Zlatko Dalic, el Del Bosque croata al que Modric no conoc¨ªa
El seleccionador balc¨¢nico cultiva un perfil bajo que creci¨® desde la provisionalidad hasta convertirse en referencia y lograr un subcampeonato y un tercer puesto en los dos ¨²ltimos Mundiales
Luka Modric no le conoc¨ªa. Jam¨¢s le hab¨ªa estrechado la mano, pero tampoco hab¨ªa tiempo para hacer presentaciones. ¡°La situaci¨®n es catastr¨®fica¡±, hab¨ªa valorado el futbolista del Real Madrid. En la ¨²ltima ventana del grupo de clasificaci¨®n para el Mundial de Rusia la selecci¨®n croata concedi¨® un gol en el ¨²ltimo minuto de su duelo contra Finlandia, que nada se jugaba. Era el partido n¨²mero 100 de Luka Modric con la ense?a ajedrezada. El tropiezo, adem¨¢s como local, le abocaba a ganar tres d¨ªas despu¨¦s en un duelo directo contra Ucrania en Kiev para jugar el play-off y evitar el desastre. Desde que Croacia compite como pa¨ªs independiente apenas se perdi¨® la Eurocopa de 2000 y el Mundial de 2010.
La federaci¨®n croata, entonces liderada por Davor Suker, desliz¨® que tras aquel fiasco se produjo aquella misma noche un ¡°acalorado an¨¢lisis¡± con el seleccionador Ante Cacic, que no pudo esquivar la guillotina. 48 horas antes de tomar un vuelo para el partido m¨¢s decisivo, no sobraban opciones para encontrar un recambio, as¨ª que un federativo marc¨® el tel¨¦fono de un entrenador que llevaba nueve meses en paro y al que muchos le hab¨ªan perdido la pista incluso en Croacia, donde hac¨ªa siete a?os que no trabajaba. Zlatko Dalic (Livno, Bosnia, 56 a?os) se hab¨ªa afincado en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga, donde hizo fortuna en varias escuadras. ¡°No quer¨ªa quedarme en mi pa¨ªs, pero los t¨¦cnicos croatas no somos valorados en Europa, apenas tenemos mercado¡±, explic¨® hace cinco a?os cuando empez¨® a mostrarse al m¨¢s alto nivel. La reflexi¨®n sigue vigente hoy, despu¨¦s de ser subcampe¨®n y tercero en los dos ¨²ltimos Mundiales y finalista en la Liga de las Naciones. Dalic todav¨ªa parece invisible para muchos, opacado por el fulgor de sus futbolistas.
Entren¨® en Croacia y en Albania. Tambi¨¦n hab¨ªa tenido un breve pasado en la selecci¨®n de su pa¨ªs de adopci¨®n como segundo entrenador de la sub-21. Aquella relaci¨®n le manten¨ªa en el radar del federativo que le llam¨® para sondearle si estaba dispuesto para hacer la maleta de inmediato y ponerse al mando de Modric, Rakitic o Mandzukic.
Dalic no se crey¨® la oferta hasta que fue Suker el que se puso al tel¨¦fono. Se subi¨® a aquel avi¨®n a Kiev, hizo un entrenamiento, arm¨® un once, celebr¨® la victoria con dos goles de Kramaric y se aprest¨® a trabajar mes y medio para preparar el play-off ante Grecia. Por el camino nadie repar¨® en hacer un contrato. ¡°Tampoco necesitaba un salario, s¨®lo entrar en el Mundial¡±. Cuando lo consigui¨®, con una solvente victoria ante los helenos, firm¨® un acuerdo hasta el final de un campeonato en el que Croacia sorprendi¨® con un subcampeonato tras superar tres eliminatorias con pr¨®rroga. Menos de un a?o despu¨¦s de lo que Modric hab¨ªa descrito como una cat¨¢strofe les recibieron entre v¨ªtores en Zagreb.
Poco antes del inicio de aquel campeonato los pesos pesados del vestuario hab¨ªan frustrado un amago para liquidarle. En realidad el seleccionador croata ya hab¨ªa trazado canales de comunicaci¨®n con ellos, por ejemplo con Modric, al que esta semana defini¨® como ¡°la perfecci¨®n futbol¨ªstica¡±. ¡°S¨®lo puedo rezar para que dure el m¨¢ximo tiempo posible¡±, incide. Dicho y hecho. Esta semana, antes de desplazarse a R¨®terdam, Dalic, Modric, Kovacic, Petkovic y varios integrantes del staff t¨¦cnico peregrinaron hasta el santuario de Trsat, en Rijeka, visita que tiene tambi¨¦n un punto de acondicionamiento f¨ªsico porque es preciso subir (y bajar) 561 escalones para acceder al templo. Dalic, que fue monaguillo antes que entrenador, es un fervoroso creyente: siempre lleva un rosario en el bolsillo del pantal¨®n. ¡°Cuando paso por un momento complicado me aferro a ¨¦l¡±, confiesa.
Yugoslavo de nacimiento en tierra bosnia, cristiano, centrocampista defensivo en una carrera que no se asent¨® en cl¨¢sicos como Velez Mostar o Hajduk Split y se centr¨® en el modesto Varteks Varazdin en los duros tiempos de postguerra, Dalic model¨® una personalidad firme en guante de seda. En el Mundial de Rusia no dud¨® en enviar a casa a Nikola Kalinic cuando el delantero adujo un dolor de espalda para no ingresar al campo a cinco minutos del final de un partido contra Nigeria. En Croacia apuntan que tiene una personalidad similar a la de Vicente del Bosque. ¡°Es muy sencillo comunicarse con ¨¦l, escucha siempre y luego toma decisiones. Es muy claro con nosotros¡±, explic¨® en medio de aquel marasmo ruso Mario Mandzukic, que ahora integra su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo en el banquillo de la selecci¨®n.
¡°Cuando empec¨¦ a dirigir equipos pensaba que pod¨ªa imponerme a gritos, pero la experiencia en Asia me ense?o que es mejor resolver los problemas hablando. Mi f¨®rmula mezcla conocimiento y amistad¡±, sostiene Dalic, que valora la fortaleza del vestuario en un entorno que tiende a lo volc¨¢nico. A partir de esas bases, Croacia ha encontrado una llamativa estabilidad en la ¨¦lite y oposita, ante Espa?a, al primer t¨ªtulo de su historia. ¡°Las posibilidades est¨¢n al 50 por ciento, pero son varios a?os de continuidad en el trabajo y ganar esta final ser¨ªa la coronaci¨®n perfecta para muchos de nosotros. Les volver¨¦ a decir a los muchachos, como siempre, que salgan a divertirse¡±, apunt¨® este s¨¢bado en R¨®terdam.
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