En el marat¨®n de Valencia brillar¨¢ Tariku Novales, atleta de instinto en la era de la revoluci¨®n tecnol¨®gica
El atleta gallego, entrenado por Juan del Campo, cree que se convertir¨¢ este domingo en el primer espa?ol que baje de las 2h 6m en la distancia de los 42,195 kil¨®metros
Los chicos forman una cooperativa m¨¢s que un grupo de entrenamiento. Laura Luengo y Yago Rojo ayudan en sus series alrededor de la pista a la marchadora Lidia S¨¢nchez Puebla, m¨¦dica, camino de ser doctora, a quien, con el brazo escayolado despu¨¦s de una ca¨ªda al pisarse los cordones de las zapatillas, le toca hacer unos cuantos 400, y prefiere olvidarse de cu¨¢ntos. Tariku Novales, por la zona del c¨¦sped, entrena a Daniel Basas, hijo de su llorado fisio ?ngel Basas, que se prepara para ser bombero.
Con el cron¨®metro en la mano y una mirada que lo abarca todo, y lo controla, el entrenador de todos, Juan del Campo, diserta sobre la ciencia y la t¨¦cnica del marat¨®n, y da consejos de viejo sabio.
Esto pasaba en el CAR de Madrid el s¨¢bado pasado, ocho d¨ªas antes del marat¨®n de Valencia, este domingo (a partir de las 8.15, en Teledeporte), tercera chocolatina en el calendario de Adviento, a las 8.15, quiz¨¢s el d¨ªa m¨¢s importante de su vida como atletas. As¨ª lo presienten Novales, que se ve capaz de batir el r¨¦cord nacional (2h 6m 25s, de Ayad Lamdassem), Luengo, de 26 a?os, y Rojo, de 28, que piensan en la m¨ªnima para los Juegos de Par¨ªs, que son 2h 26m 50s, para ella, y 2h 8m 10s, para ¨¦l, en la distancia de 42,195 kil¨®metros, que Del Campo le disecciona a Luengo, extreme?a de Pasar¨®n de la Vera y plusmarquista nacional de media marat¨®n (1h 9m 41s) y debutante en la larga distancia: ¡°Los primeros 25 kil¨®metros son para ver el paisaje; si lo puedes disfrutar, es que vas bien. Del 25 al 30 son para verte a ti misma, para examinarte y decidir qu¨¦ buscar¨¢s, si sobrevivir o arriesgar. Del 30 al 35, son para poner en marcha tu plan, y del 35 en adelante para sufrir, si solo piensas en terminar, o para gozar, si te sientes fuerte y plet¨®rica y vas devorando kil¨®metros¡±.
¡°Laura est¨¢ para lograr la m¨ªnima y tambi¨¦n para batir el r¨¦cord [2h 26m 14s, de Marta Galimany], aunque tambi¨¦n podr¨ªan batirlo y llegar antes que ella en Valencia la misma Galimany, Majida Maayouf o F¨¢tima Ouhaddou, que tambi¨¦n corren en Valencia¡±, advierte Del Campo, ¡°y Tariku ya ha llegado a su madurez, al momento de hacer algo importante. Ser¨¢ su tercer marat¨®n. El primero, en Valencia el a?o pasado, lo corri¨® lesionado, y aun as¨ª, y con todas las dudas que arrastraba, logr¨® una marca magn¨ªfica, 2h 7m 18s, a la que aspira ahora a recortar dos minutos, tres segundos por kil¨®metro, para ser el primer espa?ol que baje de las 2h 6m¡±.
Reci¨¦n cumplidos los 25 a?os, Novales, adoptado a los seis a?os en un hospicio de Addis Abeba por una pareja gallega, cumple a la perfecci¨®n las condiciones que los especialistas han decidido que debe cumplir el maratoniano de un presente en la que la barrera de las dos horas se acerca cada vez m¨¢s tentadoramente: un joven con poco paso por la pista (aunque a los 19 a?os ya le disput¨® a Jakob Ingebrigtsen la victoria en los 5.000m de los Europeos sub-20), muy l¨ªpido dependiente (en un examen en el tapiz, con medici¨®n de gases, oxidaba grasas a ritmos de 3m 25s el kil¨®metro y se quedaba su ¨¢cido l¨¢ctico en 2,5 milimoles), buen sistema digestivo y buena oxidaci¨®n de carbohidratos en carrera y feliz con las zapatillas de ¨²ltima generaci¨®n. Toda la investigaci¨®n que secund¨® el proyecto de romper la barrera de dos horas con Eliud Kipchoge ha tra¨ªdo consigo el conocimiento y el gran salto adelante del marat¨®n en los ¨²ltimos tres a?os.
