Espa?a tiene hambre de gloria: a la final del Eurobasket

Eurobasket Femenino - semifinal - jornada 1

Espa?a

69 60

Finalizado

Hungr¨ªa

Espa?a vuelve a una gran final. A luchar por el oro, por la cima m¨¢xima. La selecci¨®n derrot¨® a Hungr¨ªa en semifinales del Eurobasket y este domingo (20.00, Teledeporte) jugar¨¢ por el oro continental contra B¨¦lgica, que venci¨® a Francia (67-63). Es el regreso del equipo a lo m¨¢s alto de la pasarela internacional despu¨¦s de un par¨¦ntesis entre tanto ¨¦xito reciente. Tras caer en los cuartos del pasado Eurobasket y de los Juegos, y de perderse el Mundial, Espa?a ha vuelto al lugar que considera suyo, un caj¨®n con una medalla en el cuello. Asegurado el billete preol¨ªmpico, el conjunto espa?ol perseguir¨¢ en Liubliana su quinto oro europeo, tras los de 1993, 2013, 2017 y 2019, su 14? metal en este siglo. Es otra Espa?a, con Miguel M¨¦ndez al frente en el banquillo y una exitosa mezcla generacional, pero la misma fiebre competitiva de siempre. Y con Alba Torrens (27 puntos, cinco triples) como la mejor bandera.

Si Hungr¨ªa asustaba con su poder¨ªo f¨ªsico y esa torre de 2,08m llamada Bernadett Hatar, la jugadora m¨¢s alta del Eurobasket, Espa?a no pensaba dar un paso atr¨¢s debajo del aro. Raquel Carrera (1,90m) encar¨® la red con el primer bal¨®n que lleg¨® a sus manos. Fue la demostraci¨®n de que esta selecci¨®n no se achica ante nadie, ni siquiera las m¨¢s j¨®venes. El primer picotazo, sin embargo, lleg¨® desde el per¨ªmetro. Lo apunt¨® Alba Torrens, un torbellino en el inicio del encuentro, para firmar canastas de todos los colores: desde el triple, en penetraci¨®n, de tiro libre... Suyos fueron los 10 primeros puntos de Espa?a (10-5), solo contestada por Goree en el bando de rojo. El ritmo era muy alto, un intercambio constante. A favor de la selecci¨®n jugaba su experiencia en estos escenarios ante un contrario que no pisaba una semifinal europea desde 1997.

Laura Gil por dentro y Raquel Carrera a media distancia segu¨ªan dando palique a Hatar. El tallo de Hungr¨ªa se hac¨ªa fuerte en el rebote e intimidaba con sus cent¨ªmetros para mantener el pulso. Espa?a conserv¨® la fiebre con los cambios, faceta en la que exhibe mucho mayor repertorio. Del banco emergi¨® la capitana Silvia Dom¨ªnguez, una enciclopedia del baloncesto espa?ol en esta ¨²ltima era, y entre su direcci¨®n y la punter¨ªa de Ginzo la tarde segu¨ªa pl¨¢cida para las espa?olas (18-14 al final del primer cuarto).

La defensa, ese bien tan preciado, sigui¨® entregando unos jugosos frutos a la selecci¨®n. Dos recuperaciones seguidas y una posesi¨®n agotada en las manos de las h¨²ngaras permitieron a Espa?a dar otro bocado al marcador (24-16). El grupo de M¨¦ndez mord¨ªa y corr¨ªa, muy c¨®modo con esa receta que est¨¢ en su ADN. Tampoco hab¨ªa p¨¦rdidas que lamentar cuando encaraba el aro contrario, seria en cada esquina del campo y f¨¦rrea para dejar al rival sin posiciones claras de tiro.

La selecci¨®n comenzaba a madurar el encuentro. El descanso de Hatar dej¨® al conjunto rojo sin el faro que le guiaba, y Espa?a exprimi¨® la ocasi¨®n. Paula Ginzo luc¨ªa cintura para moverse en la pintura y afinar la mu?eca a media distancia, y Maite Cazorla y Alba Torrens machacaron una y otra vez desde el per¨ªmetro (36-20), enchufad¨ªsimas para coronar un juego muy coral y solidario de las espa?olas. La selecci¨®n combinaba esa alegr¨ªa en ataque con un sudor defensivo desde el primer paso de cada posesi¨®n rival. Hungr¨ªa sufr¨ªa para tejer el juego y Hatar deb¨ªa salir de la cueva en busca de ox¨ªgeno. El segundo cuarto lo cerr¨® Espa?a con las mejores sensaciones (38-28).

Otro bingo exterior de Maite Cazorla en el ¨²ltimo segundo del ataque reflej¨® la resistencia de Espa?a en un arranque de segunda mitad en el que Hungr¨ªa subi¨® la intensidad sin el bal¨®n. Nada que hacer ante Alba Torrens, en un estado de trance para convertir en oro cada posesi¨®n. La alero espa?ola firmaba una de esas actuaciones que valen una medalla. Hungr¨ªa segu¨ªa en pie gracias a Studer y recuperaba a Hatar, mucho tiempo en el banquillo, seguramente con alg¨²n problema f¨ªsico. Un par de despistes defensivos de la selecci¨®n espa?ola dieron aire a las h¨²ngaras, que con un reverso de Lelik bajaron de la barrera de la decena (46-37). Miguel M¨¦ndez toc¨® la campana y sent¨® a sus jugadoras para repasar el librillo: la victoria deb¨ªa construirse desde atr¨¢s. El ataque comenzaba en la defensa.

Espa?a hab¨ªa entrado en un t¨²nel, mucho menos productiva, m¨¢s espesa (ocho puntos en siete minutos). Tampoco acertaban Queralt Casas y Leo Rodr¨ªguez con los tiros libres. La brega de Raquel Carrera ante Hatar y la mu?eca de Paula Ginzo aligeraban la carga en ataque. En la zona propia era el momento de apretar las tuercas, pero Hungr¨ªa hab¨ªa despertado y empez¨® a conectar a sus piezas con un equipo m¨¢s peque?o en la pista y los balones a Hatar (50-46 tras el tercer cuarto). Todo a¨²n en juego.

La selecci¨®n hab¨ªa perdido la pista, el rastro de ese juego del primer tramo del partido. El nivel defensivo hab¨ªa descendido un par de pelda?os y el grupo conced¨ªa canastas m¨¢s sencillas pese al fervor sin bal¨®n de Maite Cazorla y Paula Ginzo. El ritmo alocado no le conven¨ªa ante una Hungr¨ªa que estaba de crecida, cre¨ªa en la remontada y era superior en el rebote. Un triple de Kiss apret¨® la cita (58-55). Surgi¨® entonces Raquel Carrera y su hambre de gloria. La joven p¨ªvot anot¨® y recuper¨® el bal¨®n para dar un respiro a la selecci¨®n. El broche lo puso, qui¨¦n si no, Alba Torrens, la estrella de la semifinal. Espa?a regresaba al podio, al cielo. Y morder¨¢ por el oro.

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