Dani Molina: ¡°No soy un campe¨®n de la vida, soy el mejor deportista del mundo en mi categor¨ªa¡±
El triatleta, de 50 a?os, oro en los Juegos Paral¨ªmpicos de Par¨ªs, se reivindica como deportista excepcional m¨¢s all¨¢ de su discapacidad: ¡°Mi hijo me pinta con la pr¨®tesis y me ve como un superh¨¦roe¡±
Llega a lomos de la ultraligera Orbea gris y rosa con el dorsal 323 con la que recorri¨® los 20 kil¨®metros de la prueba ciclista del triatl¨®n de los Juegos Paral¨ªmpicos de Par¨ªs, despu¨¦s de la de nataci¨®n y antes de la carrera, y con la medalla de oro que gan¨® ese d¨ªa metida en la ri?onera. Con esos detalles, Dani Molina, que se revelar¨¢ como un hombre hipersensible que se emociona varias veces durante la entrevista, hace las delicias del fot¨®grafo ya que, adem¨¢s, ha propuesto quedar en la ¡°rotonda de la bici¡±, una enorme glorieta presidida por una gigantesca bicicleta de hierro, muy cerca de su casa en Guadalajara. Al bajarse a saludar, impresiona o¨ªr chocar contra el asfalto la pr¨®tesis de su pierna derecha, que le amputaron desde la rodilla tras un accidente de moto cuanto ten¨ªa 22 a?os, una pieza especialmente dise?ada para anclarse directamente al pedal. Cuando, tras posar para las fotos, Molina se sienta a charlar en el bar de una gasolinera cercana, se quita el casco y las gafas de competici¨®n y mira a los ojos, me quedo tan perpleja que se lo suelto a bocajarro:
Le habr¨¢n dicho mil veces que es clavado al rey Felipe.
S¨ª, hasta la reina Letizia, cuando me felicit¨® en Par¨ªs, me dijo: ¡°Eres igual que mi marido¡±. No me disgusta la comparaci¨®n [r¨ªe].
?Lleva la medalla encima para que no se la quiten?
La llevo conmigo porque a¨²n no me lo creo. Una medalla como esta se tarda mucho en asimilar, a¨²n no soy consciente de lo que hemos hecho. Un oro ol¨ªmpico es muy especial. Como deportista no puedo conseguir nada m¨¢s.
Entonces, ahora, ?qu¨¦? ?Existe la depresi¨®n posmedalla?
S¨ª, algo de eso hay, y lo normal es que te pase. Cuando uno llega a lo que ha so?ado toda la vida, puede haber cierta desmotivaci¨®n, pero lo bueno es que tengo el campeonato de Europa en dos semanas y el del mundo dentro de seis, y ahora solo pienso en entrenar porque quiero volver a ser campe¨®n de Europa y del mundo. Tengo un objetivo a corto plazo.
Estudi¨® arquitectura t¨¦cnica, pero vive del deporte. ?Se considera bien pagado?
Considero que gano lo suficiente para haber podido ganar esta medalla, para mantener mi familia y vivir muy bien. Pero he pasado ¨¦pocas en las que no ten¨ªa ni para ir al cine o tomar algo y en casa viv¨ªamos gracias al sueldo de mi mujer [se emociona]. Dani Molina iba a ser campe¨®n en 2016, pero de repente mi categor¨ªa sali¨® de los Juegos Paral¨ªmpicos y nos retiraron la beca ADO. Fue como quedarme en el paro. Tuve que atravesar el desierto sin dejar de entrenar para no perder la forma hasta que la disciplina volvi¨® a entrar y volv¨ª a cobrar.
Habla en tercera persona y en plural mayest¨¢tico, como el Papa. ?Por qu¨¦?
Es que hemos creado una marca. Dani Molina es un triatleta que vive por y para el deporte. Yo soy el que corre, nada y pedalea. Pero tengo a todo un equipo detr¨¢s. A Dani Rodr¨ªguez, el mejor entrenador del mundo, que es como mi hermano. A una familia, a una mujer y a unos hijos detr¨¢s. A unos patrocinadores que me han apoyado cuando no era nadie y otros que se han ido sumando. No podr¨ªa ir solo por el mundo.
Le confieso que no sab¨ªa qui¨¦n era usted hasta que gan¨® el oro. ?Los periodistas ignoramos a los paratletas?
Bueno, al final te hacen caso seg¨²n lo que generas. A Cristiano Ronaldo lo conoce todo el mundo, y a otros futbolistas, no. Pero es verdad que los paral¨ªmpicos parece que salimos de la nada cuando ganamos una medalla. Y no. Llevamos a?os luchando, compitiendo, viajando, entrenando dur¨ªsimo, dej¨¢ndonos la vida. Existimos encima y debajo del podio.
