Los hijos de la?inmigraci¨®n africana empiezan a reforzar al Athletic
Cuatro futbolistas negros jugaron el ¨²ltimo partido, algo in¨¦dito en un club con chicos nacidos o formados en el Pa¨ªs Vasco y Navarra
Adama Boiro, de 22 a?os, naci¨® en Dakar (Senegal), pero desde los cuatro a?os viv¨ªa en Pamplona hasta que el Athletic pag¨® a Osasuna su cl¨¢usula de rescisi¨®n de dos millones de euros. ?lvaro Djal¨®, de 25 a?os, es madrile?o de nacimiento, aunque a los pocos meses se traslad¨® con su familia a Bilbao. Su sue?o era jugar en el Athletic, pero nadie apreci¨® sus cualidades hasta que decidi¨® viajar a Portugal, por su cuenta y riesgo, y presentarse en varios clubes. El Sporting de Braga le fich¨®; el a?o pasado le marc¨® un gol al Real Madrid en la Champions y, por fin, el Athletic se fij¨® en ¨¦l. Pag¨® 15 millones de euros por su traspaso.
Los dos, junto con I?aki Williams, formaron una alineaci¨®n in¨¦dita en el equipo rojiblanco frente al Valencia, con tres futbolistas negros. Despu¨¦s sali¨® Nico, la estrella del equipo, y en el banquillo se qued¨® Adu Ares, primo de Djal¨®. ¡°Veremos tres, cuatro y m¨¢s¡±, apunta Fernando Garc¨ªa Macua, ex presidente del Athletic. ¡°Es de lo m¨¢s normal, porque cada vez hay m¨¢s inmigraci¨®n y nacen menos personas en el Pa¨ªs Vasco. En el club, la presencia de futbolistas de origen africano o latinoamericano en los equipos inferiores est¨¢ totalmente normalizada, y el que tenga que llegar arriba, llegar¨¢¡±.
Durante el mandato de Macua, debut¨® con el Athletic en febrero de 2008 el primer jugador negro, Jon¨¢s Ramalho, nacido en Barakaldo, y que con solo 14 a?os jug¨® un amistoso a las ¨®rdenes de Joaqu¨ªn Caparr¨®s. ¡°Yo soy vizca¨ªno¡±, comentaba el jugador en una entrevista a la revista Panenka. ¡°Es que, al final, da igual del color que seas. El hecho de haber nacido aqu¨ª ya te hace vasco¡±. Y apuntaba: ¡°Estoy s¨²per orgulloso de haber sido el primer chico negro en jugar con el Athletic, de haber contribuido a normalizar la situaci¨®n, a derribar esa barrera, de haber abierto esa puerta, de que ahora est¨¦ Williams ah¨ª jugando y la gente lo vea con total normalidad, de ver que en la cantera hay chicos negros y de otras zonas¡±. Recuerda Garc¨ªa Macua que, entonces, hace ya m¨¢s de una d¨¦cada, ¡°no hubo ning¨²n debate, ni contestaci¨®n, aunque s¨ª bastante curiosidad porque era la primera vez¡±. Ramalho jug¨® despu¨¦s la Liga a las ¨®rdenes de Marcelo Bielsa.
Filosof¨ªa o acto de fe
Xabier Aierdi, que fue director del departamento de Sociolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco y fundador del Observatorio Vasco de Inmigraci¨®n, advierte ya, al comienzo de la conversaci¨®n, que ¨¦l, como aficionado del Athletic, es contrario a la filosof¨ªa de jugar solo con futbolistas vascos, ¡°porque no es una filosof¨ªa, sino un acto de fe, aunque despu¨¦s de ganar la Copa salen muchos ventajistas a record¨¢rmelo¡±. Se?ala que con esa pol¨ªtica del club, admitida por la gran mayor¨ªa de los socios, estos se han convertido ¡°en expertos en hacerse trampas al solitario¡±. Y lo argumenta: ¡°Hemos ido cambiando. Si salen dos de Bermeo como Unai G¨®mez y Jauregizar, y uno de Pamplona como Prados, iremos tirando, pero el cambio es inexorable, llegar¨¢. Tarde o temprano se va a tirar por esa v¨ªa¡±.
