Javier G¨®mez Noya anuncia su retirada: ¡°He tenido una carrera que nunca hubiera imaginado, pero creo que es hora de dar un paso atr¨¢s¡±
El triatleta cinco veces campe¨®n del mundo dejar¨¢ la competici¨®n de alto nivel al final de esta temporada tras 26 a?os en activo
Nunca fue f¨¢cil hacer claudicar a Javier G¨®mez Noya (Basilea, 41 a?os). Eso lo saben los m¨ªticos hermanos Brownlee, los brit¨¢nicos que tantas veces se batieron con el gallego por la gloria del triatl¨®n. Lo saben tambi¨¦n los cardi¨®logos a los que pidi¨® opini¨®n para rebatir la decisi¨®n del Consejo Superior de Deportes, que le retir¨® la licencia para competir por una anomal¨ªa cong¨¦nita, una v¨¢lvula bic¨²spide en la aorta. Lo sabe el propio CSD, que despu¨¦s de haberle dejado fuera de juego a partir de 1999, tuvo que devolverle el permiso en 2006. Pero el tiempo siempre encuentra un momento para lograrlo y G¨®mez Noya descubri¨® este pasado verano que ya no pod¨ªa seguir con este ritmo salvaje y esa vida de monje que requiere su disciplina, as¨ª que, llegado el oto?o, abri¨® la ventana de las redes sociales y anunci¨® que lo deja, que ya est¨¢ bien. ¡°Mi cuerpo ha sido llevado al l¨ªmite durante muchos a?os y he tenido una carrera que ni en mis sue?os m¨¢s locos podr¨ªa haber imaginado, pero creo que es hora de dar un paso atr¨¢s¡±, explic¨®.
No ha estado nada mal. Su palmar¨¦s es imponente: cinco t¨ªtulos de campe¨®n del mundo, cuatro de Europa, dos Mundiales de IM 70.3 y una plata ol¨ªmpica que, visto lo visto, fue poca recompensa para un dominador del triatl¨®n como ¨¦l, un competidor que acab¨® nueve temporadas como el n¨²mero uno del planeta. Su legado es a¨²n mayor. Espa?a es una potencia mundial del triatl¨®n gracias a deportistas como ¨¦l e Iv¨¢n Ra?a, su precursor y el hombre que puso a Espa?a en el mapa de este deporte, la suma de la nataci¨®n, el ciclismo y la carrera a pie.
Ha resistido hasta los 41 a?os, 26 de carrera en los que tambi¨¦n subi¨® al podio en 40 pruebas de las Series Mundiales, con 14 victorias. Qu¨¦ lejos queda ya aquel adolescente de 15 a?os, un nadador que se present¨® en Castropol, un pueblo de Asturias, para competir en triatl¨®n sin apenas haber rodado en bici ni corrido. El imberbe G¨®mez Noya cruz¨® la meta en segunda posici¨®n. Cuando empezaba a descollar vino el inesperado problema de salud. Los m¨¦dicos del CSD le detectaron anomal¨ªas en el coraz¨®n y le obligaron a dejar el deporte. G¨®mez Noya, tozudo y luchador, como sus padres, que dejaron Galicia y emigraron a Suiza en busca de un jornal m¨¢s generoso, busc¨® una segunda opini¨®n, muchas m¨¢s, para demostrar que no se estaba jugando la vida y que, en definitiva, esa era su decisi¨®n, su libertad. ¡°Soy el primero al que le importa mi salud; no compito a tontas ni a locas¡±, esgrimi¨®.
No par¨® hasta que lo consigui¨® y el CSD se vio obligado a devolverle la licencia bajo su responsabilidad. Su reincorporaci¨®n fue r¨¢pida. No hab¨ªa dejado de entrenar. No hab¨ªa dejado de so?ar. Un a?o m¨¢s tarde ya era campe¨®n de Europa. Uno despu¨¦s, campe¨®n del mundo, su territorio, la competici¨®n en la que logr¨® cinco t¨ªtulos y once medallas (otras cuatro de bronce y dos de plata). G¨®mez Noya, que se crio en Ferrol (La Coru?a), elev¨® la popularidad del triatl¨®n en Espa?a y en el mundo. Se bati¨® con los mejores: Iv¨¢n Ra?a, Mario Mola, Jan Frodeno¡ Pero, sobre todo, con los Brownlee, Jonathan y Alistair. Su duelo con ellos en Londres 2012, los ¨²nicos Juegos en los que logr¨® subir al podio, fue ¨¦pico. Se repartieron las medallas en una lucha sin cuartel por los alrededores de Buckingham Palace y en una fren¨¦tica carrera, a menos de tres minutos por kil¨®metro, por Hyde Park, donde estaba la meta a la que lleg¨® incrustado entre Alistair, el campe¨®n, y Jonathan, tercero.
G¨®mez Noya, Premio Princesa de Asturias de los Deportes en 2016, siempre vivi¨® en Galicia. Creci¨® en Ferrol y se hizo campe¨®n en Pontevedra. Aunque tambi¨¦n le gustaba perderse entre los bosques de Lugo o por la ribera del Mi?o. Fue un triatleta obsesivo, como todas las figuras del deporte. Un hombre capaz de ir en bicicleta al aeropuerto para no perderse un entrenamiento, o que esperaba al conserje en la puerta de la piscina para empezar cuanto antes una sesi¨®n de nataci¨®n. Siempre inconformista, siempre pensando en ser el mejor, pas¨® por varios entrenadores. Y hasta se atrevi¨® con el Ironman al final de su carrera, con 35 a?os.
Ese a?o, en 2018, no solo compiti¨® en Kona, en Hawai, la meca de la larga distancia, tambi¨¦n se cas¨® con Anneke Jenkins, la mujer que hace un a?o, en 2023, le dio a su hija, Olivia. Este verano, cuando estaba en Estambul para competir, le llam¨® el m¨¦dico y le dijo que a su madre, Manoli, no le quedaba mucho. G¨®mez Noya cogi¨® el primer avi¨®n y sali¨® raudo para despedir a la mujer que le dio la vida y a la que dedic¨® unas palabras. ¡°No solo fue la persona m¨¢s amable, dulce y cari?osa que he conocido, sino tambi¨¦n un apoyo incondicional en mi carrera desde el principio¡±. Todo ha sumado para que haya decidido parar, aunque ha sido el tiempo, siempre implacable, el que ha vencido a su f¨ªsico. ¡°Mi cuerpo est¨¢ sufriendo por asimilar la carga de entrenamiento que se necesita para competir al m¨¢s alto nivel¡±.
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