Vida y muerte en la Patagonia: la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil de un rescate de monta?a
El argentino Tomy Aguil¨® y el italiano Korra Pesce sufren un grave accidente en el Cerro Torre, y solo el primero puede ser salvado
Toda la belleza de un escenario imponente, la magia del aislamiento deseado, la sencillez de escalar en compa?¨ªa de un amigo, la paz anhelada protegido del fr¨ªo en un saco de dormir¡ todo lo que hace del alpinismo un ejercicio de escapismo, una vida feliz dentro de la vida, todo esto estall¨® con violencia en segundos que dieron paso a un caos de gritos, dolor y terror. Alcanzados por un desprendimiento de hielo y roca mientras descansaban de madrugada, el argentino Tomy Aguil¨® (36 a?os) y el italiano Korra Pesce (41) entendieron r¨¢pidamente que, aunque hab¨ªan sobrevivido, estaban tan cerca de la muerte que el mundo que instantes antes abrazaban como seguro hab¨ªa desaparecido. Igual que en un escenario de guerra, como si un ob¨²s los hubiese percutido, tardaron en comprender el alcance de sus heridas. Tomy pod¨ªa ponerse en pie; Korra era incapaz. A su alrededor, su material de escalada y de vivac hab¨ªa desaparecido pr¨¢cticamente y se hallaban a¨²n en la mitad de una pared en cuya cara norte acababan de abrir una v¨ªa nueva, un nuevo hito en su impresionante carrera de alpinistas.
Todo esto ocurri¨® en la madrugada del pasado viernes en el Cerro Torre (Patagonia argentina), una de las monta?as m¨¢s severas, dif¨ªciles, aisladas e ic¨®nicas del planeta. All¨ª, lejos de todo, un rescate resulta siempre un gesto hom¨¦rico: a diferencia de lo que se conoce en Europa, no existen equipos oficiales de rescate, ni helic¨®pteros. Con todo, funciona y obra milagros la Comisi¨®n de Auxilio de El Chalt¨¦n, un equipo de rescate no profesional pero bien entrenado creado a finales de los a?os noventa del pasado siglo por la doctora Carolina Cod¨® y que, en caso de necesidad, se nutre de la benevolencia de los escaladores de paso en la zona para acudir a una llamada de socorro. Que Tomy Aguil¨® pudiese lanzar la voz de auxilio fue un peque?o milagro: mientras trataba de reunir el escaso equipo a¨²n servible, encontr¨® su peque?o aparato Inreach (un dispositivo de comunicaci¨®n v¨ªa sat¨¦lite que permite enviar mensajes) entre los restos del desprendimiento. Despu¨¦s, ayud¨® a Korra a alcanzar los restos de un diminuto refugio en ruinas, sin tejado, apenas unas tablas podridas bautizadas en su d¨ªa como el Box de los ingleses donde el italiano le confirm¨® que las fracturas en su pelvis le imped¨ªan ponerse en pie.
Con varias costillas y una clav¨ªcula fracturadas, Tomy recuper¨® un trozo de cuerda de unos 40 metros e inici¨® un lento y peligroso descenso a cara o cruz. Tomy y Korra son padres de familia, gu¨ªas de alta monta?a y cuando el segundo viaja a la Patagonia se aloja en casa del primero. En el verano europeo, Tomy se aloja en la casa de Chamonix donde reside Korra, una verdadera leyenda local, un alpinista muy respetado y querido. Tomy, un tipo siempre alegre, de risa espont¨¢nea, habla con admiraci¨®n de su amigo, m¨¢s serio y de verbo directo. Ya no volver¨¢n a verse.
Al tel¨¦fono, la Doctora Cod¨® confirmaba el domingo el buen estado de Tomy, ya en el Hospital de El Calafate: ¡°Pero lamentablemente hemos decidido cancelar el intento de rescate de Korra. Es una decisi¨®n muy dura, pero la ventana de buen tiempo ha terminado y tras escuchar la descripci¨®n de las heridas del italiano es imposible que siga con vida: sin abrigo, ni comida o bebida, la hipotermia le habr¨¢ alcanzado ya. Adem¨¢s, hemos podido observar con un dron la monta?a y hemos visto que se hallaba 50 metros m¨¢s debajo de donde lo dej¨® Tomy, y no se mov¨ªa. Poner en riesgo la vida de los rescatadores ser¨ªa una irresponsabilidad¡±.
M¨¢s de 35 personas acudieron al rescate de la pareja. Sin este gesto, Tomy tampoco habr¨ªa podido escapar del Cerro Torre. ¡°Los rescatistas llegaron hasta ¨¦l 26 horas despu¨¦s de que lanzase la alarma. Descendi¨® improvisando r¨¢peles cortos hasta alcanzar un nevero donde, agotado, se qued¨® esperando, a unos 300 metros de desnivel del suelo firme¡±, detalla la doctora Cod¨®. Cuatro grandes alpinistas coincidieron en el tramo final del rescate y lograron escalar ese tramo de pared hasta alcanzar a Tomy: el italiano Matteo Della Bordella, el suizo Roger Schaeli, el alem¨¢n Thomas Huber y el argentino Roberto Treu.
Los dos primeros trataron de seguir escalando hasta Korra mientras los dos otros descend¨ªan junto a Tomy, pero un cambio brusco del tiempo les oblig¨® a retirarse: ¡°Ya est¨¢bamos muy por encima de nuestros l¨ªmites f¨ªsicos y psicol¨®gicos y entendimos que Korra se quedar¨¢ para siempre en la monta?a¡±, confes¨® Matteo Della Bordella. Ir¨®nicamente, ¨¦l y sus dos compa?eros coincidieron en la cima del Cerro Torre el 27 de enero: ¡°De hecho, los italianos estaban abriendo una nueva v¨ªa en la cara este y se juntaron con Tomy y Korra cuando estos acababan su v¨ªa en la norte, as¨ª que colaboraron, pero los primeros decidieron dormir en la cima y bajar al d¨ªa siguiente por la ruta del compresor mientras que, para evitar aludes, Tomy y Korra escogieron bajar de noche por la norte¡±, explica Carolina Cod¨®.
Korra Pesce no solo era una referencia en Chamonix, que lo hab¨ªa adoptado, sino una figura muy respetada y querida por los alpinistas espa?oles: junto al riojano Mart¨ªn El¨ªas hab¨ªa escalado la ahora famosa v¨ªa Rolling Stones en 2015, en las Grandes Jorasses (entre Francia e Italia), o la Directa de la Amistad (Barcelona), un a?o antes, y juntos hab¨ªan repetido la v¨ªa Estrella imposible en el Bhagirati III (6.454m, India) en 2016, junto a dos compa?eros franceses. Korra Pesce tambi¨¦n se hab¨ªa atado al aragon¨¦s Manu C¨®rdova para escalar la Aguja Mermoz y la Torre Egger, en la Patagonia. Korra, dotado de una visi¨®n, una t¨¦cnica y una fortaleza impresionantes, parec¨ªa intocable y tocado con el don para convertir en realidad todos sus proyectos.
La despedida de Tomy y Korra quedar¨¢ entre ellos para siempre, pero conociendo el car¨¢cter sincero y directo de Korra, su discurso ¨¦tico, sus opiniones siempre claras respecto a la esencia del alpinismo, cabe imaginar que asumi¨® su situaci¨®n y entendi¨® que un rescate, en su caso, era quim¨¦rico. Todo son conjeturas, claro, pero no es dif¨ªcil avanzar que anim¨® encarecidamente a Tomy para que al menos ¨¦l tratase de salvar su vida.
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