Carlos Rodr¨ªguez puede con Ayuso en los Alpes y se viste de amarillo en el Tour de Romand¨ªa

Subiendo a Leysin, pueblecito de postal alpina al norte de Montreux, luce el sol que buscaban siempre los enfermos de tuberculosis que pasaban las tardes recostados en las galer¨ªas hasta el ocaso respirando aire puro de las monta?as, secando sus bronquios enfermos, y por la carretera que se empina y se retuerce asciende ¨¢gil, casi feliz, Egan Bernal, de pie sobre los pedales, como quien baila la cumbia la tarde primaveral, 18 grados a 1.300 metros, pulmones plenos, y a su rueda silba Carlos Rodr¨ªguez, de 23 a?os, fr¨ªo, p¨¢lido, casi sereno, concentrado, anal¨ªtico y fiero, la mirada siempre fija en la carretera. Detr¨¢s, Juan Ayuso, de 21, resopla. Le pide por el pinganillo, pero podr¨ªa hacerlo no a gritos alarmados, con solo susurros, tan cerca lo tiene, a su compa?ero Pawel Sivakov que baje el ritmo, que no puede seguirle, que le espere. Quedan menos de cinco kil¨®metros para la cima. La carrera est¨¢ decidida. Rodr¨ªguez acelera a rueda de Egan, un ganador de Tour a su servicio; Sivakov se abre y tambi¨¦n Ayuso. Enric Mas, a rueda siempre, a su ritmo, espera, observa a los chavales que le quitan el sitio, se queda entre medias. Gana la etapa el ecuatoriano Richard Carapaz, h¨¢bil y r¨¢pido, que se aprovecha de que no cuenta para la general y acelera fuerte a dos kil¨®metros de la meta. El campe¨®n ol¨ªmpico conoce la subida. Sabe que es el sitio m¨¢s duro, y que la carretera se aplana ya en el pueblo, a 500 metros de la l¨ªnea final, y aunque el sorprendente joven alem¨¢n Florian Lipowitz ¨C¡±ni yo sab¨ªa que pod¨ªa estar con los mejores escaladores del mundo¡±, dijo luego¡ªse le acerca, y casi puede o¨ªr su respiraci¨®n acelerada, a¨²n tiene tiempo de levantar los brazos.

El gran duelo por la victoria final en el Tour de Romand¨ªa entre los fen¨®menos j¨®venes espa?oles se decide a favor del escalador granadino, de Almu?¨¦car, que el domingo, despu¨¦s de una ¨²ltima etapa para saltimbanquis (150 kil¨®metros, cuatro vueltas a un circuito subibaja en los alrededores de Vernier, las afueras de Ginebra), cuenta con todo a favor para convertirse en el tercer ciclista espa?ol que gana la carrera de una semana que recorre la Suiza franc¨®fona. El primero fue el vitoriano Paco Galdos, en 1976, un a?o despu¨¦s de perder el Giro de Italia en el Stelvio nevado ante Fausto Bertoglio; 20 a?os despu¨¦s, en 1996, lo ganaba Abraham Olano, con el maillot arco¨ªris de campe¨®n del mundo. Rodr¨ªguez aventaja en la general en 7s a Alexander Vlasov y en 9s a Lipowitz, compa?eros en el Bora y rivales en la carretera, en 21s al belga Ilan van Wilder, que siempre va al l¨ªmite, en 27s y en 38s a Mas. Los tres primeros de la etapa reciben bonificaciones de 10s, 6s y 4s, primero, segundo y tercero, respectivamente.

Como si el destino les hubiera condenado (hay peores condenas, claro) a verse siempre uno al lado del otro, como si el progreso de cada uno se tuviera siempre que producir a costa del otro, Carlos Rodr¨ªguez y Juan Ayuso se disputan el liderazgo del ciclismo espa?ol, tan necesitado, desde juveniles, aunque uno sea de 2001 y otro de 2002. M¨¢s chisposo, m¨¢s impulsivo, m¨¢s explosivo, el ciclista nacido en Barcelona y criado en X¨¤bia; m¨¢s paciente, m¨¢s tradicional, m¨¢s escalador, el granadino, ambos tomaron el poder en la Itzulia (Rodr¨ªguez gan¨® la ¨²ltima etapa tras ayudar a Ayuso a desesperar a Mattias Skjelmose camino de ?ibar y ganar la general) y ambos volver¨¢n a encontrarse en julio en el Tour, donde Ayuso debutar¨¢, ambicioso a la sombra de Tadej Pogacar, donde Rodr¨ªguez, ganador en 2023 de la etapa del Joux Plane en Morzine, continuar¨¢ progresando al frente de un Ineos que le adora y que dispone para ¨¦l de una operaci¨®n estrat¨¦gica, casi quir¨²rgica, en la subida a Leysin, con Castroviejo marcando el tren, Arensman provocando una primera ola de p¨¢nico y Bernal, finalmente, acabando con la resistencia del UAE, tan ufano la v¨ªspera con su exhibici¨®n en la contrarreloj (victoria de McNulty, tercer puesto de Grossschartner, desaparecidos en Leysin). Y en la meta, Mauro Gianetti, el jefe del UAE, habla con los periodistas en un corro. ¡°Ya sab¨¦is, ?no?, Juan Ayuso lleva unos d¨ªas enfermo¡±, les dice. ¡°Y ya sab¨ªamos que hoy no iba a resistir. Desde el principio de la etapa ya se sent¨ªa mal¡±.

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