Richard Carapaz y las colchas con IA que controlan sus registros vitales mientras duerme

Al acabar cada etapa, Richard Carapaz suele quedarse con el fisioterapeuta primero y con el oste¨®pata despu¨¦s para, luego, pasar a cenar y, normalmente ya tarde, retirarse a su habitaci¨®n a dormir. Es una habitaci¨®n cualquiera de hotel con una salvedad; una hora antes de que se meta en la cama, una m¨¢quina con Inteligencia Artificial incorporada ¡ªAutopilot, se llama¡ª se pone en marcha y, a trav¨¦s de una manguera que conecta con unos tubos con sensores que se reparten por la colcha, regular el agua para poner la temperatura requerida. Es la virguer¨ªa de Eight Sleep, empresa que desde el a?o pasado trabaja con EF, que permite mejorar el sue?o y monitorizar las constantes vitales del corredor.

Cada d¨ªa, ya de buena ma?ana, los trabajadores del EF colocan la colcha de Carapaz en el hotel que toque pasar la noche, producto que cuesta alrededor de 5.000 euros y que requiere una suscripci¨®n mensual. Lo mismo ocurre con James Shaw ¡ªantes la llev¨® Rui Costa en la Vuelta, pero abandon¨® por ca¨ªda en las primeras jornadas¡ª, que tambi¨¦n dispone del artilugio. Aunque, por ahora, no as¨ª el resto del equipo, pues la f¨¢brica solo lo hace para camas dobles y eso es un problema log¨ªstico para el equipo, pues alquila seis habitaciones para los corredores cuando quiere que sean cuatro dobles con camas individuales para reducir gastos. Pero estos dos ciclistas est¨¢n controlados al dedillo, experiencia que comenzaron a testear el a?o pasado en el campo de entrenamiento en Andorra, en el Tour y la Dauphin¨¦, adem¨¢s de este a?o en las mismas carreras y la Vuelta y el Tour de Suiza.

La regulaci¨®n de la temperatura deseada crea un microclima en la cama para tener fresco o m¨¢s calor, dependiendo de las necesidades del corredor. ¡°Se pretende que no usen el aire acondicionado porque as¨ª evitas que se resfr¨ªen, que se resequen o incluso se pongan malos¡±, cuentan desde el EF. Una temperatura que establece la Inteligencia Artificial, que tarda m¨¢s o menos 30 d¨ªas en adaptarse al cuerpo del ciclista y sus necesidades. Todos los corredores del equipo s¨ª tienen la colcha en su casa particular. Para la fortuna de sus parejas, la cama se divide en dos y puede regular la temperatura deseada para cada uno.

Aunque con la cubierta se controlan muchas m¨¢s cosas, pues adem¨¢s de los sensores de presencia, tiene ambientales y biom¨¦tricos, que utiliza algoritmos para tomar datos como las vibraciones del pecho, los latidos del coraz¨®n y la respiraci¨®n para determinar m¨¦tricas de salud y de la etapa del sue?o. O, lo que es lo mismo, mide los latidos, la variabilidad de las pulsaciones, las veces que se respira, los ronquidos, el pulso y las fases de sue?o rem, profundo y ligero. Datos que los doctores comprueban cada ma?ana mediante un App en el m¨®vil que tienen instalada y que cotejan con el Whoop ¡ªuna pulsera que s¨ª llevan todos los corredores¡ª, donde hay tres variables rese?ables. ¡°El pulso, la recuperaci¨®n y la energ¨ªa que han gastado durante el d¨ªa¡±, desvelan desde el staff del EF. Lo que, en caso de dar valores irregulares o bajos, pronto dictamina si un corredor est¨¢ incubando una gripe, la covid¡­ Unos sue?os, pues, dulces y monitorizados.

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