El Valencia Basket, un equipo indestructible, gana su segunda liga femenina de baloncesto
El conjunto de Rub¨¦n Burgos vence al Perfumer¨ªas Avenida, gana el campeonato, sella el triplete y ya lleva los cuatro ¨²ltimos t¨ªtulos nacionales
La canasta inicial, el 0-2 en la Fonteta, fue la ¨²nica ventaja que tuvo el Perfumer¨ªas Avenida en toda la final. En dos partidos. Un dato que habla de la superioridad del Valencia Basket, un equipo acorazado, un conjunto imbatible desde que hace un a?o ganara la Liga. Desde entonces todos los t¨ªtulos nacionales han sido suyos: Liga, Supercopa, Copa de la Reina y esta segunda Liga, que al contrario que la primera, en Salamanca, ante menos de un centenar de aficionados, la ha celebrado esta vez ante 7.500 seguidores, un r¨¦cord del baloncesto femenino en su feudo.
La defensa del Valencia Basket es la esencia de este equipo que va camino de convertirse en una dinast¨ªa, que va cosiendo un t¨ªtulo con el siguiente, que no encuentra rival que lo tire a la lona en Espa?a. Los tres t¨ªtulos de este a?o (Liga, Copa de la Reina y Supercopa), los cuatro ¨²ltimos seguidos (con la Liga de hace un a?o). Su virtud, la primera de muchas, es la defensa de su canasta, una tarea que no entiende de nombres ni estrellas. Da igual que est¨¦ en la cancha una jugadora del quinteto inicial que una que sale del banquillo. La defensa es innegociable. Y eso va estrangulando a su oponente, que no encuentra respiro. Casi cuarenta minutos remando a contracorriente. Solo as¨ª puede acabar Laura Gil con dos puntos de dos tiros libres.
Queralt Casas es el primer eslab¨®n de la defensa. Un tormento para las rivales. Sean quienes sean. Cuando su equipo empez¨® a intuir que el t¨ªtulo estaba casi hecho, mediado el ¨²ltimo cuarto, hubo unos minutos de duda, de v¨¦rtigo, de prisas. Pero ah¨ª estaba la capitana, el alma de este equipo, para devolver el orden. Un robo, un triple y una asistencia abortaron cualquier amago de rebeli¨®n del conjunto charro.
El cuadro de Rub¨¦n Burgos no necesit¨® esta vez ni el protagonismo de Alina Iagupova, su jugadora m¨¢s diferencial. Su plantilla tiene tal variedad que en el desenlace de la Liga emergi¨® Nadia Fingall, una de esas jugadoras que no busca el MVP y que sali¨® de la Fonteta con el trofeo individual despu¨¦s de lograr 15 puntos, 12 rebotes y 3 asistencias. Un premio para una p¨ªvot que entr¨® con el pie cambiado y que, con el tiempo, ha acabado siendo fundamental. Una centella dentro de la zona que aparece por todas partes.
El Perfumer¨ªas, presente en las ¨²ltimas 18 finales, al frente del palmar¨¦s con sus ocho t¨ªtulos ¡ªigual que el Ros Casares, otro equipo de Valencia que domin¨® el baloncesto nacional y europeo a principios de siglo¡ª, fue a remolque desde el segundo minuto de partido. Su porcentaje en los tiros de campo, por debajo del 20% en la primera mitad, le impidi¨® plantar cara ante el campe¨®n, un conjunto que la dej¨® en 41 puntos. Solo Sina Kon¨¦ (16 puntos y 8 rebotes) tuvo alg¨²n momento de dominio en la pintura. Pero da la sensaci¨®n de que empieza una nueva dinast¨ªa del baloncesto en Espa?a.
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