?Cree que los Paral¨ªmpicos de Par¨ªs han contribuido a visibilizarlos?
Totalmente, Francia ha hecho un trabajo magn¨ªfico, llamando a llenar las calles y los estadios. He alucinado viendo las gradas de la piscina llenas con 20.000 personas. Normalmente, a los campeonatos paral¨ªmpicos van los padres, los hermanos y los primos de los atletas, si van. Y esto es deporte en su estado m¨¢s inmenso. Hemos pasado de ser vistos como esos cojitos, mancos o ciegos campeones de la vida a serlo como deportistas de ¨¦lite. Alguien de quien dices: hostias, ese t¨ªo, o t¨ªa, c¨®mo nada, c¨®mo corre, c¨®mo salta, c¨®mo lo que sea, sin m¨¢s etiquetas.
?Le molesta que le llamen campe¨®n?
No, porque lo soy. Soy campe¨®n ol¨ªmpico, he ganado cinco mundiales, seis europeos, he ganado 37 oros de 57 carreras. Entonces, cuando te llaman campe¨®n, s¨ª, pero paral¨ªmpico, parece como si lo tuyo fuera menos deportivo y m¨¢s una historia de superaci¨®n y tal. Y, mira, no: lo de la superaci¨®n fue hace 27 a?os, cuando tuve el accidente. Si lo que he hecho yo lo hubiera hecho un atleta con las dos piernas ser¨ªa Dios. Entonces, yo no soy un campe¨®n de la vida, soy el mejor en lo m¨ªo, el mejor para triatleta espa?ol de la historia. Nadie ha hecho lo que yo, y, joder, cuesta mucho que los medios te lo reconozcan.
?C¨®mo fue esa superaci¨®n hace 27 a?os?
Soy un milagro andante, con y sin pr¨®tesis. Yo ten¨ªa que estar muerto. Eso me dijeron los m¨¦dicos. Vivo gracias a un chaval de la Cruz Roja que me tapon¨® la femoral en la carretera con la pierna que luego me tuvieron que amputar. Entonces, yo era un ni?ato de 22 a?os con un bar de copas y una moto, m¨¢s o menos guapete, que ten¨ªa ¨¦xito con las chicas, bastante gilipollas y que se llevaba mal con sus padres. Me cre¨ªa Dios, era inmortal, lo ten¨ªa todo de cara. Y entonces, un d¨ªa que iba con la moto a 80, por el carril de la derecha y tranquilo, la vida me dio una hostia y me puso en mi sitio.
El fotoperiodista Emilio Morenatti, al que una bomba le vol¨® una pierna en Afganist¨¢n, me dijo que dar¨ªa su premio Pulitzer y quemar¨ªa su archivo por volver a ser b¨ªpedo. ?Dar¨ªa usted su medalla por lo mismo?
Para nada. No cambiar¨ªa mi vida de ahora por la de antes. Claro que hay d¨ªas malos. Claro que tengo dolores y sufrimiento. Tuve una infecci¨®n, se me puso la rodilla como una bota, y volv¨ª a entrenar. Pero, si fuera una persona normal, entre comillas, no hubiera llegado a ser campe¨®n ol¨ªmpico ni tendr¨ªa la vida que tengo. Pero me gusta la m¨ªa. El deporte me lo ha dado todo. Hay gente mucho peor que yo. Hay cosas peores que estar muerto.
?Le ha impresionado algo o alguien que haya visto en los Paral¨ªmpicos?
Mira, el otro d¨ªa, cenando yo solo en la villa ol¨ªmpica, vi entrar a un matrimonio mayor con su hijo: un chico en una silla de ruedas, entubado, que lo ¨²nico que mov¨ªa era la cabeza, y poco. Yo le miraba y dec¨ªa: eso no es vida, eso no es vivir. Yo lo tengo todo, hago mi vida al 99% no tengo derecho a quejarme.
Defina el dolor de sus entrenamientos para quien no lo conoce.
El peor dolor de mi vida no es ese, sino en los 20 d¨ªas posteriores al accidente. Los recuerdo como una tortura. Se equivocaron al ponerme un cat¨¦ter para anestesiarme y no me hac¨ªan efecto ni los calmantes de rescate justo cuando me acababan de amputar la pierna. Yo lloraba, lloraba y lloraba y mi madre, al lado, ya no sab¨ªa qu¨¦ hacer. No se me olvidar¨¢ jam¨¢s. Ese sentimiento lo comprendes cuando eres padre [se emociona]. Mira, no dar¨ªa nada por recuperarla, pero dar¨ªa la otra pierna por mis hijos.
