Carlos Sainz y Audi acarician el rally Dakar tras una aver¨ªa de S¨¦bastien Loeb en la pen¨²ltima etapa

Carlos Sainz tan solo necesitaba llevar su Audi h¨ªbrido hasta la l¨ªnea de meta para dejar sentenciado su cuarto Rally Dakar, y as¨ª lo hizo. Iba para ganar la etapa, pero en el tramo final de la pen¨²ltima especial de la prueba no tom¨® riesgos innecesarios, tir¨® de pragmatismo y se conform¨® con una tercera plaza a 5m35s del ganador de etapa, el Toyota de Guerlain Chicherit (4h43m). Al piloto madrile?o, de 61 a?os, todav¨ªa le queda superar el tr¨¢mite de 175 kil¨®metros este viernes, a orillas del mar Rojo, para batirse a s¨ª mismo, por segunda vez, como el ganador m¨¢s veterano de la prueba.

Sus mec¨¢nicos ajustar¨¢n bien todas las tuercas esta noche, y probablemente no echen ojo de tantos nervios acumulados. Solo un descalabro, una fatalidad que desafortunadamente no le es ajena, le privar¨ªa de culminar el proyecto de la marca alemana con una victoria. El plan del constructor es despedirse tras un desembolso millonario en apenas tres a?os y pico de desempe?o y poder presumir as¨ª de haber construido en tan poco tiempo el primer veh¨ªculo con motores el¨¦ctricos ¨Ccargados, eso s¨ª, por un bestial propulsor de gasolina¨C que se lleva el rally m¨¢s duro del planeta. Para Sainz ser¨ªa la cuarta corona con marca distinta despu¨¦s de Volkswagen (2010), Peugeot (2018) y Mini (2020), siempre al lado del barcelon¨¦s Lucas Cruz, con quien ha compartido 12 de sus 17 participaciones. ¡°Era una etapa important¨ªsima para acabar sin problemas. Era fundamental, la etapa decisiva del rally, pero mi experiencia tambi¨¦n me dice que las carreras hay que acabarlas, y queda un d¨ªa¡±, comparti¨® a su llegada al ¨²ltimo vivac de la prueba.

La alfombra roja la despleg¨® pronto S¨¦bastien Loeb por culpa de una aver¨ªa mec¨¢nica en su Prodrive de BRX. En el kil¨®metro 132 de los 420 previstos en el pedregal entre Al Ula y Yanbu, el nueve veces campe¨®n del Mundial de Rallies le dio un buen golpe a su Hunter y rompi¨® la horquilla delantera derecha del coche. Desesperado, intent¨® reparar lo irreparable hasta que iz¨® la bandera blanca con una llamada a los suyos. Necesitaba el cami¨®n de asistencia del equipo para conseguir piezas de repuesto cuando este ni siquiera hab¨ªa arrancado en la l¨ªnea de salida. Por suerte, un Hunter privado del chino Zi Yungang acudi¨® a su rescate cuando ya ped¨ªa el helic¨®ptero para retirarse de la prueba: le cedi¨® las piezas necesarias para reparar la suspensi¨®n en un gesto muy aplaudido. En la operaci¨®n, entre una cosa y otra, se dej¨® una hora y cuarto y la pr¨¢ctica totalidad de posibilidades de victoria.

El abrupto desenlace evit¨® el drama anticipado por la organizaci¨®n en el esperado desenlace entre las afiladas piedras camino a Yanbu, escenario que coronar¨¢ a Sainz, leyenda viva del automovilismo, si no se tuerce nada a ¨²ltima hora. No fue para nada una especial sencilla, y Cruz describi¨® el panorama como un ¡°campo de cad¨¢veres¡± debido a la alta incidencia de fallidas mec¨¢nicas y pinchazos. Despu¨¦s de sortear la etapa sin grandes contratiempos y adelantar a su rival a todo trapo en el lugar del incidente, la pareja goza de una ventaja de casi hora y media sobre su m¨¢s inmediato perseguidor.

El belga Guillaume De Mevius, representante de la nueva hornada de talento que se prepara para la retirada de los grandes t¨®tems, todav¨ªa dominadores de la prueba y el relato, aprovech¨® la debacle de varios hombres fuertes de la general para subir hasta la segunda plaza. Despu¨¦s de su trancazo, Loeb llega tercero a la ¨²ltima especial a 1h35m del espa?ol y apenas 8 minutos del segundo caj¨®n.

¡°Todo ha ido bien, solo hemos tenido un pinchazo hacia el final. Cuando hemos visto a Seb parado, hemos conducido con m¨¢s cuidado, nos lo hemos tomado con mucha calma¡±, detall¨® el espa?ol, todav¨ªa precavido. ¡°Quedan 175 kil¨®metros por disputarse, y yo s¨¦ muy bien que en este rally hay que llevar el coche hasta el final. Si les tengo a m¨¢s de una hora, est¨¢ claro que no voy a apresurarme¡±. Loeb, que vio como el Audi de su gran rival pasaba por delante, fue deportivo en la derrota y avis¨® al espa?ol para que aminorara la marcha y no se comiera alguno de los pedruscos traicioneros de la zona estrecha y revirada entre grandes ca?ones donde termin¨® de definirse la carrera.

Brabec y Honda acarician la victoria

En categor¨ªa de motos, tampoco parece que vaya a repetirse el explosivo desenlace del a?o pasado, que coron¨® a Kevin Benavides (KTM) por tan solo 43 segundos, el margen m¨¢s reducido de la historia. Honda, que ha dominado la estrategia en todo momento en la presente edici¨®n, se llevar¨¢ su tercer Dakar en Arabia Saud¨ª encumbrando por segunda vez a Ricky Brabec, su piloto m¨¢s veterano. El estadounidense de 32 a?os mantuvo a raya a Ross Branch (Hero), ganador de la und¨¦cima etapa y su principal rival a lo largo de la prueba. Gracias a las bonificaciones por abrir pista, llega al paseo por Yanbu con algo m¨¢s de 10 minutos de margen sobre el piloto botsuano.

La superioridad del fabricante japon¨¦s ha sido avasalladora, y es que sus pilotos han ganado siete de las 11 etapas disputadas, ocho contando el pr¨®logo. Los problemas mec¨¢nicos del chileno Nacho Cornejo, de hecho, fastidiaron los planes para intentar un pleno en el podio en el desenlace de este viernes. Si no cambia mucho la pel¨ªcula, Adrien Van Beveren ocupar¨¢ el tercer caj¨®n en la categor¨ªa.

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