Scaloni y Tite, dos entrenadores unidos por la diferencia
El entrenador de Argentina, sin experiencia previa al frente de un equipo antes de la Albiceleste en 2018, choca con el estratega que hizo renacer a Brasil
Brasil y Argentina definir¨¢n la Copa Am¨¦rica en el Maracan¨¢ unidos por el f¨²tbol y la amistad de Neymar y Lionel Messi; separados por las diferentes recorridos de Tite y Lionel Scaloni, uno en la madurez de su carrera y el otro en el inicio, la en¨¦sima demostraci¨®n del f¨²tbol como un fen¨®meno vivo, impredecible, sin manuales de instrucci¨®n.
El extenso curr¨ªculum del entrenador brasile?o, de 60 a?os y con experiencia en los principales equipos de su pa¨ªs (370 partidos al frente de Corinthians, 164 partidos de Gremio y 107 de Inter, entre otros clubes), contrasta con la inesperada llegada del argentino a su selecci¨®n. Scaloni ten¨ªa 40 a?os y no hab¨ªa dirigido ning¨²n equipo hasta que, despu¨¦s de la desventura de Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia 2018, ocup¨® el cargo honrado por C¨¦sar Luis Menotti, Carlos Bilardo, Marcelo Bielsa, Alejandro Sabella, Jos¨¦ Pekerman y Alfio Basile. Es cierto que hay otros antecedentes de t¨¦cnicos que empezaron a dirigir desde sus selecciones nacionales, como Franz Beckenbauer en Alemania y Marco Van Basten en Pa¨ªses Bajos (e incluso Diego Maradona en Argentina, aunque registraba un breve paso por Racing y Mandiy¨²), pero se trataban de leyendas.
Scaloni lleg¨® a su actual puesto con la ubicuidad como buen aliado: su primera participaci¨®n en un cuerpo t¨¦cnico hab¨ªa sido junto a Sampaoli en Sevilla, en la temporada 2016/17, para cumplir el rol de nexo entre los jugadores y el entrenador, por detr¨¢s del principal ayudante, Sebasti¨¢n Beccacece. El pasado como futbolista del hoy seleccionador argentino se dio en el Newell¡¯s, en el Deportivo La Coru?a, donde usaba el dorsal n¨²mero 12 por su simpat¨ªa con Boca Juniors. Adem¨¢s, jug¨® cinco partidos con la Albiceleste de P¨¦kerman.
¡°Mi pap¨¢ ten¨ªa una amistad de toda la vida con Jorge Sampaoli, de cuando viv¨ªa en Casilda. Nosotros ¨¦ramos de Pujato, a 10 kil¨®metros (en el interior de Santa Fe). Jorge ya era un adelantado: entrenaba un equipo y trabajaba en un banco. Mi viejo lo conoc¨ªa porque ten¨ªa unos quilombos terribles con la plata. Iba y le dec¨ªa ¡®agu¨¢ntame que te llevo para tapar el descubierto¡¯. Jorge le paraba las cosas, lo esperaba fuera del horario. Hicieron una amistad¡±, reconstruy¨® Scaloni al sitio oficial de la AFA, en 2020. ¡°Mi pap¨¢ incidi¨® para que dirigiera en Argentino de Rosario, que era una filial de Newell¡¯s (la primera experiencia de Sampaoli en los torneos de AFA, en la tercera categor¨ªa, en 1996). ?l despu¨¦s hizo una carrera incre¨ªble. Cuando yo me retiro del f¨²tbol lo contactamos. Me fui a Sevilla con ¨¦l¡±, agreg¨®.
El siguiente paso de Sampaoli y su grupo de trabajo fue la selecci¨®n argentina, en 2017, pero la Albiceleste la pas¨® mal dentro y fuera de la cancha en Rusia. El entrenador fue despedido. Mientras otros integrantes del cuerpo t¨¦cnico se fueron con el hombre que los hab¨ªa llevado, una pr¨¢ctica habitual en el f¨²tbol, Scaloni, que no era de la mesa chica de Sampaoli, se qued¨®. El presidente de la AFA, Claudio Tapia, le pidi¨® que fuera el entrenador interino para que dirigiera los amistosos inmediatos al Mundial, ya firmados de antemano, mientras consegu¨ªa un reemplazante. En medio de una selecci¨®n deprimida, despu¨¦s de la experiencia m¨¢s desangelada de Lionel Messi en un Mundial, Scaloni comenz¨® un trabajo de renovaci¨®n. A su buena estrella (Diego Simeone, Mauricio Pochettino y Marcelo Gallardo, los candidatos naturales, no aceptaron el cargo o dieron a entender que no lo har¨ªan), el t¨¦cnico m¨¢s inesperado le sum¨® un buen trabajo, resultados positivos y dos bendiciones decisivas, las de Messi y Menotti, director general de selecciones nacionales.
