La calma y el ¡®flow¡¯ de Jordan D¨ªaz, nuevo divo del atletismo mundial

A Par¨ªs se va por Roma, dicen las gentes del atletismo europeo, pero la capital italiana no fue una meta volante, sino una atracci¨®n plena que hizo olvidar a veces la imponencia ol¨ªmpica que se avecina. Roma fue importante por s¨ª misma.

Los Campeonatos de Europa han sido una ¨®pera de inicio moroso por el bochorno y el programa y final a rabiar, apote¨®sico ambiente en el Ol¨ªmpico, fiesta y drama, como si el Verdi m¨¢s previsible en persona, revivido m¨¢s de un siglo despu¨¦s de enterrado, hubiera estado detr¨¢s del libreto y la m¨²sica, y solo el crescendo sentimental y emotivo hasta el desasosiego y el llanto tuviera sentido. No desafinaron ni el coro ni los int¨¦rpretes solistas ni los divos, que batieron 15 r¨¦cords de los campeonatos.

Con sus campeones ol¨ªmpicos al frente (el rey de los 100m Jacobs, el saltador Tamberi, su relevo 4x100, el s¨ªmbolo de la fortaleza joven de un pa¨ªs en crisis), los italianos dominaron espl¨¦ndidamente (24 medallas, 11 de ellas de oro), lo que garantiz¨® un magn¨ªfico ambiente en las gradas en sesiones de ocho horas diarias, una de las grandezas que solo el atletismo puede generar, y los m¨¢s grandes atletas europeos, tambi¨¦n los mejores del mundo, los ni?os de la generaci¨®n Z que ya son cl¨¢sicos, brillaron: Jakob Ingebrigtsen se convirti¨® en el primer atleta que gana seis oros, tres en 5.000m y tres en 1.500m, en tres campeonatos consecutivos, desde Berl¨ªn 2018, cuando debut¨® con 17 a?os; Mondo Duplantis, despu¨¦s de ganar, a los 24 a?os, su tercer oro consecutivo con un r¨¦cord del campeonato (6,10m) intent¨® batir por sexta vez el r¨¦cord del mundo, mand¨® colocar el list¨®n a 6,25m, eligi¨® su p¨¦rtiga amarilla m¨¢s dura y se dej¨® inspirar por el Volare de Modugno que son¨® para, junto a la luna en cuarto creciente, acostadita a casi la medianoche del mi¨¦rcoles, crear un ambiente casi on¨ªrico y chill¨®n. ¡°Y vol¨¦, vol¨¦ feliz m¨¢s alto que el sol, y a¨²n m¨¢s alto, mientras el mundo desaparec¨ªa lentamente all¨¢ lejos¡±, cantaba Domenico, y el sueco intent¨® imitarlo, y en su primer intento super¨® bien la altura, pero derrib¨® al rozar con el pecho en su descenso la barra, que cay¨®. Los otros dos intentos fueron peores. Estaba agotado. Un pel¨ªn mayor, 26 a?os, el campe¨®n ol¨ªmpico de longitud, el griego Tentoglou, vol¨® parab¨®lico en la tarima para batir ¨¦l tambi¨¦n, con su mejor marca, 8,65m, el r¨¦cord de los campeonatos, como tambi¨¦n lo superaron los fen¨®menos de los 400m vallas, el campe¨®n ol¨ªmpico, el noruego Karsten Warholm (46,98s), y la neerlandesa Femke Bol (52,49s), subcampeona mundial y aspirante en unos de los grandes duelos que esperan en Par¨ªs contra Sydney McLaughlin, al oro ol¨ªmpico. M¨¢s grandes nombres que quitaron el hipo: la heptatleta Naffisatou Thiam, las saltadora Malaika Mihambo y Yarolslava Mahuchikh.

Y aunque a¨²n no sea campe¨®n mundial u ol¨ªmpico, pues a¨²n no ha tenido la oportunidad, en el grupo de divos entran 18,18 metros y Jordan D¨ªaz, que se sale del molde del atletismo espa?ol, cap¨ªtulo aparte de la valoraci¨®n que tras el campeonato, la madrugada del jueves, hizo en el estadio Jos¨¦ Peir¨®, el seleccionador nacional.

¡°Ocho medallas, dos de ellas de oro, 29 finalistas, el 40% del equipo¡­ No voy a decir que ha sido un mal campeonato, pero tampoco voy a decir que estoy satisfecho porque no es as¨ª. Esperaba, dentro de la previsi¨®n normal esperaba un poquito m¨¢s, y dentro de la previsi¨®n optimista, pues bastante m¨¢s¡±, analiza Peir¨®. ¡°Hemos tenido actuaciones absolutamente estelares, y no me refiero solamente a las medallas, sino que ha habido atletas que han estado muy por encima de lo que se preve¨ªa, como el velocista Guillem Cresp¨ª [sexto en 100m] o Quique Llopis, que se asienta definitivamente en la ¨¦lite de los 110m vallas, no solamente por el puesto, plata, sino adem¨¢s por la marca que ha hecho [13,16s]. Esper¨¢bamos m¨¢s que el quinto puesto en la tabla final por puntos, tras Italia, Francia, Gran Breta?a y Alemania. Tenemos que aspirar a m¨¢s¡±.

