Argentina redescubre la alegr¨ªa por el f¨²tbol
El pa¨ªs se vuelca a las calles para celebrar el primer t¨ªtulo de la Albiceleste en 28 a?os y a casi un a?o de la muerte de Diego Armando Maradona
En otra demostraci¨®n del mayor poder del f¨²tbol, su capacidad de hacer feliz a los pueblos, una multitud de hinchas argentinos recibi¨® este domingo a los flamantes campeones del continente. La Albiceleste gan¨® la Copa Am¨¦rica en el Maracan¨¢, pero pareci¨® haber ganado un Mundial en las calles de Buenos Aires y del resto del pa¨ªs: los dos ¨®mnibus que trasladaron a los jugadores debieron avanzar a paso de tortuga entre el aeropuerto de Ezeiza y el campo de entrenamiento de la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino (AFA), un trayecto de tres kil¨®metros con gente al costado del camino y golpeando las ventanillas de los veh¨ªculos.
Fue como si una parte de la Argentina futbolera redescubriera la alegr¨ªa. El 1-0 ante Brasil, que dispar¨® el primer t¨ªtulo de Messi en la selecci¨®n mayor y un exorcismo despu¨¦s de 28 a?os sin vueltas ol¨ªmpicas, fue especialmente celebrado por los j¨®venes que no hab¨ªan nacido o eran muy chicos en el ¨²ltimo t¨ªtulo, la Copa Am¨¦rica 1993, im¨¢genes de una ¨¦poca en VHS o con fotos ajadas, decoloradas. Messi ya no solo est¨¢ en los p¨®sters de los ¨ªdolos sino tambi¨¦n de los campeones: el pa¨ªs quer¨ªa tanto el triunfo de su selecci¨®n como el del 10.
Incluso los propios jugadores parecieron ser los primeros simpatizantes de Messi. En el triunfal vuelo de regreso de R¨ªo de Janeiro a Buenos Aires, los campeones cantaron el nuevo hit interno de la selecci¨®n, dedicado a Brasil. ¡°?Porque Messi tiene puesta la corona!, oh oh, y la magia de su zurda que enamora, oh oh. Para colmo de acord¨¢s de Maradona, s¨¦ que te duele, que te lastima, pero esta Copa es de Argentina!¡±, entonaron los campeones en el pasillo del avi¨®n, mientras la Copa Am¨¦rica pasaba de mano en mano.
Argentina, un pa¨ªs al que la pandemia golpe¨® con fiereza sus c¨ªclicas crisis econ¨®micas, festej¨® toda la madrugada con un desahogo inesperado, brutal. Una procesi¨®n de bocinazos, banderas y gente trepada a los sem¨¢foros, solo comparable a los grandes logros de la Copa del Mundo, sali¨® disparada en todo el pa¨ªs apenas termin¨® la final. Mientras Messi y el resto de los jugadores recib¨ªan la Copa en R¨ªo de Janeiro, multitudes de porte?os y bonaerenses ya enfilaban en autos y ¨®mnibus hacia el Obelisco, el habitual punto de reuni¨®n social en la capital. Al final de una jornada con 11.561 casos y 354 muertes por el coronavirus, ni la pandemia ni el fr¨ªo del invierno austral ni la hora, en el filo de la medianoche entre el s¨¢bado y el domingo, detuvieron la peregrinaci¨®n.
La ¨²ltima vez que miles de personas se hab¨ªan congregado en el Obelisco hab¨ªa sido en noviembre pasado, tras la muerte de Diego Maradona. En medio de la emoci¨®n por el triunfo en el Maracan¨¢ -y con el recuerdo del Pelusa siempre presente-, analistas deportivos aseguraban que, tras los Mundiales de 1978 y 1986, esta Copa Am¨¦rica conseguida en Brasil se merece un lugar en el podio de los grandes festejos de la selecci¨®n. Messicanazo, titul¨® el canal TyC Sports, mientras repet¨ªa im¨¢genes del capit¨¢n, sentado sobre el c¨¦sped del Maracanazo, hablando en videollamada con su esposa y su padre.
De menos a m¨¢s en la Copa Am¨¦rica -tras un comienzo en el que no quedaba claro si la Albiceleste podr¨ªa ganar los primeros partidos y un final en el que parec¨ªa que no perder¨ªa contra ning¨²n rival-, la selecci¨®n consigui¨® que el hincha argentino, siempre m¨¢s fan¨¢tico de sus clubes que de su equipo nacional, renovara su v¨ªnculo afectivo despu¨¦s de tantas frustraciones. ¡°Nos golpeamos much¨ªsimo la cabeza pero seguimos intentando, chocando contra la pared, y la final la rompimos¡±, grafic¨® ?ngel Di Mar¨ªa, de 33 a?os, autor del gol en la final y sobreviviente a las derrotas del pasado junto a Messi, Sergio Ag¨¹ero y Nicol¨¢s Otamendi.
La celebraci¨®n durante la madrugada y la ma?ana del domingo se traslad¨® a todo el pa¨ªs -la vicepresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner mostr¨® im¨¢genes de hinchas ondeando banderas bajo una intensa nevada en El Calafate, en la Patagonia- tambi¨¦n pareci¨® responder al pedido de Emiliano Mart¨ªnez, el arquero de Aston Villa de Inglaterra que, apenas termin¨® el partido, declar¨® ante la televisi¨®n: ¡°Que festejen los pobres y los ricos, todos unidos, que esta pandemia de mierda nos hizo unir a los argentinos¡±.
Elegido el mejor arquero de la Copa, Mart¨ªnez es uno de los tantos futbolistas que se hicieron conocidos por el gran p¨²blico durante el torneo que revivi¨® el amor de los argentinos por su selecci¨®n. Formado en Independiente, Mart¨ªnez viaj¨® a los 16 a?os a Europa sin haber debutado en la liga argentina. Su caso no es el ¨²nico: tambi¨¦n Cristian Romero y Nicol¨¢s Gonz¨¢lez, que pasaron a Italia y a Alemania con muy pocos partidos en Primera Divisi¨®n (y en clubes considerados ¡°chicos¡±: Belgrano y Argentinos), comenzaron a ser reconocidos durante la Copa, un torneo que valid¨® el proceso de recambio iniciado por el entrenador Lionel Scaloni, siempre sustentado en la figura de Messi.
¡°Tengo 30 a?os y es la primera vez que veo campeona a Argentina¡±, dijo una mujer en la puerta del predio de la AFA, In¨¦s Schumacher, mientras los jugadores, ya pasado el mediod¨ªa, volv¨ªan a sus domicilios para reencontrarse con sus familiares despu¨¦s de una burbuja sanitaria que dur¨® m¨¢s de 30 d¨ªas. ¡°Se lo merec¨ªa Messi y adem¨¢s necesit¨¢bamos festejar como pa¨ªs, las cosas no est¨¢n bien. ?Ahora vamos por el Mundial!¡±, cerr¨® la simpatizante, el d¨ªa en que Argentina, al fin, termin¨® de abrazar a Messi.
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