La tensi¨®n en la federaci¨®n se respira en el vestuario
¡°Han ocurrido unos acontecimientos extra?os¡±, subraya Azpilicueta
Nada parec¨ªa haber cambiado en Las Rozas. Al menos, de cara a la galer¨ªa. En la casa de la selecci¨®n espa?ola todas las rutinas previas a un duelo de la Roja se respetaron con normalidad. As¨ª se hab¨ªa decidido desde el departamento de comunicaci¨®n. ¡°Una de nuestras grandes virtudes ha sido el trato con los medios¡±, aseguran desde la federaci¨®n. Por eso, la idea fue la de no modificar nada a pesar de la dificultad del contexto, una complicada gesti¨®n de la informaci¨®n, sobre todo para los futbolistas que acostumbran a regatear las situaciones de conflicto. ¡°Era para estar tensos, la liada que hay no es ni medio normal¡±, reconoc¨ªa uno de los seleccionados por Luis de la Fuente.
¡°Han ocurrido unos acontecimientos extra?os y tenemos una situaci¨®n dif¨ªcil. Aun as¨ª, tenemos una responsabilidad. Volver a la selecci¨®n es un orgullo¡±, se arranc¨® C¨¦sar Azpilicueta, uno de los capitanes de Espa?a, sin miedo para enfrentarse a los medios. ¡°Ser¨¢ porque ya llevo a?os en esto¡±, justific¨® su presencia. No era f¨¢cil la misi¨®n del jugador del Atl¨¦tico. Despu¨¦s del comunicado emitido por el vestuario, para algunos tibio ¡ª¡±me sobra eso de que hayan dicho que solo quieren centrarse en lo deportivo¡±, se quej¨® Vero Boquete en El larguero¡ª, para otros, en cambio, suficiente. ¡°Las opiniones son respetables. Consensuar el comunicado entre todos fue complicado. Hicimos lo que consider¨¢bamos que deb¨ªamos hacer¡±, expuso Azpilicueta.
Sin embargo, lo que se deb¨ªa hacer, seg¨²n Azpilicueta, gener¨® cierta crispaci¨®n en el vestuario. Los que imploraban por un comunicado m¨¢s agresivo desconf¨ªan de los empleados federativos con cargo que no ve¨ªan bien el comunicado, sospechosos de informantes del suspendido mandatario. El defensa del Atl¨¦tico dej¨® clara su postura. ¡°No he hablado con Rubiales ni con las jugadoras de la selecci¨®n femenina¡±, aclar¨®. Azpilicueta, sin embargo, evit¨® frases pol¨¦micas, sobre todo titulares rimbombantes. No fue el ¨²nico. Todos los jugadores que atendieron a la prensa siguieron la l¨ªnea de Azpilicueta. ¡°Nadie les dijo lo que ten¨ªan que decir¡±, subrayan desde la federaci¨®n.
Como en el comunicado del pasado lunes ¡ªen el que los futbolistas hab¨ªan recibido presi¨®n de empleados federativos para controlar el resultado¡ª en la comparecencia del jugador del Atl¨¦tico, tampoco apareci¨® el nombre de Jennifer Hermoso. Azpilicueta, en cualquier caso, defendi¨® a las jugadoras que han decidido no regresar a la selecci¨®n mientras contin¨²en los mismos directivos. ¡°Es una decisi¨®n suya. La respetamos. Nosotros tenemos una responsabilidad. Tenemos que ayudar y estamos con ellas¡±, subray¨® Azpilicueta, en defensa, justamente, de otro de los puntos que hab¨ªa generado fricci¨®n entre los futbolistas de la selecci¨®n masculina a la hora de escribir el comunicado. ¡°No fue sencillo y nos llev¨® un tiempo¡±, cerr¨®. Y justific¨® la demora en la reacci¨®n de la selecci¨®n masculina: ¡°No podemos emitir un comunicado sin saber si estamos en la convocatoria¡±.
De los despachos al vestuario, la tensi¨®n se expande por la sede de Las Rozas. Pero mientras los jugadores se miran con recelo, en los pasillos se fiscalizan. Todos atentos a los movimientos de todos. ¡°Aqu¨ª la gente de Rubiales mira qui¨¦n habla con qui¨¦n¡±, observa una fuente de la federaci¨®n. A la espera de un ganador (o perdedor) definitivo, en Las Rozas crecen las trincheras. Todo bajo una aparente normalidad. Nada raro, ya hab¨ªa pasado lo mismo en Australia y Nueva Zelanda.
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