K?mna gana la etapa de la Vuelta a Espa?a al final de una subida recortada dos kil¨®metros

Siempre pasa algo al llegar a Caravaca. Hace casi 20 a?os, Valverde, una figura con futuro por entonces, se cay¨®, el pelot¨®n se par¨® para no aprovecharse, pero no se par¨® el fugado solitario, el norteamericano David Zabriskie, el amigo psicod¨¦lico de Floyd Landis -aquel ciclista que escuchaba a Pink Floyd y comenz¨® a producir cannabis m¨¦dico despu¨¦s de perder un Tour por dopaje-, que gan¨® la etapa de la estepa murciana con 20 minutos de ventaja. El primer domingo de septiembre de 2023, pas¨® la dana en forma de viento y miedo.

Una etapa cardiaca; un final chapucero, indigno. Despu¨¦s de la dana, los abanicos, el frenes¨ª y la escapada, gana un cl¨¢sico de las grandes fugas, el alem¨¢n de 26 a?os Lennard K?mna, ciclista sensible y fuerte, que suma en el cuadro de su bicicleta la muesca del alto silvestre de Caravaca de la Cruz a las de sus victorias en Villard de Lans en los Alpes del Tour y a la del Etna en el Giro.

Fue K?mna, y tras ¨¦l, su perseguidor, el italiano tambi¨¦n fugado Matteo Sobrero, cu?ado de Filippo Ganna, el ¨²nico que ascendi¨® a full los ocho kil¨®metros del carrusel, suerte de monta?a rusa sobre asfalto nuevo y estrecho, y barro. Escalones y vaguadas. Los dem¨¢s, los grandes, que llegaban a m¨¢s de tres minutos, tuvieron derecho a un recorte de dos kil¨®metros: debido a la peligrosidad apreciada por quienes pasaron en coche, al barro, a la gravilla, al miedo a la lluvia en las partes m¨¢s empinadas de la subida, las rampas del 20% que todos tem¨ªan y algunos deseaban, la organizaci¨®n decidi¨® que se tomar¨ªan los tiempos 2.050 metros antes de la pancarta de meta, y all¨ª, sobre una valla se encaram¨® Fernando Escart¨ªn, director t¨¦cnico de la carrera, agitando un bander¨ªn amarillo para anunciar el final del sufrimiento. Completaban la escena, casi de sainete, dos conos de obra en el suelo marcaban la l¨ªnea de meta y la comisaria cronometradora, que, armada de l¨¢piz y papel, tomaba tiempos, apuntaba los n¨²meros de los corredores y coleccionaba sus dorsales.

Ante ellos pas¨® como una exhalaci¨®n Primoz Roglic, que prob¨® de nuevo a Remco Evenepoel lanzando un sprint largo, de m¨¢s de 200m. Es su terreno, es la especialidad del esloveno juguet¨®n, que en nada sac¨® 2s a Mas, Evenepoel y Vingegaard, y 9s a Kuss, Soler y Landa. Despu¨¦s, todos se pararon y amiguetes en grupeta, charlando y cont¨¢ndose historias divertidas, subieron tranquilos los dos ¨²ltimos kil¨®metros, los m¨¢s duros, ante la incomprensi¨®n de los aficionados poco avisados. ¡°Est¨¢ muy bien que la organizaci¨®n haya tenido este detalle con nosotros¡±, dijo, sin iron¨ªa, Enric Mas, a 11s en la general de Evenepoel, la referencia de los favoritos. ¡°Est¨¢ bien que tengan cada vez m¨¢s en cuenta la seguridad de los corredores. Somos ciclistas, pero tambi¨¦n personas, padres de familia¡­¡± Tambi¨¦n Sepp Kuss, que mantiene el liderato con 2m 24s de ventaja sobre el belga, apoy¨® el recorte. ¡°Ha sido una decisi¨®n correcta¡±, dijo. ¡°El asfalto no estaba muy bien y se patinaba en las curvas¡­¡±

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