deber¨ªa de cambiar para serlo. ¡°Un entrenador no puede llegar a trabajar en un Ferrari¡ Bueno, quiz¨¢s Ibra s¨ª que podr¨ªa hacerlo¡±, apunta.
San Siro's final tribute to ?????? ???????????? ?#SempreMilan pic.twitter.com/9XTYZ0QtNt
— AC Milan (@acmilan) June 5, 2023
De Rosengard y su adorado Malm?e a las mejores pasarelas de Mil¨¢n. Jug¨® en los dos grandes clubs de la ciudad, tambi¨¦n en Ajax, Juventus, Barcelona, PSG, Manchester United y hasta una experiencia en la MLS norteamericana. ¡°Vine, vi, conquist¨¦. Gracias a Los Angeles Galaxy por hacerme sentir vivo otra vez. Para los aficionados del Galaxy: quer¨ªais a Zlatan, y os di a Zlatan. De nada. La historia contin¨²a... Ahora volved a ver b¨¦isbol¡±, dej¨® escrito en su despedida antes de volver a la Serie A italiana, donde esta temporada acarici¨®, sin conseguirlo, su ¨²ltimo deseo: alzar de una vez la Copa de Europa.
Se marcha del f¨²tbol sin lograrlo, tambi¨¦n sin trascender en las grandes competiciones de selecciones, pero con 34 t¨ªtulos, apenas tres internacionales (la Supercopa de Europa y el Mundial de clubs en su tormentoso a?o en el Barcelona, y una Europa League con el United), con 558 goles en 949 partidos entre clubes y selecci¨®n.
Con un ego tan descomunal como su despliegue. Ibrahimovic glos¨® en su adi¨®s como al apreciar que empezaba a llover pens¨® de inmediato que tambi¨¦n Dios estaba triste por su despedida. No fue el ¨²nico. ¡°Godbye¡±, se ley¨® sobre un enorme tifo conformado en un grader¨ªo del estadio milanista. Carisma, liderazgo¡ grit¨® el speaker mientras sonaba Tina Turner y The Best e Ibrahimovic daba una vuelta ol¨ªmpica al estadio. De negro, el futbolista que aseguraba que necesitaba estar enfadado para hacer bien su trabajo, se sec¨® las l¨¢grimas, abri¨® los brazos como si fuese un albatros y abraz¨® San Siro: ¡°He demostrado que Superm¨¢n tiene un coraz¨®n grande. Quien me conoce lo sabe¡±.
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