Declan Rice rescata a Mikel Arteta
El ingl¨¦s anota el 2-1 en el minuto 97 y evita ante el United el segundo empate consecutivo del Arsenal en la Premier
Declan Rice, a la salida de un c¨®rner, le peg¨® con el alma al primer palo y la pelota se escurri¨® hasta la red de Onana. Como un chorro de agua que apaga el fuego. La casa ard¨ªa en el Emirates. El Arsenal cosechaba su segundo empate consecutivo en la cuarta jornada de la Premier. La clasificaci¨®n comenzaba a pesar como una muela de molino sobre la conciencia de los hinchas londinenses y el United amenazaba con convertir el 1-1 en 1-2 cuando Rice, bombero, hizo el 2-1. Corr¨ªa el minuto 97 de un partido sombr¨ªo para el Arsenal, que fue magn¨ªfico segundo en el ¨²ltimo campeonato y que ahora se busca sin encontrarse, alojado de casualidad en el quinto puesto de la tabla.
Mikel Arteta dice que la belleza del f¨²tbol reside en los cambios t¨¢cticos. Tres meses despu¨¦s de completar su mejor temporada de lejos como t¨¦cnico del Arsenal, jugando casi de forma irreductible con un 4-3-3, el t¨¦cnico vasco ve como su equipo se empantana mientras ¨¦l introduce variantes, normalmente conservadoras. Tras procurar proteger a Rice con pivotes como Jorginho o Partey, en el empate (1-1) ante el Fulham, este s¨¢bado la prensa inglesa lo interrog¨® sobre su motivaci¨®n. ¡°Cada ma?ana voy a Cobham para entrenar y nunca cojo el mismo camino¡±, respondi¨®, sonriendo con los dientes apretados. ¡°A veces salgo a las 6:00 y tengo que limpiar el hielo del cristal de la luna; si salgo despu¨¦s voy por la M25; si es antes de las 7:00 cojo una salida; si es despu¨¦s tomo otra... ?Esa es la belleza del juego! Adem¨¢s, ahora no puedo jugar como el a?o pasado porque tengo distintos jugadores¡±.
Arteta tiene distinta plantilla porque ¨¦l ha querido dise?arla de otro modo. No le ha faltado apoyo financiero. El due?o del club, Stan Kroenke, le ha facilitado unos 240 millones de euros para refuerzos. Kai Havertz fue uno de sus grandes empe?os. Cost¨® 75 millones contra la opini¨®n de un sector de la direcci¨®n deportiva, que no respald¨® el fichaje. El alem¨¢n siempre ofici¨® de nueve, o de diez. Este domingo Arteta le hizo jugar de tercer interior en el 4-3-3, emparejado con Odegaard y por delante de Rice. Su desconexi¨®n del juego se hizo evidente y cuando lleg¨® al remate se expres¨® con la misma impuntualidad que le pes¨® a su paso por el Chelsea.
El domin¨® perfectamente sincronizado de la temporada pasada perdi¨® piezas. Primero porque Havertz no es Xhaka; segundo porque Edward Nketiah, el chico de la cantera, se parece a Gabriel Jes¨²s lo mismo que un aparejador a un f¨ªsico nuclear. Tienen dos brazos, dos piernas, dos ojos. Juegan arriba. Hacen goles. Son buenos muchachos. Pero el laberinto del f¨²tbol los lleva por caminos distintos. Este domingo Gabriel Jes¨²s, art¨ªfice de la explosi¨®n del Arsenal hace un a?o, vio el partido en el banquillo. El Arsenal sufri¨® para jugar r¨¢pido y f¨¢cil y, cada vez que lleg¨® tarde a la presi¨®n, el United se le escap¨® cre¨¢ndole problemas graves. En el minuto 27, Rashford complet¨® un contragolpe con el tiro que abri¨® el marcador.
Gol anulado a Garnacho
El empate de Odegaard, en la primera jugada tras el saque de centro, fue producto de la efervescencia. De la subida de adrenalina. No del juego. El Arsenal atraves¨® un largo desierto hasta la segunda mitad, ni muy resuelto para invadir el campo rival ni muy ordenado frente a un adversario que se agazap¨® alrededor de Casemiro y cruz¨® los dedos para que Lindelof no metiera la pata. El United apenas se agarr¨® a la lucidez de Eriksen en el primer pase, y a los chispazos de Rashford y Antony. Poca cosa. Suficiente para llevar el partido a un territorio inh¨®spito para el equipo local, que vio c¨®mo su portero, Ramsdale, salvaba un mano a mano ante Martial antes de una intervenci¨®n auxiliadora del VAR. Fue cuando Garnacho marc¨® el 1-2, cumplido el tiempo reglamentario, tras un gontragolpe. El juez de v¨ªdeo lo anul¨® por un incipiente fuera de juego. Gabriel dio un paso al frente en la ¨²ltima d¨¦cima.
El empate parec¨ªa resuelto cuando a la salida de un c¨®rner, en pleno asedio, Rice enganch¨® un bal¨®n sin marca y lo envi¨® al fondo de la red. El Emirates lo celebr¨® con alivio. La velada estaba concluida y Gabriel Jes¨²s, que hab¨ªa entrado minutos antes, remat¨® el definitivo 3-1. Marcador enga?oso para un Arsenal que no se parece mucho al del a?o pasado.
En los otros partidos del domingo el Crystal Palace se impuso al Wolves (3-2) y el Liverpool aprovech¨® la lesi¨®n de Diego Carlos para acribillar al Aston Villa de Emery (3-0).
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