Tiene 50 a?os. ?Tiene un plan B para cuando se retire de la competici¨®n?
Siempre hay un plan B. El m¨ªo es retirarme a mi casa del pueblo, aqu¨ª cerca del pantano de Saced¨®n. He invertido mi dinero en esa felicidad, pero creo que para las personas avispadas e inquietas siempre hay un futuro. Si quiero tener un trabajo. estoy convencido de que no me faltar¨¢. Gracias al deporte he hecho muchos contactos, muchos amigos, conozco a much¨ªsima gente...
Ahora es cuando me dice que le tienta la pol¨ªtica. No ser¨ªa el primer atleta en meterse en ella.
Bueno, ya fui en las listas del PP a la Junta en Castilla La Mancha y no sal¨ª de puro milagro. Iba para apoyar la candidatura, pero no quer¨ªa salir porque no se puede ser deportista de ¨¦lite y pol¨ªtico: tienes una disciplina de comidas, de viajes, de todo.
?Cu¨¢l ser¨ªa su medida estrella?
Deporte, deporte y deporte. El deporte es salud, bienestar, vida, valores, un motor econ¨®mico excelente para las ciudades y algo important¨ªsimo para los ni?os. Y, en eso, los paratletas somos un ejemplo. Yo voy al colegio de mi hijo a recogerlo, y a darles charlas, y los ni?os alucinan. No dicen: ¡°pobrecito, el pap¨¢ de Gonzalo, le falta una pierna¡±, sino que dicen: ¡°jo, mira lo que hace¡±.
Para sus hijos ser¨¢ Superman, claro.
Bueno, al mayor, que tiene ocho a?os, ya le cuesta darme un beso cuando lo dejo en el cole. Pero, s¨ª. Me pintan con la pr¨®tesis. Yo me pongo bermudas en abril y me las quito en noviembre. Una vez una ni?a le pregunto que le pasa a tu pap¨¢, y ¨¦l le contest¨®: ¡°Nada, mi pap¨¢ es as¨ª¡±. Esa ser¨ªa la normalidad absoluta, que nos vean normales como somos.
Entre usted y yo, ?le dio mucha grima nadar en el Sena?
En peores r¨ªos he nadado. Se le ha dado mucha importancia a eso. Al final es un r¨ªo urbano por el que pasa de todo, incluida un mont¨®n de mierda. Lo han hecho m¨¢s ¨¦pico de lo que es. Estoy acostumbrado a nadar contracorriente en pantanos y en mar abierto. Nado bien en cualquier sitio. Para ganar en Par¨ªs la estrategia fue sencilla: cuanto mejor nades en sitios duros, m¨¢s f¨¢cil es agotar a los rivales y que sufran para que lleguen a la bici cansados. Entonces, fui machac¨¢ndolos a todos, aunque luego perdiera m¨¢s tiempo en la bici. En triatl¨®n no importa el tiempo, la marca es secundaria, lo que importa es ganar.
Eso de machacar a los rivales no suena muy deportivo que digamos.
[r¨ªe] Bueno, es una forma de hablar. No soy una m¨¢quina, aunque mi entrenador me dijo una vez que yo era la mejor m¨¢quina que entrenaba. Soy muy competitivo. No me gusta perder ni al ajedrez. Me ense?¨® mi hijo Gonzalo, y el t¨ªo me tumba, y me jode que no veas.
NADAR, PEDALEAR, CORRER
Daniel Molina Martínez (Madrid, 50 años) nació por segunda vez a los 22 años, el día en el que un accidente a lomos de su moto le seccionó la femoral y cuya recuperación exigió la amputación de su pierna derecha desde la rodilla. Hasta entonces, nadaba como deportista aficionado pero, al salir del hospital, la natación, primero, y el triatlón, después, fue el asidero al que el entonces estudiante de Arquitectura Técnica se agarró para superar el trauma. Como paratleta, Molina ha sido cinco veces campeón del mundo y seis de Europa, antes de ganar el oro en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Para él, la prótesis es, más que un cacharro, una extensión de su cuerpo. Tiene por lo menos siete: “Dos de correr, dos de caminar, una para la bici, una para practicar esquí y otra para esquí acuático”. No descarta añadir alguna a su colección. “Siempre se puede mejorar la técnica, pero la verdadera máquina soy yo”, bromea.
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