Hubo un gesto de Danilo poco antes de llegar al descanso del Juventus-Real Madrid de la pasada madrugada (3-1) que resumi¨® lo que provoca Vinicius, ahora en versi¨®n expandida. El delantero ven¨ªa de pegarle al larguero con una vaselina desde la frontal, marcar el 2-1 en carrera tras un pase extraordinario de Kroos, y de retarle un par de veces en menos de dos minutos, la ¨²ltima con dos bicicletas y un tiro que se escap¨® por poco. Cuando se repon¨ªan caminando hacia el otro campo, Danilo, desesperado, le agarr¨® la camiseta y le dej¨® un leve empuj¨®n. Terminado el partido, Vinicius colg¨® en Instagram una imagen del momento con una broma. Su amigo contest¨® en el mismo tono: ¡°C¨¢lmate, t¨ªo¡±, con un emoticono carcaje¨¢ndose y un coraz¨®n.

La insistencia del delantero del Madrid ya provocaba episodios as¨ª en los defensas, en particular en los laterales como Danilo. Pero eso ha cambiado. El incordio se ha expandido con el cambio de sistema de Ancelotti despu¨¦s de la marcha de Benzema y la llegada de Bellingham: del cl¨¢sico 4-3-3, al 4-4-2 con rombo. Aunque no fue suficiente para evitar derrotas contra el Bar?a y la Juve.

La variaci¨®n ha desenganchado de la banda a Vinicius, que ha aparecido de manera muy habitual por zonas m¨¢s centradas, y ha desaparecido de la parte de su carril situada en su campo. Ya no participa en la salida de bal¨®n por all¨ª, sino que se suma m¨¢s adelante, y m¨¢s cerca del pasillo central.

El salto no era un asunto menor para el brasile?o, como ha reconocido varias veces el italiano, la ¨²ltima antes de la derrota contra la Juve: ¡°Por fuera marca la diferencia, pero por dentro puede marcar goles¡±, dijo. ¡°Podr¨ªa haber tenido un poco m¨¢s de acierto contra el Barcelona, pero ha tenido much¨ªsimas oportunidades. Y no s¨¦ si estas oportunidades de marcar goles las ten¨ªa jugando por fuera, donde sigue siendo el mejor¡±. Sin embargo, las circunstancias han llevado al t¨¦cnico a empujar a Vinicius fuera de una zona de confort que dominaba como nadie, para formar una delantera de dos con Rodrygo. Como explic¨® tras la victoria contra el United (2-0), Ancelotti es consciente de que el cambio le puede costar m¨¢s al primero: ¡°Rodrygo est¨¢ acostumbrado a jugar por dentro. Vinicius se est¨¢ adaptando. Le gusta la posici¨®n. Lo ha hecho muy bien. Es muy peligroso¡±.

La transformaci¨®n de su papel en ataque resulta evidente: ha pasado de agitador a agitador-finalizador. Seg¨²n los registros de Opta, la temporada pasada Vinicius realiz¨® el 14% de los remates del Madrid, mientras que en los cuatro partidos de la pretemporada la proporci¨®n ha subido al 22%. Si se toman solo los que van a puerta, el crecimiento tambi¨¦n es notable: la temporada pasada fueron suyos el 19% de los remates entre los tres palos, mientras que en la pretemporada han sido el 30%.

Lanzador de penaltis

Hay otro detalle que apunta al aumento del peso del brasile?o en la plantilla. Se encarg¨® de lanzar el ¨²nico penalti del que ha dispuesto el Madrid en la gira, contra el Barcelona. Aquello afianz¨® su papel central en el grupo, y disip¨® las suspicacias sobre la confianza de Ancelotti en su pericia despu¨¦s de la tanda de desempate contra el Valencia en la semifinal de la Supercopa en Arabia. El Madrid solo necesit¨® cuatro lanzamientos. ¡°El ¨²ltimo era Vinicius¡±, revel¨® luego Ancelotti; ¡°mejor que no tirara¡±. No aclar¨® si por falta de confianza o porque prefer¨ªa ganar con cuatro penaltis que con cinco.

Contra el Barcelona, ninguno de los lanzadores de Riad (Benzema, Modric, Kroos y Asensio) se encontraba en el campo y Vinicius se enfrent¨® al segundo penalti de su carrera. El primero hab¨ªa sido poco antes y en circunstancias especiales: un amistoso contra el racismo de Brasil contra Guinea el 17 de junio. Era el minuto 88, ganaban 3-1 y marc¨® abajo a la izquierda. En el cl¨¢sico de Dallas, le dio al larguero, pero Ancelotti tiene claro que ¨¦l, Rodrygo y Modric son sus lanzadores.

El del penalti fue uno de los cuatro largueros con los que se top¨® Vinicius en la gira americana, el ¨²ltimo contra la Juventus. Como hab¨ªa dispuesto Ancelotti, el brasile?o se encuentra m¨¢s cerca del gol, en mejores posiciones. Si se repasan los datos, tiene sentido colocarle en esas situaciones.

En las dos ¨²ltimas temporadas, desde lugares m¨¢s escorados, ha mejorado mucho la finalizaci¨®n. Se aprecia al comparar los goles esperados (xG), la calidad de las ocasiones, con los goles esperados despu¨¦s del tiro (PSxG), es decir, la calidad del tiro desde ese punto, o la dificultad que supone el disparo para el portero. Seg¨²n los registros de StatsBomb, en sus tres primeros cursos en el Madrid, sus tiros empeoraban sus ocasiones. En los dos ¨²ltimos sucedi¨® al rev¨¦s.

De todas formas, a partir de lo visto en la gira, Ancelotti sabe que con la crecida de Vinicius no es suficiente. Lo esperable es que no siga d¨¢ndole al larguero y marque m¨¢s que los ¨²ltimos a?os, al tener m¨¢s y mejores ocasiones. Pero el Madrid regres¨® ayer a Espa?a con una laguna profunda identificada por su t¨¦cnico: ¡°Hay que arreglar el aspecto defensivo, es lo que me preocupa¡±, dijo despu¨¦s de recibir ocho goles en cuatro partidos. ¡°El equipo no est¨¢ acostumbrado a defender con un rombo, hemos encajado muchos goles en contra¡±. Aunque esto no le angustia: ¡°El aspecto defensivo es lo m¨¢s sencillo de mejorar. Hay un problema de colocaci¨®n, de concentraci¨®n, de actitud¡±.

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