Adem¨¢s, claro, seg¨²n Aierdi, cada vez habr¨¢ m¨¢s jugadores con ascendientes africanos o latinoamericanos: ¡°con los ¨ªndices de natalidad en Euskadi, vamos a necesitar alrededor de 400.000 extranjeros en los pr¨®ximos a?os. Y ojal¨¢ tengamos un chaval marroqu¨ª y otro latino, ganemos un par de copas y salga m¨¢s gente que se integre¡±. Porque, seg¨²n el soci¨®logo experto en inmigraci¨®n, ¡°por mucho que se resista la gente, alguien tiene que cuidar a tu madre, y ocupar puestos de trabajo que nadie quiere. Es una l¨®gica irrebatible¡±.
En el Pa¨ªs Vasco, con 2.213.993 habitantes, seg¨²n datos del INE al cierre del 2022 (2.108.281 en 2002), hay 184.617 extranjeros, un 8,3% de poblaci¨®n inmigrante, la mayor¨ªa son de Am¨¦rica Central y del Sur (73.093); 49.318 son africanos. Eran solo 7.114 hace 20 a?os, cuando los extranjeros eran el 1,82% de la poblaci¨®n. Las cifras son similares en Navarra, con una poblaci¨®n de 661.537 habitantes, el 11,1% inmigrantes, frente al 5,38 del 2002, cuando la poblaci¨®n era solo algo inferior: 569.628.
Seg¨²n Garc¨ªa Macua, el cambio tambi¨¦n es imparable, porque, ¡°cada vez habr¨¢ m¨¢s chavales, hijos de inmigrantes, que cumplan los requisitos de haber nacido o haberse formado en el Pa¨ªs Vasco, por lo que si tienen las cualidades necesarias, jugar¨¢n en el Athletic sin duda¡±, comenta. ¡°Ya nadie se asusta con eso, aunque llame la atenci¨®n, como en su d¨ªa llam¨® que la selecci¨®n francesa tuviera mayor¨ªa de futbolistas negros¡±, y apunta Aierdi: ¡°Ahora no es Francia, sino Inglaterra o B¨¦lgica, que hace unos a?os solo alineaban jugadores rubios¡±.
Recuerda el ex presidente del Athletic que los tiempos han cambiado tanto que hace cuarenta a?os, la ¨²nica persona de piel negra que viv¨ªa en Bilbao era el ex jugador del Atl¨¦tico de Madrid Miguel Jones, ¡°al que no le dejaron jugar en el Athletic¡±, apostilla Xabier Aierdi. Hab¨ªa nacido en Guinea Ecuatorial, pero se traslad¨® a la capital vizca¨ªna de ni?o con su familia. El entrenador Ferdinand Daucik le quiso fichar del Indauchu, pero el club lo descart¨®. Era 1956. Ahora no hay esos problemas. ¡°Tuvimos suerte de que los Williams salieran buenos jugadores, y ellos dos han abierto las puertas a que haya futbolistas, aunque hayan nacido en Senegal, que puedan jugar en el Athletic. Ten¨ªa que llegar y lleg¨®¡±, apunta. ¡°El d¨ªa a d¨ªa del club ser¨¢ as¨ª a partir de ahora y eso genera actitudes de tolerancia¡±. Cree Macua que esa tolerancia, al menos entre los seguidores del Athletic, ya existe. ¡°No ha habido debate, y lo hubo en otros tiempos con Luis De la Fuente, que era riojano, o Jos¨¦ Mari, aunque la afici¨®n en San Mam¨¦s, se tom¨® todo con naturalidad. Ha tenido la capacidad de adaptarse a todas las circunstancias¡±. Para Aierdi, el cambio de piel del Athletic ser¨¢ s¨ª o s¨ª, ¡°porque por mucho que intentes evitarlo, la realidad te pone en tu sitio¡±.
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