Alcaraz debuta con victoria y paciencia ante un agresivo Shelton

Se estrenaba por primera vez Carlitos Alcaraz en Toronto, despu¨¦s de conquistar su primer Wimbledon y consolidar su n¨²mero uno. Si no tuvo tiempo de celebrar su victoria en la hierba londinense tampoco ha tenido tiempo de acomodarse al r¨¢pido cemento de Canad¨¢. No acompa?¨® la intensidad de Ben Shelton, 41? en el ranking y un bombardero de inicio a fin. Una joya de 20 a?os llena de descaro, atrevimiento y agresividad. Un talento con mucho potencial pero que, con la misma edad que el espa?ol, todav¨ªa tiene rasgos que pulir. No se lo puso f¨¢cil al murciano, que tuvo aceptar un rol m¨¢s pasivo y defensivo que le sirvi¨® igualmente para conseguir su decimotercera victoria consecutiva y pasar a los octavos de final, donde espera el polaco Hubert Hurkacz (no antes de las 1.00, Movistar+), que ocupa el puesto 17 en el listado.

Le cost¨® a Alcaraz entrar en el ritmo del partido, no solo por la inactividad de las ¨²ltimas semanas sino por los misiles, r¨¢pidos y potentes del americano. Restaba muy agresivo Shelton en los primeros juegos y aplastaba la bola con cada segundo saque del murciano. Por ello el de Palmar se agarraba a los primeros servicios y salvaba tres bolas de break en el primer juego. Suspiraba Carlitos con cada raquetazo del americano, que no posee golpes de transici¨®n en su repertorio sino que tiene una ruleta rusa en su brazo izquierdo. O golpe ganador, o error no forzado.

Ben Shelton, una de las grandes promesas del tenis norteamericano y que irrumpi¨® a inicios de la temporada llegando a los cuartos del Open de Australia, ha hecho de la agresividad y potencia su marca personal. Pero jugar a ese ritmo no funciona siempre y menos ante un tenista como Alcaraz que, siendo igual de joven, sabe leer las intenciones del rival. No daba por imposible los pelotazos del americano y jugaba al enga?o intentando anticiparse a los misiles de Shelton. ¡°He intentado alcanzar mi nivel pero no ha sido f¨¢cil, Ben ha sido mas agresivo que yo desde el primer punto hasta el ¨²ltimo. He intentado ser s¨®lido durante todo el partido, pero ha sido complicado¡±, aseguraba el n¨²mero uno al terminar el encuentro.

El inicio de la gira americana de pista dura empezaba igual que la temporada de hierba, inc¨®modo e inseguro. Hasta que engras¨® en cierta medida la m¨¢quina, Carlos, que comenzaba a meterse en la pista, restaba los primeros saques del americano y con paciencia devolv¨ªa los golpes o esperaba, de manera m¨¢s efectiva, al error de Shelton. As¨ª llegaba el break del murciano en el cuarto juego. El n¨²mero uno consigue mucho con muy poco y ni el ¨ªmpetu del americano lograba incordiarle en su camino hacia el primer set: 6-3 en 42 minutos. Alcaraz solo met¨ªa la bola y el de Atlanta se encargaba de mandarla fuera cuando no atinaba en sus golpes. Carlos sabe cuando pegar duro y cuando esperar. Es la diferencia entre el n¨²mero uno del mundo y el 41?.

Escasez de ritmo

En la segunda contienda el estadounidense cambi¨® de t¨¢ctica, dejaba a un lado la fuerza bruta y pasaba a jugar con la cabeza, m¨¢s t¨¢ctico en los servicios y con m¨¢s acercamientos en la red. Lo mismo en el resto donde buscaba alternativas m¨¢s all¨¢ de los golpes directos. Pero Alcaraz, que en su primera noche en Toronto adopt¨® el papel del defensor y no del atacante, se manten¨ªa seguro y con temple en los momentos donde Shelton apretaba. A¨²n as¨ª, el hecho de jugar tan defensivo hac¨ªa que en los momentos donde Carlitos pod¨ªa despegar su juego no se sintiera c¨®modo. El poco ritmo del encuentro no ayudaba al murciano a adaptarse a la pista r¨¢pida canadiense.

¡°Despu¨¦s de una bola, va otra¡±, le recordaba Antonio Mart¨ªnez Cascales en ausencia de su entrenador Juan Carlos Ferrero, que llegar¨¢ en Cincinatti, cuando Carlitos se apresuraba en alg¨²n punto. Intentaba el murciano recuperar la t¨®nica del primer set: paciencia y a esperar el fallo de Shelton. Sin embargo, esta vez no caer¨ªa en la trampa el americano que si bien baj¨® las pulsaciones con el resto las mantuvo intactas con su saque, sirviendo por encima de los 220 kil¨®metros por hora. Durante el transcurso del set se cambiaban los papeles y ahora era el n¨²mero 1 el que se apresuraba y erraba.

Se manten¨ªan los servicios y ser¨ªa el tie-break quien decidiera al ganador de un equilibrado segundo set. Ser¨ªa aqu¨ª cuando la t¨®nica del partido volvi¨® a aparecer: de nuevo el nerviosismo del americano y de nuevo Alcaraz mostrando los galones del n¨²mero uno. Fallaba Shelton y aseguraba Alcaraz. Sin brillantez ni esencia, pero con oficio y efectividad, el espa?ol vence al americano (6-3 y 7-6) en 1 hora y 39 minutos y se estrena con victoria en Toronto.

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