Pogacar est¨¢ en manos de ¡®Papi¡¯
El masajista del UAE revela c¨®mo son las sesiones con el corredor tras las etapas, envueltas en rap y con el reto del Giro y el Tour en el horizonte
Para Tadej Pogacar las sesiones de masaje tras las carreras o los training camps siempre tienen que estar envueltas en m¨²sica, con Eminem y Snoop Dogg principalmente, aunque tambi¨¦n con canciones eslovenas. Le va el rap m¨¢s que nada, y para hacerle rabiar, su masajista de confianza, Joseba Elguezabal (Gatika, Vizcaya; 42 a?os), Kapo para casi todos, de vez en cuando le pica con un poco de reggaet¨®n, letras que le chirr¨ªan al l¨ªder de la Volta. Aunque en una de esas, sali¨® el mote con el que ¨¦l llama cari?osamente a su masajista: Papi. El roce hace el cari?o.
Para Joseba el ciclismo era algo m¨¢s que una afici¨®n, pues siempre rodaba de chico por m¨¢s que no tuviera ocasi¨®n de dedicarse a ello. Por lo que trabaj¨® en f¨¢bricas, en la granja con su padre y con tractor, tambi¨¦n de portero de discoteca por Bilbao. Pero no le llenaba ni le gustaba, por lo que necesitaba un cambio de tercio en su vida. Oportunidad que le brind¨® el ciclista Julen Zubero, que estaba en Seguros Bilbao y le dijo que ten¨ªan una vacante como masajista. ¡°Me apliqu¨¦, estudi¨¦ a tope y encontr¨¦ mi sitio¡±, recuerda. De all¨ª pas¨® al Caja Rural y en 2019 entr¨® en el UAE. Precisamente, a la vez que Pogacar, con el que se junt¨® en la Vuelta a Espa?a de ese curso, tercero tras la meta de Madrid. ¡°Desde entonces dijo que quer¨ªa trabajar conmigo y en la direcci¨®n vieron que era una buena f¨®rmula, por lo que siempre estamos juntos¡±, resuelve. Son como u?a y carne, pues no hay concentraci¨®n o carrera en la que Joseba no tenga en sus manos a Tadej, unos 210 d¨ªas al a?o. O, lo que es lo mismo, unos 12.500 minutos por curso. ¡°Antes no me afectaba estar tanto tiempo fuera de casa, pero he tenido un ni?o hace 14 meses y ahora me cuesta un poco m¨¢s¡¡±, cuenta.
Despu¨¦s de una carrera, Pogacar requiere de 50 minutos de tratamiento. ¡°Trabajamos todo el cuerpo, diafragma, pecho, manos, piernas, cabeza¡ Todo¡±, desliza. Aunque el ciclista, que este a?o afrontar¨¢ el reto del Giro y del Tour, capaz de atacar donde los otros ni se lo imaginan, de tirar ante el pelot¨®n sin ser cazado, de encadenar espect¨¢culo tras espect¨¢culo, tiene algo distinto. ¡°S¨ª, es especial. Todos los ciclistas del equipo son corredores de ¨¦lite, pero cuando tienes a Tadej en tus manos te das cuenta de que es diferente, de que tiene muy poca fatiga muscular, de que no le afecta tanto una etapa dura o crono. Ese es su mayor fuerte¡±, explica Joseba, que todav¨ªa se sorprende de la capacidad de recuperaci¨®n del ciclista; ¡°tras la subida a Vallter -segunda etapa de la Volta-, con lluvia y en solitario tras atacar, se tumb¨® en la camilla y en un minuto ya estaba recuperado. Es incre¨ªble¡±. Por eso entiende Joseba que si alguien puede afrontar el reto de la doble gran vuelta es Pogacar. ¡°Pero yo de ciclismo le hablo poco, ?qu¨¦ le voy a decir al n¨²mero uno?¡±, suelta al tiempo que encoge los hombros. Sus conversaciones giran entorno a las familias, a la comida prohibida durante los d¨ªas de competici¨®n y hasta clases de castellano y euskera, tambi¨¦n sobre las aficiones de cada uno. A Pogacar le pirran los coches y a Joseba los caballos, una devoci¨®n que vio en primera persona el esloveno tras terminar el ¨²ltimo Tour, pues se acerc¨® a la casa del fisio para ver el pura sangre ingl¨¦s que se acababa de comprar. ¡°Lo estoy preparando para deporte vasco, para arrastre, para tiro, es una modalidad que tiene mucha afici¨®n en Euskadi¡±, se?ala con orgullo. El caballo, claro, se llama Pogi.
Pero por el momento no hacen apuestas de c¨®mo de bueno ser¨¢ el animal, pues Pogacar le ha vetado esa v¨ªa hasta que cumpla la que perdi¨® tras el primer Tour. ¡°Nos jugamos que si lo ganaba, ir¨ªamos en bici de Bilbao a Par¨ªs¡±, revela Joseba; ¡°pero por el covid, el nacimiento de mi hijo¡ Sigue pendiente. Aunque lo har¨¦, que soy de Bilbao y mi palabra va a muerte¡±. Mientras, sin embargo, seguir¨¢n trabajando juntos y festejando los laureles del esloveno. ¡°No es muy emocional. Si gana est¨¢ contento, pero no es nada excesivo, y si pierde no se hunde. Es muy estable en lo emocional. Su otro punto fuerte¡±, desliza el fisio. Aunque siempre recordar¨¢ el d¨ªa en el que, sin mediar palabra, le dio un abrazo sentido, casi con las l¨¢grimas cay¨¦ndose de las cuencas de los ojos: ¡°No fue con ning¨²n Tour ni nada, porque ah¨ª ya se cre¨ªa que pod¨ªa ganar. Fue tras vencer en Flandes, es la victoria que m¨¢s le ha tocado¡±.
Camino de vencer la Volta, tambi¨¦n de mirar con ganas el horizonte, la dif¨ªcil empresa del Giro y el Tour, Pogacar est¨¢ tranquilo, sabe que est¨¢ en buenas manos, en las de Papi.
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