¡°Creo que vivo una realidad un poquito paralela en cuanto a la relaci¨®n con el marat¨®n. Ya sab¨ªamos desde el principio, desde mucho antes de la revoluci¨®n tecnol¨®gica, que iba a acabar en el marat¨®n. As¨ª lo indicaban mis cualidades¡±, dice Novales, que est¨¢ casi tan chupado como los miles de maratonianos populares de caras afiladas y hambre en la mirada que devoran paella la v¨ªspera de la carrera, y pesa 59 kilos, el peso m¨ªtico de Eliud Kipchoge en forma y capaz de engullir 100 gramos de carbohidratos a la hora, maltodextrina y fructosa, en sus carreras r¨¦cord. ¡°Pero, para m¨ª, lo tecnol¨®gico, el tema de las zapatillas y dem¨¢s, y la nutrici¨®n, son, al final algo secundario. Yo habr¨ªa sido igualmente maratoniano y habr¨ªa tenido unos resultados muy, muy buenos, independientemente de todo esto. Claro que estas evoluciones hacen que tanto la preparaci¨®n como la competici¨®n sean un poquito m¨¢s sencillas, un poquito m¨¢s agradables y quiz¨¢s un poquito menos sufridas. Pero sigue habiendo que estar ah¨ª pico-pala, sigue habiendo que ir a hacer muchos kil¨®metros y sigue habiendo que valer para ello¡±.
La ra¨ªces et¨ªopes, que Novales cultiva y hace crecer con largas concentraciones de entrenamiento en los altiplanos de Addis Abeba, van unidas a su sentido profundo el marat¨®n. ¡°He ido aprendiendo much¨ªsimo, much¨ªsimo, y con Juan y Luismi Berlanas, mis entrenadores, hablamos mucho de atletismo y siempre comentamos las sensaciones. Y he ido conoci¨¦ndome a m¨ª mismo, e introspeccion¨¢ndome siempre en cada entrenamiento, y viendo lo que ve¨ªa que me faltaba, lo que no, lo que ve¨ªa que iba bien, lo que me sentaba bien. Discuto con ellos el entrenamiento a la antigua, m¨¢s guiados por las sensaciones, por la respuesta, por c¨®mo estoy, por el cansancio, por el descanso, por todo, m¨¢s all¨¢ de las nuevas modas sobre la toma de lactatos o el pulso¡±.
A Novales, los de Adidas le han regalado un ¨²ltimo modelo de sus zapatillas, el mismo que us¨® la et¨ªope Tigst Assefa para dejar en septiembre en Berl¨ªn el r¨¦cord del mundo femenino en 2h 11m 53s. Cuestan 500 euros. No han fabricado m¨¢s 500 y pico. ¡°M¨¢s que exclusivas son extremadamente exclusivas¡±, dice Novales, m¨¢s desbordante de orgullo por sentirse uno de los elegidos que ansioso por probar las pretendidas virtudes m¨¢gicas de las zapatillas con 30 mil¨ªmetros de suela de espuma liger¨ªsima y dedos de carbono. Inevitablemente, dado que Novales es violonchelista de conservatorio, surge la palabra Stradivarius. ¡°Tocar con un Stradivarius te da un poco de responsabilidad; decir: no voy a desafinar o no voy a meter la pata, pero, por otro lado, tambi¨¦n sabes que es un instrumento m¨¢gico, pero que no va a tocar por ti. O sea, que ser¨¢ lo que t¨² le des. No vas a poder ponerlo ah¨ª, que suene ¨¦l solo y ni siquiera te va a mover a ti los dedos ni la mano ni va a ser m¨¢gico. No¡±.
Novales es un artista que improvisa su m¨²sica, su pintura, sus maratones, que corre a veces con la cabeza a p¨¢jaros, y la dosificaci¨®n de los geles de carbohidratos. ¡°Me pongo geles en todos los puntos kilom¨¦tricos y decido en cada momento si lo necesito o no. Mira que me insisten en que dosifique regularmente, pero me cuesta quedarme con las recomendaciones. Soy m¨¢s partidario de ir valorando sobre la marcha. Si me ha sentado bien, si veo que necesito un peque?o plus a nivel tambi¨¦n de cafe¨ªna o lo que sea, aunque hay algunos puntos que s¨ª lo tengo muy marcado, por ejemplo, el kil¨®metro 25, que tengo puesto incluso un poco de cafe¨ªna. Ese s¨ª que adem¨¢s me obligo no solo a cogerlo y a tomarlo, sino a tomar lo m¨¢ximo posible¡±, dice Novales, que partir¨¢ en el segundo grupo de liebres, con un paso previsto por la media en 1h 2m 30s. En el primero, con paso en 1h 1m, viajar¨¢n Joshua Cheptegei, Kenenisa Bekele, el dulce Kandie y otros favoritos para romper el r¨¦cord del circuito, fijado por Kelvin Kiptum en 2022 con 2h 1m 53s. Detr¨¢s, a lo largo de kil¨®metros, los 33.000 restantes participantes. ¡°Y no solo eso me da la libertad de no tenerlo todo cuadriculado y estar un poquito m¨¢s relajado, sino que adem¨¢s me distrae de lo que es la propia carrera y me deja estar centrado en diferentes cosas, que eso tambi¨¦n ayuda a que la carrera se vaya pasando de forma m¨¢s agradable. Y a veces me sorprendo pensando en cosas que no tienen absolutamente nada que ver con la carrera. A lo mejor estoy rememorando, ostras, el otro viaje que hice el otro d¨ªa, y digo, ?qu¨¦ haces? C¨¦ntrate. Que eso yo creo que tambi¨¦n es un poquito un acto defensivo del cerebro. Es m¨¢s, recuerdo el a?o pasado terminar la prueba y de estar tan centrado, tan centrado, y de obligarme a estar tan centrado, acab¨¦ casi con dolor de cabeza¡±.
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