Arabia Saud¨ª, f¨²tbol, poder y lavado de imagen
El contundente plan de fichajes de Riad, reflejado en Benzema, es un arma para promocionar el pa¨ªs y tratar de blanquearse ante la represi¨®n interna que ejerce
A Mohammad al Shakhouri apenas le quedaban dientes el 12 de marzo de 2022, el d¨ªa que lo condujeron ante el verdugo. Se los hab¨ªan arrancado a pu?etazos en los interrogatorios, seg¨²n denunci¨® Amnist¨ªa Internacional. Este ciudadano saud¨ª, condenado a muerte por participar en una manifestaci¨®n, y otros 80 hombres fueron decapitados con un sable en Arabia Saud¨ª, el pa¨ªs que lleva dos semanas copando titulares. Y no por el mucho trabajo de sus verdugos, ni por los derechos pisoteados de las mujeres, personas LGTBI e inmigrantes, sino por el ...
A Mohammad al Shakhouri apenas le quedaban dientes el 12 de marzo de 2022, el d¨ªa que lo condujeron ante el verdugo. Se los hab¨ªan arrancado a pu?etazos en los interrogatorios, seg¨²n denunci¨® Amnist¨ªa Internacional. Este ciudadano saud¨ª, condenado a muerte por participar en una manifestaci¨®n, y otros 80 hombres fueron decapitados con un sable en Arabia Saud¨ª, el pa¨ªs que lleva dos semanas copando titulares. Y no por el mucho trabajo de sus verdugos, ni por los derechos pisoteados de las mujeres, personas LGTBI e inmigrantes, sino por el fichaje de Karim Benzema por el Al Ittihad, de la Liga local, a raz¨®n de 100 millones de euros por temporada, una cifra de otra galaxia [en el Madrid cobraba 12 netos] que solo encuentra competencia en ese rinc¨®n del planeta. Cristiano Ronaldo firm¨® el pasado enero por el doble con el Al Nassr, y Messi se acab¨® marchando al Inter de Miami (EE UU) pese a los 400 millones por campa?a que le ofrec¨ªa el r¨¦gimen para recalar en el Al Hilal.
Esta agresiva pol¨ªtica de contrataciones, nunca antes vista en el f¨²tbol, supone la m¨¢xima expresi¨®n del plan de los gobernantes de Arabia Saud¨ª para convertir el deporte en un arma para promocionar el pa¨ªs, ganarse a sus ciudadanos, tratar de blanquearse fuera ante la represi¨®n que ejerce sobre cualquier tipo de oposici¨®n, y afirmar su poder a escala global.
Arabia Saud¨ª entr¨® fuerte en el golf, se hizo con el Newcastle y ofert¨® por la F1
Antes de desatar este tsunami, ya hab¨ªa entrado como un elefante en otras disciplinas. En el golf, provoc¨® en 2022 una guerra con los circuitos americano y europeo al crear una Liga propia que multiplicaba los premios y se llevaba a algunas de las estrellas; hasta que esta semana todas las partes anunciaron por sorpresa la paz para explotar de forma conjunta el negocio. En el f¨²tbol, la Premier termin¨® aceptando en 2021 la toma del control del Newcastle por 350 millones. La Supercopa de Espa?a se disputa all¨ª desde 2020 a cambio de 40 millones por edici¨®n m¨¢s cuatro para la empresa de Gerard Piqu¨¦, que consigui¨® el contrato. La Supercopa italiana hizo el mismo viaje un a?o antes. En la F¨®rmula 1, estren¨® gran premio en 2021 y, sobre todo, el pasado enero se conoci¨® que hab¨ªa ofrecido casi 20.000 millones por la gesti¨®n del Mundial, una propuesta que Liberty Media habr¨ªa rechazado (compr¨® los derechos en 2017 por 7.300 millones). La siguiente edici¨®n del Rally Dakar ser¨¢ la quinta en Arabia Saud¨ª (13 millones por certamen). Y en el tenis, diciembre era un mes mayoritariamente de descanso competitivo, hasta que los pa¨ªses del Golfo P¨¦rsico empezaron a organizar torneos de exhibici¨®n a golpe de petrod¨®lares.
El fondo soberano saud¨ª (PIF), que gestiona 558.000 millones de euros y esta semana anunci¨® la adquisici¨®n del 75% de cuatro clubes (Al Ittihad, Al Ahli, Al Nassr y Al Hilal), tiene en su cartera el 8% de las acciones de Aramco, la petrolera estatal que en 2022 obtuvo unos beneficios r¨¦cord de casi 150.000 millones de euros. Arabia Saud¨ª es el primer exportador mundial de crudo, beneficiada por el alza de precios debido a la guerra de Ucrania. ¡°Son capaces de cualquier cosa [en fichajes]¡±, advierte el entrenador espa?ol Antonio Cazorla (Granada, 57 a?os), que lleg¨® a la Liga en 2013. ¡°Que ellos van a intentar poner en duda tambi¨¦n a jugadores en su plenitud con ofertas tremendas lo tengo clar¨ªsimo. Lo ven como una inversi¨®n, no son tontos. Con esto, rentabilizan muchas cosas, directas e indirectas¡±, a?ade.
