Fallece Tom¨¢s Barris, el padre del mediofondo espa?ol
El atleta nacido en Barcelona en 1930 compiti¨® en los a?os 50 con los mejores del mundo en las m¨ªticas reuniones escandinavas
El primer atleta espa?ol que baj¨® de los cuatro minutos en la milla ¨Cla luna o marte para el atletismo en los a?os 50 del pasado siglo¡ªfue el aragon¨¦s Alberto Esteban, en 1968, pero la historia habr¨ªa sido po¨¦ticamente mucho m¨¢s justa si el protagonista del hecho hist¨®rico hubiera sido Tom¨¢s Barris, que lo merec¨ªa, y estaba capacitado para ello, y podr¨ªa haberlo conseguido al menos 10 a?os antes, solo cuatro despu¨¦s de que lo hiciera en Oxford, por primera vez en la historia, el Everest del atletismo, titularon los medios, el estudiante de medicina brit¨¢nico Roger Bannister, 3m 59,4s, el 6 de mayo de 1954.
¡°Y no lo hice porque por entonces en Espa?a apenas hab¨ªa competiciones¡±, contaba Barris, catal¨¢n del Eixample de Barcelona, que falleci¨® el domingo a los 93 a?os. Fue el padre del medio fondo espa?ol y como pionero magn¨ªfico le veneran todos sus hijos, los atletas que desde Jorge Gonz¨¢lez Amo hasta Mo Katir han convertido el 1.500m y la milla en las distancias magn¨ªficas del atletismo espa?ol, en su orgullo. Barris, hijo de la burgues¨ªa catalana, logr¨® aunar talento, sabidur¨ªa, lucha y perseverancia para aprovechar el privilegio del que goz¨® en los a?os m¨¢s duros, pobres y tristes en Espa?a, y osad¨ªa para lanzarse, saltar hasta Escandinavia y sin miedo competir con los mejores atletas mundiales de la ¨¦poca.
¡°La transformaci¨®n de Tom¨¢s Barris en un atleta de nivel mundial no fue fruto del azar, sino de su voluntad y tes¨®n al ponerse a disposici¨®n del entrenador finland¨¦s Olli Virho que estuvo ocho meses en Barcelona para preparar a los atletas catalanes de cara a los II Juegos del Mediterr¨¢neo, que se disputaron en el viejo Estadio de Montju?c en el verano de 1.955¡å, cuenta el propio Barris, en tercera persona, en la p¨¢gina web que ¨¦l mismo puso en marcha para colgar sus fotos, sus recuerdos, su carrera (www.barris.org/index.php/es/perfil-deportivo). ¡°La llegada de Olli Virho fue una gesti¨®n directa del Ayuntamiento de Barcelona y de Juan Antonio Samaranch que fueron quienes costearon la estancia del t¨¦cnico finland¨¦s, que introdujo entre nosotros el entrenamiento intensivo y controlado¡±.
En el enfrentamiento Espa?a-Alemania de 957 todo el entrenamiento y el esfuerzo cristalizaron en una victoria que transform¨® la carrera de Barris, quien se impuso en los 1.500m al explusmarquista mundial Werner L¨¹gg en la pista de ceniza de la Ciudad Universitaria de Madrid, Fue la ¨²nica victoria espa?ola, fue el salto de calidad que hizo que Barris empezara a ser invitado a los mejores m¨ªtines, los que llenaban el verano escandinavo, la meca del medio fondo mundial entonces.
¡°Fui el recordman espa?ol de la milla en mis tiempos de Escandinavia. Me mov¨ªa entre 4.05 y 4.02m. Eran los tiempos en que hasta que Bannister no baj¨®, los cuatro minutos se consideraban una barrera infranqueable¡±. En 1958, en Turku (Finlandia), bati¨® el r¨¦cord de Espa?a de 1.500m con una marca magn¨ªfica: 3m 41,7s. Teniendo en cuenta que para los 109,344 metros restantes hasta la milla se sol¨ªa invertir entre 16 y 18 segundos, si la carrera hubiera sido una milla, la barrera habr¨ªa sido franqueada. ¡°El d¨ªa anterior me hab¨ªa retirado de un 5.000 porque me encontraba mal, y despu¨¦s, por la noche, estuve en la fiesta de los atletas. Pero logr¨¦ una marca espectacular. Mejor que la que nunca logr¨® Bannister en 1.500 metros. Por primera vez la mejor marca de un espa?ol estaba a s¨®lo tres a?os del r¨¦cord mundial¡±.
Barris abri¨® las puertas a un torrente de deseo y valor. Cre¨® la escuela del mediofondo espa?ol. Todos creyeron que todo era posible.
El atletismo espa?ol de los a?os 60 era una pista de 300 metros en la Ciudad Universitaria de Madrid, unos cuantos estudiantes en la residencia Blume pasando el invierno y un par de meses de verano con beca en Escandinavia. Alberto Esteban, Gonz¨¢lez Amo, ?lvarez Salgado, Mariano Haro¡ se concentraban en Suecia y desde ah¨ª recorr¨ªan toda la pen¨ªnsula en coche alquilado participando en reuniones. Eran los a?os del amateurismo marr¨®n, en que estaba prohibido cobrar pero todo se arreglaba con gastos de viaje y dietas. ¡°Entre unas cosas y otras volv¨ªamos a casa con cuatro o 5.000 pesetas. Y tan contentos¡±, recuerda Gonz¨¢lez Amo, ol¨ªmpico en 1.500m en los Juegos de M¨¦xico y plusmarquista espa?ol de 1.500m. ¡°Se corr¨ªa infinitamente mejor que en el resto de Europa¡±.
En aquel ambiente, el 2 de julio de 1968, Alberto Esteban particip¨® en una milla en el estadio ol¨ªmpico de Estocolmo. ¡°Y yo no quer¨ªa ir porque estaba lesionado del tal¨®n de Aquiles¡±, dice Esteban, nacido el d¨ªa de Reyes de 1943. ¡°Pero Manuel Ballesteros, mi entrenador, me convenci¨® para ir porque pod¨ªa hacer la m¨ªnima para el 1.500 de los Juegos de M¨¦xico. Fui pero ni quer¨ªa salir, porque me dol¨ªa mucho el tal¨®n. ¡®Int¨¦ntalo por lo menos¡¯, me insisti¨® Ballesteros. Y a pesar de los dolores corr¨ª a tope. Al pasar por la l¨ªnea del 1.500 me cantaron la marca: 3m 41.3. Hab¨ªa hecho la m¨ªnima y adem¨¢s el r¨¦cord de Espa?a, se lo quitaba a Barris 10 a?os despu¨¦s. Y a partir de ah¨ª me dej¨¦ ir. Ni pensaba en los cuatro minutos. Corr¨ª los ¨²ltimos 100 metros a ritmo de maratoniano, en 18s. Acab¨¦ en 3m 59.2s. Qued¨¦ cuarto, por delante de Ron Clarke, pero no volv¨ª a correr m¨¢s millas¡±.
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