1 | 2 | 3 | 4 | T | |
---|---|---|---|---|---|
COR | 16 | 21 | 23 | 26 | 86 |
RMA | 22 | 22 | 19 | 22 | 85 |
A Coru?a vibra con la ACB tras la hist¨®rica victoria del debutante Leyma ante el Real Madrid
El conjunto gallego remont¨® el partido a falta de un segundo con un triple y un tiro libre cuando perd¨ªan de tres puntos
La ciudad de Fernando Romay, Indio D¨ªaz o Miguel Juane nunca hab¨ªa visto un partido de la Liga ACB y su ¨²nico recuerdo en la m¨¢xima categor¨ªa del baloncesto se remonta a una temporada de un hist¨®rico club desaparecido, el Bosco, hace 55 a?os. Este domingo A Coru?a vivi¨® una de sus jornadas deportivas m¨¢s memorables. Ya lo era el estreno en la m¨¢xima categor¨ªa del baloncesto, hito logrado por el Leyma B¨¢squet Coru?a la pasada primavera. Que el calendario le deparase la visita del campe¨®n vigente, el Real Madrid, era tambi¨¦n un gui?o en una ciudad que organiz¨® cuatro finales de Copa y las cuatro fueron blancas. Lo ocurrido ayer en la nueva casa del B¨¢squet Coru?a, el gigantesco Coliseum ante 9.500 espectadores, fue una catarsis similar a la de la eclosi¨®n del Super D¨¦por en 1992 tambi¨¦n ante el equipo blanco. El d¨ªa en el que de alguna manera el sentimiento de pertenencia emergi¨® para te?ir de orgullo un triunfo memorable. El B¨¢squet Coru?a derrot¨® de manera inopinada al Real Madrid (86-85) y este lunes la ciudad se tira todos los triples que sean necesarios.
La del B¨¢squet Coru?a es una historia de fe, esfuerzo y sostenibilidad, la de un club forjado sobre las cenizas de otros que perecieron y que nunca quiso vivir por encima de sus posibilidades. Cuando hace doce a?os acamp¨® en la LEB Oro, la segunda categor¨ªa del baloncesto espa?ol, se consideraba todav¨ªa un club de cantera. Porque en A Coru?a, siempre tan futbolera y blanquiazul, late el deporte de la canasta. M¨¢s de 700 chicos y chicas llenan las polideportivas de la ciudad de tal manera que el club tiene que derivar a bastantes a otros destinos. La ACB es la apoteosis de un recorrido de casi 30 a?os que tuvo unos comienzos duros y que obligaron a vender la plaza en LEB Oro en 2002 para poder mantener un hilo de vida. ¡°Hay muchas cosas que no se ven en el d¨ªa a d¨ªa¡±, deslizaba ayer tras el triunfo el t¨¦cnico Diego Epifanio. En ese d¨ªa a d¨ªa el club se asienta bajo la direcci¨®n de Roberto Cibeira, consejero delegado de Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega que diversifica el patrimonio del fundador de Inditex y se enfoca sobre todo al sector inmobiliario.
Pero ser¨ªa no s¨®lo arriesgado sino inexacto deducir que el B¨¢squet Coru?a va a rebufo de todo ese oropel. Se mantiene fiel a la firma l¨¢ctea Leyma, su hist¨®rico patrocinador, la leche de toda la vida en A Coru?a. La apuesta econ¨®mica es similar a la que ten¨ªa el curso pasado el vecino Obradoiro, en torno a 4 millones de euros de presupuesto, poco m¨¢s que el salario bruto de Walter Tavares, el p¨ªvot madridista al que este domingo fren¨® un equipo solidario y esforzado que plante¨® una victoriosa guerrilla. ¡°Ha habido momentos este verano en los que se pudo dudar de que algunos jugadores del a?o pasado, que ayudaron a que yo pueda estar sentado aqu¨ª, nos podr¨ªan ayudar. Pues toma el partidazo de Ingus [Jakovics, el base let¨®n que anot¨® 18 puntos], Atu [Diagne, el pivot de rotaci¨®n que contuvo a Tavares] o Yunio [Barrueta, un cubano de Miami que emboc¨® un triple con falta adicional que le dio el triunfo al equipo]¡±.
La apuesta deportiva del B¨¢squet Coru?a podr¨ªa parecer arriesgada. Desde que lo hizo el Obradoiro en 2010 nadie hab¨ªa optado por seguir con hasta ocho jugadores que consiguieron el ascenso (Alex Hern¨¢ndez, Huskic, Burjanadze, Jakovics, Diagne, Barrueta, Lundqvist y Aleix Font). Los fichajes fueron quir¨²rgicos y tambi¨¦n una especie de tiro al aire porque el veterano exmadridista Trey Thompkins todav¨ªa trata de ponerse a punto. Otros cuatro refuerzos (Phil Scrubb, Brendan Taylor, Augusto Lima y Thiam, que tiene ficha de filial) partieron ayer en el quinteto titular. El dominicano Figueroa completa la flaca n¨®mina de reci¨¦n llegados. ¡°Hubo agentes que nos mandaron listas con m¨¢s de cien jugadores¡±, matiza el primer director deportivo de la historia de la entidad, Charly Uzal, un multifuncional exjugador del club. Semeja que hay un riesgo, pero su receta este verano fue la prudencia. El club no puede permitirse errores. ¡°Si buscas bien, hay perlas¡±, matiza Uzal.
Sin duda, la noche del domingo pasar¨¢ a la historia.
— Liga Endesa (@ACBCOM) September 30, 2024
Una noche para el recuerdo en Coru?a ?
?Revive la emoci¨®n de la primera victoria del Leyma @basquetcoruna su debut en #LigaEndesa!
?? Atenci¨®n: qu¨¦date hasta el final para una dosis de adrenalina. pic.twitter.com/8jc4tyjNHc
La apuesta social tiene menos dudas. Al final de la campa?a pasada el club ya hab¨ªa conectado con la ciudad cuando jugaba en el c¨¦ntrico Palacio de los Deportes de Riazor. Ocurri¨® no sin esfuerzo. En A Coru?a siempre se habl¨® de afici¨®n fr¨ªa y alg¨²n sector rancio apunta a un cierto elitismo que m¨¢s bien tiene que ver con la ausencia de crispaciones radicales. El baloncesto no asume ciertos c¨®digos futboleros, A Coru?a no iba a ser diferente y, en realidad, siempre ha mirado hacia una canasta. Al viejo Bosco lo hab¨ªa dirigido Manuel Fern¨¢ndez Trigo, que luego fue gerente de Deportivo y, durante d¨¦cadas, del Real Madrid, una suerte de hombre orquesta que tambi¨¦n se dedicaba al periodismo y que hab¨ªa llevado en 1966 al Medina, un grupo de intr¨¦pidas mujeres, a ser el primer campe¨®n de liga gallego en cualquier disciplina. Aquel Bosco jugaba bajo una curiosa carpa que se conoc¨ªa como las tetas. Ahora el B¨¢squet Coru?a juega en un monumental Coliseum donde acoge a sus 7.600 socios. Hace cuatro meses ten¨ªa 2.000, hace d¨ªas tuvo que cerrar admisi¨®n y hoy habr¨ªa cola para sacar m¨¢s abonos si la magna instalaci¨®n ubicada a las afueras de la ciudad pudiera estirarse. ¡°Pies en el suelo¡±, receta por si acaso Epifanio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.