Semi Ojeleye, el m¨²sculo del Valencia de baloncesto

Copa del Rey - cuartos - jornada 1

Gran Canaria

81 89

Finalizado

Valencia Basket

Aunque ejerc¨ªa en un hospital de Nigeria, Ernest Ojeleye decidi¨® perseguir el sue?o americano en 1990 junto a su mujer, que ten¨ªa el t¨ªtulo de enfermera bajo el brazo. Unos a?os despu¨¦s, ya era un reconocido m¨¦dico de familia al que abrazaba la sociedad de Overland Park (Kansas) por su afabilidad y un talante bondadoso que le ven¨ªa de su arraigada religiosidad. As¨ª lo evidenci¨® en 1994, cuando naci¨® su tercer hijo, Jesusemilore Talodabijesu Ojeleye, Semi, que significa El regalo de Jes¨²s para m¨ª. ¡°Pues deben estar orgullosos de c¨®mo lo han educado porque es un 10 como persona¡±, se?alan desde el camerino del Valencia Basket, donde Semi juega de ala-p¨ªvot. ¡°Es un t¨ªo muy alegre que siempre est¨¢ ri¨¦ndose y de buen humor, se hace querer¡±, a?ade su compa?ero Chris Jones. ¡°Y es un l¨ªder desprendido porque no es raro verle ense?ar a los j¨®venes los entresijos del baloncesto¡±, apostilla otra voz del vestuario. Cosa que ejemplific¨® hace una semana en el Palau tras ganar al Bar?a y hacer un partidazo, ya que apart¨® los focos para alzar a Pradilla, para significarle por su tambi¨¦n encuentro redondo. La imagen explica c¨®mo es Semi por dentro pero tambi¨¦n por fuera, pues Pradilla era una pluma para sus fornidos brazos y su cuerpo de armario ropero. Nada nuevo para Ojeleye, que en sus 322 partidos en la NBA -cuatro cursos con los Celtics, uno con los Bucks y otro con los Clippers- fue Thor, Los M¨²sculos de Jes¨²s, El hombre de granito¡­

Semi descubri¨® el baloncesto con la canasta que pusieron sus padres en el camino de entrada a su casa, territorio para los piques que manten¨ªa con su hermano V¨ªctor, que nunca le dejaba ganar por eso de ser seis a?os mayor. ¡°A medida que iba creciendo, ¨¦l hac¨ªa que quisiera ser mejor. Alimentaba mi car¨¢cter competitivo¡±, reconoce Ojeleye para EL PA?S. Pero Semi siempre idolatr¨® a su hermano, al punto de que cuando se march¨® a la universidad, copi¨® su plan f¨ªsico. Ten¨ªa 13 a?os, varias mancuernas y una certeza: ¡°V¨ªctor me explic¨® que el nivel del baloncesto en la universidad era muy alto y duro. Comprend¨ª que necesitaba ponerme m¨¢s fuerte¡±. Por eso tambi¨¦n dej¨® de lado la comida r¨¢pida ¨C¡±McDonald¡¯s, Burger King, Sonic¡­¡± enumera-, los dulces, la carne roja y los refrescos. Hasta que lleg¨® a la universidad de Duke, donde redobl¨® la apuesta del gimnasio. Ocurri¨®, sin embargo, que se pas¨® de frenada y se dio cuenta de que no todo era m¨²sculo sino que necesitaba movilidad para equilibrar tanta fuerza.

Se gan¨® un nombre en la pista pero lo perdi¨® en el aula porque no hab¨ªa estudiado lo suficiente, por lo que se march¨® a la universidad SMU. ¡°Me penalizaron unos cuantos partidos y decid¨ª no jugar ese a?o¡±, explica. Pero no se alej¨® del bal¨®n, empecinado en pulir su lanzamiento de tres. Eso le sirvi¨® para resultar imparable a su regreso y conquistar el laurel universitario, tambi¨¦n para que los Celtics le escogieran en la segunda ronda del draft de 2017. ¡°Logr¨¦ un objetivo de vida¡±, concede; ¡°pero una vez all¨ª, evolucion¨¦ como persona porque el basket era divertido y daba mucho dinero, pero a la vez ten¨ªa que lidiar con la presi¨®n y con la expectaci¨®n¡±. Tambi¨¦n con su condici¨®n de ser el hombre m¨¢s fuerte de la NBA, como le reconocieron varios medios. Para Semi, sin embargo, siempre lo fue LeBron. ¡°No solo s¨®lo porque era un gran atleta sino por lo inteligente y bueno que es en la pista¡±, resuelve.

Pasados los a?os, Semi se march¨® a la Virtus Bolonia, convencido por Scariolo. Y tras una temporada, recal¨® este verano en el Valencia, donde no ha dejado de cultivar su cuerpo. ¡°Siempre se va el ¨²ltimo de las instalaciones. No solo tiene una rutina de tiro largu¨ªsima despu¨¦s de los entrenamientos junto a uno de los preparadores, sino que luego decide macharse en el gimnasio¡±, explica un trabajador de la entidad. ¡°Intento centrarme en mi cuerpo y en estar bien de salud. Porque si estoy bien, puedo ayudar al equipo¡±, apunta Semi con pragmatismo; ¡°algunas noches tengo que tirar, otras tengo que defender, otras estar en el rebote¡­Har¨¦ lo que sea porque tengo mucha energ¨ªa y quiero ganar¡±. Pero, mientras tanto, seguir¨¢ descorchando esa sonrisa aflautada que chirr¨ªa con su corpach¨®n, mantendr¨¢ las clases de espa?ol y su ¨¦tica espartana de trabajo, dormir¨¢ todo lo que pueda porque pocas cosas le gustan m¨¢s, y no faltar¨¢ a su lectura diaria de la Biblia ni a sus oraciones. ¡°Se?or, dame la gracia de ser el hombre de Dios para el cual me creaste¡±, se lee en su biograf¨ªa de X; ¡°cuando le pides a Dios que se haga su voluntad, debes estar dispuesto a aceptar cualquier resultado que ?l considere adecuado. As¨ª que le voy a dar gracias¡±. Aunque, reflexiona en voz alta, tambi¨¦n le pide... ¡°Cuando era joven dec¨ªa: ¡®Dios m¨ªo, quiero ganar, quiero encestar 30 puntos¡­¡¯. Pero a la que te haces mayor te das cuenta de que s¨®lo juegas al baloncesto durante cierto tiempo y lo mejor que puedes hacer es salir y mostrar tu car¨¢cter a los dem¨¢s. As¨ª que le pido que mantenga la madurez y la seguridad a todos los chicos¡±.

Ahora toca Copa. ¡°Estoy listo. Esta competici¨®n es muy importante para nuestro equipo y para Valencia¡±. Precisamente, la ciudad le ha conquistado. ¡°El invierno aqu¨ª es como la primavera, ?sabes? Voy en camiseta cada d¨ªa y parece que estoy loco, pero me encanta. La gente es fant¨¢stica, y la playa¡±, aclara. Y a?ade en castellano: ¡°?Y la comida! Paella, conejo, pollo¡­ incre¨ªble¡±. Jones, divertido, lo confirma: ¡°Semi devora todo lo que le pongan en la mesa, no le importa lo que sea, no se queja¡±. En el men¨² de hoy hay el Gran Canaria. Ojeleye, por si acaso, saca m¨²sculo.

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