Lo que ahora proyecta el Reino del Desierto en el deporte ya lo hizo su vecino y rival Qatar, organizador del ¨²ltimo Mundial de f¨²tbol -pese a las numerosas protestas de Occidente- y due?o del PSG. Este peque?o emirato, cuyo PIB es casi cinco veces inferior al saud¨ª, fue pionero en la regi¨®n con una diplomacia deportiva basada en ¡°la presentaci¨®n de candidaturas a competiciones mundiales y la creaci¨®n de estructuras deportivas para reforzar su posici¨®n internacional¡±, precisa el consultor Jean-Baptiste Gu¨¦gan en el libro Qatar, dominar por el deporte. Geopol¨ªtica de una ambici¨®n. En este reflejo, el gran objetivo de Arabia Saud¨ª es albergar el Mundial de f¨²tbol de 2030 (las nuevas estrellas se convierten en sus embajadores), al que tambi¨¦n aspira Espa?a en alianza con Portugal y Marruecos.
Ir¨¢n a por jugadores en su plenitud¡±, avisa el t¨¦cnico espa?ol Antonio Cazorla que lleg¨® all¨ª en 2013
La pol¨ªtica deportiva saud¨ª es un elemento destacado en el proyecto estrella del pr¨ªncipe heredero, Mohamed Bin Salm¨¢n: la llamada Visi¨®n 2030, una hoja de ruta para acabar con la dependencia del petr¨®leo diversificando la econom¨ªa del pa¨ªs, atrayendo inversiones y desarrollando sectores como el turismo, mientras se liberaliza de forma controlada la sociedad. ¡°La gente est¨¢ como loca con el f¨²tbol. Todo esto es un caramelo del pr¨ªncipe para ellos¡±, comenta Antonio Cazorla, que asegura haber sido testigo en esta d¨¦cada de una ¡°cierta apertura a Occidente sin dejar de lado el tema religioso¡±.
Arabia Saud¨ª necesita una nueva ¡°legitimidad¡± y el deporte es ¡°una herramienta fabulosa¡±, subraya Gu¨¦gan. Esta instrumentalizaci¨®n tiene, a su juicio, varias lecturas. ¡°La primera es interna. El 70% de los saud¨ªes tienen menos de 35 a?os, y se impone darles diversi¨®n y acceso a la modernidad occidental. Con una excepci¨®n: la democracia¡±, puntualiza el consultor. La segunda es el lavado de imagen, la construcci¨®n de ¡°una marca¡± diferente a la asociada al autoritarismo, a la implicaci¨®n en la guerra de Yemen o el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saud¨ª de Estambul en 2018. Y la tercera es la econ¨®mica, detalla Gu¨¦gan. Seg¨²n el Foro Econ¨®mico Mundial, el turismo deportivo mueve 560.000 millones de euros anuales y la agenda Visi¨®n 2030 plantea que el sector tur¨ªstico aporte el 10% del PIB a finales de esta d¨¦cada (ahora es el 3%). En esta l¨ªnea, K¨¦vin Veyssi¨¨re, fundador de la web Football Club Geopolitics, zanja: ¡°Arabia Saud¨ª sabe que el deporte es un acelerador para sus proyectos de transformaci¨®n econ¨®mica, y para mostrarse como un pa¨ªs abierto al turismo internacional¡±.
Se abren al mundo occidental, salvo a la democracia¡±, dice un experto
La de Arabia Saud¨ª, pese a su lejan¨ªa de la gran ¨¦lite, ya era la Liga de f¨²tbol m¨¢s fuerte de la zona, reflejada en su capacidad para adquirir jugadores medianos que podr¨ªan tener un hueco en Europa. Por ejemplo, en la ¨²ltima final del Mundialito, el Madrid se enfrent¨® a un Al Hilal, base de la ¨²nica selecci¨®n que derrot¨® a Argentina en Qatar, que contaba con Mousa Marega (casi 200 partidos con el Oporto) y Luciano Vietto (ex de Villarreal, Atl¨¦tico, Sevilla y Valencia). Sin embargo, el plan del Gobierno de comprar estrellas a precios extraterrestres y distribuirlas por los clubes ha desbordado todos los m¨¢rgenes. ¡°Hay una expectaci¨®n muy grande, es algo ¨²nico¡±, se?ala Sergio Piernas (Barcelona, 47 a?os), uno de los preparadores de la selecci¨®n ol¨ªmpica saud¨ª.
¡°Las infraestructuras son impecables, los t¨¦cnicos extranjeros han elevado el nivel y quien piense que ese es un retiro dorado, sin necesidad de esforzarse, lo tendr¨¢ complicado¡±, avisa el central Alberto Bot¨ªa (Alquer¨ªas, Murcia; 34 a?os), que estuvo all¨ª entre 2018 y 2022. Sin embargo, en medio de ese mundo que exhibe tanto dinero, ¨¦l se tuvo que marchar hace medio a?o, asegura, porque en su ¨²ltimo equipo (Al Wedha) acumulaban varios impagos. Una grieta en un momento en que los rectores del pa¨ªs se han apoyado en los petrod¨®lares para elevarse por encima de la aristocracia del f¨²tbol, y usar el deporte como palanca para cambiar su imagen internacional y tratar de blanquear el r¨¦gimen.
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