Valderrama saca la guada?a en la primera jornada del LIV Andaluc¨ªa
Solo siete jugadores acaban bajo par en una vuelta marcada por el fuerte viento y por la marabunta que acompa?o a Sergio Garc¨ªa (-2) y Rahm (+2)
Una hora antes de que comenzara el torneo, las aglomeraciones por los caminos de asfalto de Valderrama ya eran evidentes, riadas de personas que hac¨ªan caso omiso al canto de chicharra, una ola de calor que derret¨ªa, pues quer¨ªan ver de cerca a varios de los mejores golfistas del mundo. Cuando Rahm apareci¨® por el range [campo de pr¨¢cticas], fue tal el murmullo que absorbi¨® la m¨²sica, por entonces la canci¨®n de Djdja de Aya Nakamura y Maluma. Aunque en pocos metros estaban todos los golfistas: Paul Casey haciendo su acad¨¦mico swing; Hutton lament¨¢ndose de los mil¨ªmetros que se le desviaba la bola; Koepka y DeChambeau destroz¨¢ndola al punto que se les quedaba chico el campo de pr¨¢cticas... El ¨²ltimo en llegar fue Sergio Garc¨ªa, acostumbrado a pegar solo unos pocos golpes, despu¨¦s preocupado en practicar el approach y obviando los putts. Quedaban dos minutos para la salida y Rahm y Sergio, que compart¨ªan partida con Richard Bland -ganador de los dos ¨²ltimos grandes seniors (PGA Championship y US Open)-, se encontraban en el tee del 1. La muchedumbre estall¨®; lo bueno empezaba ya. Y para muchos tambi¨¦n lo malo, pues Valderrama y su defensa, acompa?ada por un fuerte viento, sacaron la guada?a, ya que solo siete jugadores acabaron bajo par. Aunque Burmester (-5), l¨ªder del torneo sobre Danny Lee (-4), fue capaz de domarlo, tambi¨¦n un sensacional Eugenio L¨®pez-Chacarra (-3).
Quiz¨¢ los nervios le jugaron una mala pasada a Rahm en el hoyo de apertura, pues conect¨® un mal segundo golpe, por detr¨¢s del green, y no supo arreglarlo porque lo cerr¨® con bogey. Aunque no era f¨¢cil jugar en casa porque su partida arrastraba a una verdadera marabunta, pues hab¨ªa que sacar codos para atravesar seg¨²n que zonas, sprintar para coger un sitio un sitio, imposibles los que estaban a la sombra. Hab¨ªa ni?as vestidas de sevillanas, gente que preguntaba a Siri cu¨¢l era el par del siguiente hoyo y conversaciones que aclaraban las intenciones:
- ¡°Mam¨¢, ?vamos a seguir a estos todo el rato?¡±, preguntaba un ni?o que se tiraba agua a la cabeza.
- ¡°Claro, son los mejores¡±, respond¨ªa la madre, sin opci¨®n a rebatir.
A cada golpe de su partida se escuchaba el infatigable aliento ¨C¡±?Vamos Rahmbo!¡± o ¡°?Grande Sergio!¡±-; y a cada pasillo se apelotonaban los aficionados para intentar chocarles la mano, un segundo de gloria. Y si Garc¨ªa firmaba un birdie como el del 7, bola desde fuera del green que entr¨® a lo centrifugadora en el hoyo, la gente explotaba de felicidad al tiempo que Rahm, atento, le dio la bola como si no mereciera siquiera agacharse a buscarla. Y si Rahm sellaba dos birdies seguidos (hoyos 4 y 5) o no met¨ªa un eagle por cent¨ªmetros en el hoyo 2 -backspin demoledor que le hizo sellar el par- y el 11, m¨¢s de lo mismo, aplausos y v¨ªtores correspondidos. Ocurri¨® que no era sencillo ver esas perlas -acaso un peque?o flop [bola alta] delicioso de Cam Smith, un putt desde fuera del green de Burmester u otro putt de Reed desde su casa que emboc¨®- pues el green, poco receptivo, y los tramos en los que el viento azotaba con m¨¢s fiereza de lo esperado, era toda una espina.
No tanto para el sudafricano Dean Burmester. ¡°Bueno, en verdad no s¨¦ c¨®mo lo he hecho. Era muy complicado, con esas rachas de viento tan fuertes, pero me he sentido muy bien y controlado mi juego¡±, se?al¨® el l¨ªder. ¡°Creo que he fallado ocho greenes y seis golpes eran muy buenos. Jugamos fuera y este campo es as¨ª y hay que aceptarlo¡±, reflexion¨® Sergio Garc¨ªa, que puso como ejemplo el hoyo 17, donde Rahm la tir¨® al agua y Sergio, un pelo condicionado, le peg¨® m¨¢s bajo para evitar la racha y se fue al b¨²nker, doble bogey para uno y bogey para el segundo. ¡°No le he dado pesada, pero si controlo el efecto de la bola no va al agua e igual llega al green¡¡±, expuso Rahm, conforme con su vuelta: ¡°he jugado bien, ha sido un buen d¨ªa, pero lo que me molesta m¨¢s son los tres putts del 13¡å. Tambi¨¦n le irrit¨®, en cualquier caso, un aficionado en el putt del hoyo 17. ¡°Un subnormal que ha gritado mientras estaba en mitad del golpe. No lo entiendo, di lo que quieras despu¨¦s del golpe¡¡±, se lament¨®.
Para Chacarra, sin embargo, no hab¨ªa quejas. ¡°He jugado muy s¨®lido, un gran trabajo con todos los palos, desde el tee, al green y con el putt¡±, se felicit¨®. Pero todos estaban de acuerdo en la dificultad de Valderrama a?adida con el viento, trituradora para primeras espadas como DeChambeau (+3), Koepka (+4) o Poulter (+5), vencido como pocos David Puig (+10). ¡°Valderrama en condiciones perfectas es complicado, pero as¨ª¡ mucho m¨¢s¡±, convino Rahm. ¡°Yo he pegado golpes muy buenos, pero con este viento era dif¨ªcil¡±, ampli¨® Sergio Garc¨ªa. ¡°Con poniente nada bueno pasa aqu¨ª¡±, resolvi¨® Chacarra. Pero Jon le corrigi¨®: ¡°Bueno, ?algo bueno te ha pasado!¡±. Tanto que fue capaz de dominar a Valderrama.
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