Asistido por otros exfutbolistas como Roberto Ayala, Pablo Aimar y Walter Samuel (ninguno con pasado de entrenador, pero todos con amplia experiencia en la selecci¨®n), Scaloni fue atravesando pruebas, primero la de la Copa Am¨¦rica 2019, en la que Argentina lleg¨® hasta la semifinal contra Brasil. Jugada ya una tercera parte de las eliminatorias para Qatar 2022, la Albiceleste marcha segunda y con el rumbo aparentemente encaminado, pero Scaloni igual se jugaba mucho en la actual Copa. Contrarrestando a los manuales de f¨²tbol, su respuesta volvi¨® a ser positiva: Argentina est¨¢ en la final, Messi se muestra m¨¢s l¨ªder y compa?ero que nunca y el recambio, con jugadores m¨¢s de la clase media o clase media-alta europea que de la elite, se torn¨® realidad con Emiliano y Lautaro Mart¨ªnez, Nicol¨¢s Gonz¨¢lez, Cristian Romero, Rodrigo De Paul y Guido Rodr¨ªguez, entre otros.
El juego de Argentina, es cierto, no es f¨¢cil de descifrar. Convertido en un equipo con m¨¢s gol que funcionamiento, lastima f¨¢cil con su juego directo y se pone r¨¢pido en ventaja, pero entonces cede el campo de juego y la pelota, como si la posesi¨®n no estuviese entre sus prioridades. Con el ¨¢nimo por la estratosfera tras el triunfo por penaltis ante Colombia, Argentina ir¨¢ por el gran golpe en la final de este s¨¢bado: su primer t¨ªtulo en el Maracan¨¢, uno que corte la racha de 28 a?os sin vueltas ol¨ªmpicas desde la Copa Am¨¦rica 1993.
Tite, el redentor
Tite asumi¨® una selecci¨®n brasile?a en crisis en 2016. Si todav¨ªa estaba fresco el 1-7 ante Alemania en el Mundial 2014 que crucific¨® al entrenador Luiz Felipe Scolari, las Copas Am¨¦ricas de 2015 y 2016, ya con Dunga al frente, no resultaron mejores. Brasil qued¨® eliminado en los cuartos de final de Chile 2015 y en la primera fase de Estados Unidos 2016. Cada partido de la Canarinha de local era una sinfon¨ªa de silbidos: hasta Neymar estaba en la mira.
Avalado por una trayectoria que inclu¨ªan t¨ªtulos locales, continentales y hasta un Mundial de Clubes con el Cortinthians en 2012, Tite consigui¨® que su proceso al frente de Brasil fuera respetado a pesar de una dura derrota ante B¨¦lgica por los cuartos de final del Mundial de Rusia. El primer t¨ªtulo lleg¨® r¨¢pido, en la Copa Am¨¦rica 2019.
Aunque de m¨¢s a menos en la actual edici¨®n, en donde no brill¨® en los cuartos de final ante Chile ni en la semifinal contra Per¨², el Brasil de los ¨²ltimos cinco a?os es un equipo ambicioso en ofensiva, s¨®lido como el acero en defensa y sustentado en la abundancia de futbolistas que juegan en los principales clubes europeos: Eder Milit?o, Vinicius y Roberto Firmino fueron habituales suplentes en esta Copa.
Algunos datos abruman. Desde que asumi¨® Tite, Brasil est¨¢ invicto en los 28 partidos oficiales que jug¨® por las eliminatorias 2018 y 2022 y las Copas Am¨¦rica 2019 y 2021, con 23 triunfos y cinco empates. Lidera el camino a Qatar 2022 con seis triunfos en seis partidos y el ¨²nico partido que no gan¨® en esta Copa Am¨¦rica fue el 1-1 contra Ecuador, cuando ya ten¨ªa asegurado el primer puesto. De las 60 presentaciones que lleva su ciclo, Brasil tiene un 81,1% de eficacia, con 45 triunfos, 11 empates y cuatro derrotas, la ¨²nica oficial aquella contra los belgas. Promedia 2,13 goles a favor y 0,35 en contra por partido.
Pero Scaloni y Tit¨¦ tambi¨¦n tienen un punto en com¨²n: la ¨²ltima derrota de Argentina fue contra Brasil, aquella de Copa Am¨¦rica 2019, y la ¨²ltima de Brasil fue tambi¨¦n ante Argentina, un amistoso en Ryad cinco meses despu¨¦s, en noviembre de ese a?o. Desde entonces, la Albiceleste lleva 19 partidos sin perder, la segunda racha en su historia, y Brasil acumula 13 sin derrotas. Tan diferentes en sus recorridos, los gr¨¢ficos de l¨ªneas de Scaloni y Tite se unen en el Maracan¨¢.
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