Habla de Par¨ªs, y todos miran a Jordan D¨ªaz, divo mundial que alcanza, a los 23 a?os, en su primera temporada de madurez, la categor¨ªa m¨¢xima del atletismo, habitante del reino de los que convierten en arte el gesto t¨¦cnico, lo hacen suyo, como si hubieran nacido con ¨¦l, lo transforman en belleza, y emocionan. Mientras el 99% de los atletas son trabajadores esforzados que, sudorosos y tenaces, intentan imitar la naturaleza, un 1%, o menos a¨²n, son la naturaleza misma: sin sudor hacen natural lo imposible. Nunca el atletismo espa?ol hab¨ªa contado con un extraterrestre as¨ª. Es el Alcaraz del atletismo, otro heraldo de la generaci¨®n Z del deporte, como Pogacar, porque, siendo de la categor¨ªa de los marcianos del deporte, tambi¨¦n se r¨ªe y nunca se descompone, y no es como las campeones de otros tiempos, perros rabiosos, elementos cabreados siempre, como si el alto rendimiento dependiera de la furia.

¡°S¨ª, la verdad es que toda la competici¨®n es como el d¨ªa a d¨ªa. Yo siempre estoy alegre, estoy con el equipo haciendo bromas. Para la competici¨®n, s¨ª, hay que estar muy centrado, pero nunca dejar tu car¨¢cter, como eres. Y yo creo que ser una persona alegre es lo mejor que hay, as¨ª que...¡±, dice el mi¨¦rcoles por la tarde, despu¨¦s de recibir la medalla de campe¨®n, y a su lado, el segundo, Pichardo, moh¨ªno, representaci¨®n del enfado, ni le mira. ¡°Yo soy bastante contento y soy bastante tranquilo¡±

Es espa?ol de Guadalajara, del equipo de Iv¨¢n Pedroso, como la medallista de oro y tambi¨¦n triplista Ana Peleteiro, pero como su entrenador se distingue por hacer las cosas a lo cubano, como dicta la estrofa de la canci¨®n de Orisha, m¨ªtica que todos los cubanos conocen: ¡°Con mi flow que calma sin fatiga a los nerviosos. Con mi conexi¨®n, controlando bien mi lengua¡±. Como hace en los minutos anteriores a su duelo con Pichardo, la madre de todas las competiciones de triple, 18,18 contra 18,04, y ajeno al barullo que le rodea se sienta en un banco y bromea con un rival, el portugu¨¦s Tiago Pereira. ¡°Claro, es que lo que digo, tampoco se puede estar tan tenso. Estoy concentrado en la competici¨®n, pero al final es mi compa?ero de equipo y yo voy a apoyarlo para que coja una medalla tambi¨¦n¡±, explica, pues Pereira tambi¨¦n se entrena con Pedroso y acaba cuarto. ¡°Aparte de eso, a ver, que es una competici¨®n. Tampoco tienes que estar ah¨ª para morirte¡±.

Peleteiro tambi¨¦n es alegre y feliz fuera del saltadero, pero se transforma en una furia, una tigresa, cuando compite. ¡°Ana s¨ª es de pegar con los pu?os. Yo soy m¨¢s de pasar la mano. Yo soy muy tranquilo. Yo soy de pincel. Soy de pasar la manito. Todo tranquilo¡±, y con la mano suave se acaricia la pierna para reforzar sus palabras con ternura. Pero esa calma no excluye el instinto competitivo, el deseo de ganar siempre. La capacidad para dar el m¨¢ximo. ¡°Tambi¨¦n la tensi¨®n de la competici¨®n ha ayudado a que yo saltase m¨¢s y haya llegado al l¨ªmite. Al l¨ªmite en ese momento, no a mi l¨ªmite. Fue una competici¨®n incre¨ªble y estoy feliz de lo que he hecho. Esta competici¨®n va a llegar a la historia por todo. Hicimos marcas incre¨ªbles¡±.

Pero llegados a este punto, cuando se le ensalza su talento, ¨¦l responde hablando de entrenamiento y trabajo; cuando se le dice que ya est¨¢ a otro nivel, ¨¦l responde que est¨¢ como todos. ¡°No me creo un poco m¨¢s que nadie. Estamos todos al mismo nivel y siempre va a ganar el que en mejor condiciones est¨¦¡±, dice. Y cuando se le pregunta cu¨¢ndo saltar¨¢ 18,30m y batir¨¢ un r¨¦cord del mundo de 29 a?os ya, ¨¦l habla de la vida. ¡°No s¨¦, tampoco lo busco. Yo no busco nada. Todo sale, todo es entrenar y si sale, sale. Si no, pues es otro d¨ªa ser¨¢¡±, dice. ¡°Yo ahora mismo estoy feliz. Te lo digo, yo estoy m¨¢s feliz por la medalla que por el 18-18. Yo es lo que digo, las medallas es lo que te vas a llevar. Los r¨¦cords, va a venir otro y te lo va a romper. Eso est¨¢ claro. Lo juro, me da igual el 18-18. Me vale m¨¢s la medalla que el 18-18. Las marcas son tr¨¢mites¡±.

Y ya en tierra, descendido de la luna en la que compite, sin gravedad, y su pincel es gasa ligera, niebla, apoya los dos pies firme y se niega a saltarse las convicciones llevado por el entusiasmo y la lectura de sus entusiasmados admiradores. ¡°Ir¨¦ a Par¨ªs con m¨¢s confianza despu¨¦s de esta competici¨®n¡±, dice. ¡°Pero oro no estoy diciendo. Yo nunca me conf¨ªo en ninguna competici¨®n, y mucho menos en unos Juegos Ol¨ªmpicos. As¨ª que oro, no s¨¦, y yo digo que medalla podr¨ªa serlo, y tampoco lo tengo muy claro porque al final yo puedo haber saltado ahora mismo 18-18, pero no quiere decir que lo tenga que volver a hacer¡±.

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